A VECES BASTA CON MIRAR ALREDEDOR…
Es cierto, no tenemos que viajar mucho, leer tanto, escuchar bastante, mirar atentos, solamente tenemos que voltear y ver la realidad para saber que las cosas no están bien, que por más que nos quieran mentir los gobernantes o desgobernantes sobre la situación, sabemos que las cosas se encuentran mal y van de mal en peor. No podrá negar, Felipe Calderón, que ha faltado totalmente a su palabra, que la deshonró, que la negó con cinismo y con maldad y, sobre todo, que no sabe cumplir lo que promete porque simplemente no tiene convicciones y buen humor, carácter y pantalones para sostener con los testículos lo que ha prometido con la boca. Por esto, ese cuento de que sería el presidente del empleo quedó en la nada, el cuento de que no aumentaría impuestos y controlaría los precios de productos y bienes y servicios se ha negado en la realidad, el cuento aquel que ilusionó a muchos y deja desilusionados a millones de que quitaría el impuesto de la tenencia de vehículos quedo en cuentos y cinismos, en fin, la avalancha de impuestos y aumentos de precios en servicios y bienes que debemos pagar los mexicanos nos dejan desalentados, violentos, enfurecidos y lo peor es que, el cinismo de los políticos es de tal nivel que parece que no pasa nada, y efectivamente, no pasa nada para ellos, porque en sus casas, se come bien, se vive bien, no hay angustia, no hay desesperación, no falta el trabajo y los recursos no faltan, ellos, viven tan bien con lo que nos roban y no utilizan en el bienestar de los ciudadanos. Así que, ellos, no sufren, al contrario, gozan de lo lindo los negocios del poder.
El inicio de año no deja de ser difícil para todos, la famosa cuesta de Enero es inmensa y parece que no termina con las angustias de los ciudadanos sino que las aumenta y, en ese festinar de tonterías, los políticos, los especuladores financieros, los funcionarios, los banqueros se despachan con la cuchara grande con eso de los impuestos nuevos y con el aumento de precios que mantiene a la población de capa caída y de muy mal humor y peor sentimiento.
Por ello, cuando leíamos, el día primero de enero, la columna Mirador de don Armando Fuentes Aguirre, aparecida en el diario Reforma, sentíamos que era nuestra obligación darla a todos nuestros seres queridos y conocidos y hoy, al ver esa realidad, pensamos que es mucho mejor leerla con toda reflexión y darle el justo valor a lo que nos dice:
PLEGARIA:
Un pedazo de tierra para posar mi planta,
Y ahí una huella sabia que conduzca la mía.
Un rincón en el cielo donde anidar mis ansías,
Con una estrella, para saber que Tú me miras.
Sobre mi frente un techo. Bajo el techo una llama,
Un pan que nunca falte y una esposa sencilla.
La esposa como el pan: alegre, buena, cálida.
El pan como la esposa, de suavidad benigna.
Un amigo y un libro. Salud, pero no tanta
como para olvidar que he de morir un día.
Un hijo que me enseñe que soy Tu semejanza.
Sosiego en el espíritu. Gratitud en el alma…
Eso pido, Señor. Y al final de la vida
Dártelo todo a cambio de un poco de esperanza.
Y es verdad, todos, buscamos esperanza y fuerza, paciencia de santos y valor de guerreros para sobrevivir los tiempos que nos llegan. No se piense que estamos miedosos para las luchas y los tiempos, al contrario, sabemos que los malos ratos solamente duran cuando queremos los cobardes que así sea, pero la realidad es que, los mexicanos, no somos ni cobardes ni agachones, solamente tenemos malos y perores momentos, queremos ver las cosas en paz y en tranquilidad, pero cuando esto no se puede, pues se toman otros caminos en la vida y se van por nuevos horizontes. La realidad es que hoy, en este año, además de todos los esfuerzos que se puedan hacer, debemos pensar que se renovarán doce gobiernos en los estados y miles de municipios, que en realidad es, como si hiciéramos una elección en medio México, y este será el verdadero nivel de lo que queremos en el futuro, y por ello, vamos a luchar por sacar a los mejores y dejar a un lado a los peores y, cuando menos, ya sabemos que los peores están con los panistas y la prueba nos la han dado ya dos presidentes sin palabra, cínicos y brutalmente agresivos contra los intereses populares. Solamente saben hacer negocios y proteger los intereses de los norteamericanos y de sus lacayos nacionales a los que sirven con tal sumisión y cinismo.
A los mexicanos nos toca determinar los rumbos y crear nuestros destinos y si queremos cambiar las cosas no debemos estar sumidos en las falsas promesas y en esperar que los demás hagan lo que nos corresponde hacer a nosotros. Lo que debemos hacer es impedir, cuando menos, que los viejos políticos, los demagogos, los corruptos, criminales, mentirosos, los que están ligados con los grupos del narcotráfico y con los que sirven a los especuladores financieros y banqueros extranjeros que todo nos roban y todo especulan y aumentan en precios, sigan en el poder, porque, entonces, no tenemos razón ni para quejarnos, hemos sido cobardes para que ellos sean los que sigan en esa línea de explotación y de saqueo en muchas partes del país. Si continuamos con las mentiras y dejamos que los demás hagan lo que debemos hacer, no nos quejemos, porque nos gobiernan hampones, cínicos y perversos oportunistas que llegan al poder solamente para servirse y no para servir. Ellos, serán los que sigan explotando a todos los mexicanos y, si nosotros, que somos la mayoría, los grandes perjudicados de su política, no nos decidimos a cambiar las cosas, pues entonces no nos quejemos de que sigan peor.
En muchos de los Estados en donde se realizarán elecciones se tiene que ver que hay grandes carencias, enormes problemas, mucha corrupción, saqueos de bienes y de recursos por parte de un grupo que siempre se ha tapado las corruptelas, las complicidades y las ineficiencias y en este sentido, los mexicanos, tenemos que ser responsables. Recordemos que, por ejemplo, en un pueblo tan manipulado y manipulable como lo es el norteamericano, cuando se dieron cuenta de los engaños de Nixon y de sus corruptelas, los medios de comunicación no tuvieron miedo a denunciar lo que sucedía y encabezaron las protestas y las denuncias en contra de los poderosos gobernantes, entonces, las cámaras de diputados y senadores no dudaron en llevar a esos políticos a juicio y les obligaron a renunciar a sus puestos y, si esto mismo, con valor y determinación hacemos los mexicanos, poniendo en orden, primeramente, a los políticos de los partidos para que asuman sus obligaciones y cumplan con sus promesas, si exigimos a los medios de comunicación que hablen con la verdad y sin miedos ni compras de voluntades ni espacios corrompibles, si los mexicanos actuamos con firmeza y valor, por supuesto que las cosas podrá cambiar para mejor y esto es lo que debemos reflexionar y hacer, porque solamente pensar sin actuar es como soñar sin despertar… es nuestra gran oportunidad y no debemos dejar pasar a los cínicos, a los oportunistas y a los improvisados en la política… ya basta, tenemos derecho a un mejor presente y futuro… por esto, para votar, es mejor pensar, porque en nuestro voto va lo que realmente queremos y demandamos. Si votamos, exijamos que nos cumplan lo prometido es nuestro derecho y obligación.
Es cierto, no tenemos que viajar mucho, leer tanto, escuchar bastante, mirar atentos, solamente tenemos que voltear y ver la realidad para saber que las cosas no están bien, que por más que nos quieran mentir los gobernantes o desgobernantes sobre la situación, sabemos que las cosas se encuentran mal y van de mal en peor. No podrá negar, Felipe Calderón, que ha faltado totalmente a su palabra, que la deshonró, que la negó con cinismo y con maldad y, sobre todo, que no sabe cumplir lo que promete porque simplemente no tiene convicciones y buen humor, carácter y pantalones para sostener con los testículos lo que ha prometido con la boca. Por esto, ese cuento de que sería el presidente del empleo quedó en la nada, el cuento de que no aumentaría impuestos y controlaría los precios de productos y bienes y servicios se ha negado en la realidad, el cuento aquel que ilusionó a muchos y deja desilusionados a millones de que quitaría el impuesto de la tenencia de vehículos quedo en cuentos y cinismos, en fin, la avalancha de impuestos y aumentos de precios en servicios y bienes que debemos pagar los mexicanos nos dejan desalentados, violentos, enfurecidos y lo peor es que, el cinismo de los políticos es de tal nivel que parece que no pasa nada, y efectivamente, no pasa nada para ellos, porque en sus casas, se come bien, se vive bien, no hay angustia, no hay desesperación, no falta el trabajo y los recursos no faltan, ellos, viven tan bien con lo que nos roban y no utilizan en el bienestar de los ciudadanos. Así que, ellos, no sufren, al contrario, gozan de lo lindo los negocios del poder.
El inicio de año no deja de ser difícil para todos, la famosa cuesta de Enero es inmensa y parece que no termina con las angustias de los ciudadanos sino que las aumenta y, en ese festinar de tonterías, los políticos, los especuladores financieros, los funcionarios, los banqueros se despachan con la cuchara grande con eso de los impuestos nuevos y con el aumento de precios que mantiene a la población de capa caída y de muy mal humor y peor sentimiento.
Por ello, cuando leíamos, el día primero de enero, la columna Mirador de don Armando Fuentes Aguirre, aparecida en el diario Reforma, sentíamos que era nuestra obligación darla a todos nuestros seres queridos y conocidos y hoy, al ver esa realidad, pensamos que es mucho mejor leerla con toda reflexión y darle el justo valor a lo que nos dice:
PLEGARIA:
Un pedazo de tierra para posar mi planta,
Y ahí una huella sabia que conduzca la mía.
Un rincón en el cielo donde anidar mis ansías,
Con una estrella, para saber que Tú me miras.
Sobre mi frente un techo. Bajo el techo una llama,
Un pan que nunca falte y una esposa sencilla.
La esposa como el pan: alegre, buena, cálida.
El pan como la esposa, de suavidad benigna.
Un amigo y un libro. Salud, pero no tanta
como para olvidar que he de morir un día.
Un hijo que me enseñe que soy Tu semejanza.
Sosiego en el espíritu. Gratitud en el alma…
Eso pido, Señor. Y al final de la vida
Dártelo todo a cambio de un poco de esperanza.
Y es verdad, todos, buscamos esperanza y fuerza, paciencia de santos y valor de guerreros para sobrevivir los tiempos que nos llegan. No se piense que estamos miedosos para las luchas y los tiempos, al contrario, sabemos que los malos ratos solamente duran cuando queremos los cobardes que así sea, pero la realidad es que, los mexicanos, no somos ni cobardes ni agachones, solamente tenemos malos y perores momentos, queremos ver las cosas en paz y en tranquilidad, pero cuando esto no se puede, pues se toman otros caminos en la vida y se van por nuevos horizontes. La realidad es que hoy, en este año, además de todos los esfuerzos que se puedan hacer, debemos pensar que se renovarán doce gobiernos en los estados y miles de municipios, que en realidad es, como si hiciéramos una elección en medio México, y este será el verdadero nivel de lo que queremos en el futuro, y por ello, vamos a luchar por sacar a los mejores y dejar a un lado a los peores y, cuando menos, ya sabemos que los peores están con los panistas y la prueba nos la han dado ya dos presidentes sin palabra, cínicos y brutalmente agresivos contra los intereses populares. Solamente saben hacer negocios y proteger los intereses de los norteamericanos y de sus lacayos nacionales a los que sirven con tal sumisión y cinismo.
A los mexicanos nos toca determinar los rumbos y crear nuestros destinos y si queremos cambiar las cosas no debemos estar sumidos en las falsas promesas y en esperar que los demás hagan lo que nos corresponde hacer a nosotros. Lo que debemos hacer es impedir, cuando menos, que los viejos políticos, los demagogos, los corruptos, criminales, mentirosos, los que están ligados con los grupos del narcotráfico y con los que sirven a los especuladores financieros y banqueros extranjeros que todo nos roban y todo especulan y aumentan en precios, sigan en el poder, porque, entonces, no tenemos razón ni para quejarnos, hemos sido cobardes para que ellos sean los que sigan en esa línea de explotación y de saqueo en muchas partes del país. Si continuamos con las mentiras y dejamos que los demás hagan lo que debemos hacer, no nos quejemos, porque nos gobiernan hampones, cínicos y perversos oportunistas que llegan al poder solamente para servirse y no para servir. Ellos, serán los que sigan explotando a todos los mexicanos y, si nosotros, que somos la mayoría, los grandes perjudicados de su política, no nos decidimos a cambiar las cosas, pues entonces no nos quejemos de que sigan peor.
En muchos de los Estados en donde se realizarán elecciones se tiene que ver que hay grandes carencias, enormes problemas, mucha corrupción, saqueos de bienes y de recursos por parte de un grupo que siempre se ha tapado las corruptelas, las complicidades y las ineficiencias y en este sentido, los mexicanos, tenemos que ser responsables. Recordemos que, por ejemplo, en un pueblo tan manipulado y manipulable como lo es el norteamericano, cuando se dieron cuenta de los engaños de Nixon y de sus corruptelas, los medios de comunicación no tuvieron miedo a denunciar lo que sucedía y encabezaron las protestas y las denuncias en contra de los poderosos gobernantes, entonces, las cámaras de diputados y senadores no dudaron en llevar a esos políticos a juicio y les obligaron a renunciar a sus puestos y, si esto mismo, con valor y determinación hacemos los mexicanos, poniendo en orden, primeramente, a los políticos de los partidos para que asuman sus obligaciones y cumplan con sus promesas, si exigimos a los medios de comunicación que hablen con la verdad y sin miedos ni compras de voluntades ni espacios corrompibles, si los mexicanos actuamos con firmeza y valor, por supuesto que las cosas podrá cambiar para mejor y esto es lo que debemos reflexionar y hacer, porque solamente pensar sin actuar es como soñar sin despertar… es nuestra gran oportunidad y no debemos dejar pasar a los cínicos, a los oportunistas y a los improvisados en la política… ya basta, tenemos derecho a un mejor presente y futuro… por esto, para votar, es mejor pensar, porque en nuestro voto va lo que realmente queremos y demandamos. Si votamos, exijamos que nos cumplan lo prometido es nuestro derecho y obligación.
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