viernes, 8 de enero de 2010

Tranzas y contratos: la nueva política

Hay muchos escuderos, lambiscones, socios, cómplices que se mueren por servir y ser serviles, para “defender” a sus patrones en la política o en los negocios. Algunos lacayos del sistema o de los hombres del poder en el sistema que no son más que los especuladores financieros, los contratistas, los policías, los empresarios, los delincuentes organizados y desorganizados, los políticos, los funcionarios y, claro está, los “empresarios” que son los que hacen las grandes fortunas en su negociación con esos grupos y son estos los que se empeñan a decir que todo está bien, que no hay que ser “alarmistas”, que no debemos dar látigo a los que están haciendo las cosas bien, claro que, las hacen bien pero para los intereses de ellos, los intereses de la minoría, no de la mayoría y es así que encontramos “funcionarias” que ganan, en un municipio tan desgarrado en la miseria y con serios problemas sociales, como en Oaxaca, arriba de los sesenta mil pesos, para no hacer nada, nada más que declaraciones y politiquería y es así que es cuando debemos reaccionar para evitar mayor desastre en el afán de esos oportunistas e improvisados de la política que solamente realizan negocios con los políticos y con los empresarios adueñados de la política, para evitar que se sigan reproduciendo y sigan tomando posiciones en la estructura administrativa y del poder político. Es por eso que las sociedades se irritan y se molestan, se generan los conflictos y se llega a la violencia y a la confrontación que no se puede parar. La improvisación en la política, pero sobre todo, las complicidades en los negocios generados por la política, son las causas de que la irritación social llegue a un nivel en donde no se pude controlar y se llegue a la violencia y a la desconfianza en contra de los políticos que, en su afán de poder, se hacen o permiten que se sumen esos oportunistas y vividores de la política que no aportan a la sociedad sino que le chupan y roban sus recursos… por eso, los políticos, deben tener cuidado de lo que sucede a su alrededor… por ello se contaminan y pierden credibilidad y confianza.

Esos “políticos” e improvisados oportunistas que viven de la política, ignoran, por ejemplo, que la mitad del país, más de cincuenta millones de mexicanos, solamente, ganan, apenas, 65 pesos al día, mientras algunos funcionarios y funcionarias de municipios miserables, ganan sueldazos de 60 mil pesos al mes por no hacer nada y aprobar todo lo que les ordena un presidente municipal o algunos de los socios que hacen los negocios en la política.
Esos políticos inexpertos y vividores de la política, ignoran que ,en este país, más de 19 millones de mexicanos sobreviven apenas con 35 pesos diarios, menos de tres dólares al día y claro, no solamente lo ignoran sino que les importa un soberano pito, porque ellos, están gozando los negocios que se hacen al amparo de la política. Además, les interesa poco el que más de cinco millones de mexicanos reciban un salario mínimo por día en promedio y el que, 20 MILLONES DE MEXICANOS, REALICEN MILAGROS DE SOBREVIVIENCIA PARA SUBSISTIR CON UN DÓLAR DIARIO. Claro que, también, ignoran o les importa un carajo el que se aumenten los impuestos, porque al aumentarlos, y ellos y ellas aplaudir el aumento, saben que de ahí saldrán sus jugosos salarios y sus negocios, con los que aumentan su fortuna personal, no les interesa que suba la gasolina o el gas o el consumo de energía eléctrica, porque ellos, reciben ingresos que no son justos o que no desquitan, ellos, hacen jugosos negocios por medio de la política y es así que los grupos de la “iniciativa privada,” en muchos lados, han optado por meterse a la política, porque así garantizan mejor sus negocios, complicidades y sociedades con los políticos y funcionarios, con los hombres del poder que, por medio del poder económico, controlan el poder político en todo el país…

En fin, la verdad sea dicha, la política, se ha degenerado de tal suerte que hoy se puede asegurar que es un jugoso nicho de mercado y de negocios, donde los grupos del poder aumentan sus transas, complicidades y corruptelas, y ellos, son los que controlan los mismos y los contratos que se dan para que un grupo de “empresarios y contratistas” sean los administradores de las utilidades que a los funcionarios y políticos les tocan en el reparto del negocio. Así, vemos que, en muchos estados, empobrecidos, se realizan obras suntuarias y de gastos enormes que nadie supervisa, nadie sabe, por ejemplo, el costo por “remodelación de calle” que se hace en algunas ciudades con el cuento de la modernización turística, cuando existen muchos problemas sociales y económicos en todas sus comunidades empobrecidas y marginales. Nadie sabe a dónde van a parar grandes cantidades de cantera que se saquea de las calles remodeladas y que, muchos, aseguran, están en las construcciones de importantes funcionarios o en los almacenes de los contratistas y funcionarios que serán vendidas a buen precio cuando el mercado demande tales productos, cuando se impulse la construcción de casas “coloniales” o se obligue a la remodelación de muchas de ellas y, la verdad sea dicha, dichas “remodelaciones” que se hacen en ciudades coloniales, solamente, sirven y benefician a algunos acaparadores de predios urbanos entre los que se encuentran destacados especuladores financieros, políticos, funcionarios y “empresarios y contratistas” que son los que se llevan la parte de león, destruyendo el comercio tradicional para privilegiar el comercio generado en las grandes plazas comerciales, en donde ellos son los inversionistas…

En fin, tal parece que, eso de los principios ideológicos y programáticos de los que tanto se hablaba en política y se cuidaban las formas y los fondos, se han lanzado a la basura. Hoy, lo que interesa a todos esos “políticos” es hacer las transas y garantizar los negocios y los recursos de los que podrán seguir “mamando”. Por ello es que vemos los intentos para generar las “alianzas” entre grupos y partidos que no tienen nada que ver entre sí, ni en lo personal, ni en lo social, ni en los conceptos ideológicos y programáticos con los cuales se han escudado y mamado por muchos años. La realidad es que, en muchos estados, donde se darán los procesos electorales de este año y donde se fijaran posturas y posicionamientos para el proceso electoral federal del 2012, esos procesos, están siendo manipulados por los propios gobernadores y es que ellos, como nuevos señores feudales, de horca y cuchillo, dueños de prados y gentes, son los que determinan los rumbos que se deben seguir en su entidad. Por esa razón, los presupuestos estatales y federales, no son transparentes y, por ello, se dan los contratos de obras solamente a sus “empresas” o a los que ellos sugieren y ordenan, para que en esa forma se garantice la tajada que recibirán y será administrada por esos contratistas de los que tanto se habla y de lo mucho que se han enriquecido.

Esos gobernadores salientes saben que deben pensar, más que nunca, en la lealtad e incondicionalidad de los que les sucederán, en que esos hombres que serán los que les sustituyan en el poder, tengan la fuerza y gocen de la unidad y confianza de los demás grupos que han seguido con ellos el camino y ruta de seis años de conflictos y problemas. Deben pensar en que no solamente deben garantizar esa lealtad e incondicionalidad, sino que se debe pensar en que, el que sea designado, pueda contar con la fuerza de los grupos políticos en la entidad, que garanticen la unidad en el proceso electoral, porque de otra manera, como cuando se cambia de montura a mitad del río, el proceso, se convierte en conflictivo y peligroso. Debe pensar en que, el hombre o el grupo que le siga en el poder y su destino, sea lo suficientemente fuerte para que no sufra por las ambiciones de los grupitos y los incondicionales oportunistas e improvisados, como se diera paso al poder con Vicente Fox… porque ya sabemos las consecuencias para el país. Y no hay duda, deben pensar, en la fuerza de los valores familiares que podrán guiar a sus hombres que continuarán en el poder, porque de otra forma, cuando no existe fuerza y valores, se destruyen los honores… y se da paso a las deslealtades familiares…. Y las deslealtades políticas.

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