lunes, 25 de enero de 2010

Las frases de Bruce Lee II

Cuando uno no se conoce o desconoce las circunstancias y la realidad en dónde operamos, normalmente, nos llenamos de temores, de miedos, nos acobardamos, por esa razón, es vital el interés que debemos tener en el conocimiento de nosotros mismos, de saber lo que somos, dónde estamos, qué queremos, a dónde vamos, cuáles son nuestras emociones y sentimientos, las capacidades que tenemos, los valores que respetamos, lo que sentimos, los odios y los amores, la capacidad de perdón y de misericordia, de olvido y de recuerdos, en fin, saber y entender que todo cambia y nada permanece estático, que nuestra obligación es actuar en la vida y poder decir que cuando se pude hacer un buen recuento de la vida es que estamos haciendo un buen proyecto de vida, por esa razón, los temores y los recuerdos, los ayeres, se dejan en el camino para vaciar el espíritu y el alma para que, en cada instante, podamos llenarnos mejor y ser una totalidad dentro de este bello e inmenso, inimaginable Universo en el que formamos parte minúscula del tiempo, del espacio y de la energía.

Leía, en un libro de Dale Carnegie: “los famosos hermanos Mayo declararon que más de la mitad de nuestros lechos de hospital estaban ocupados por personas con padecimientos nerviosos. Sin embargo, cuando los nervios de estas personas son estudiados con un poderoso microscopio en un examen post mortem, parecer en la mayoría de los casos tan sanos como los de Jack Dempsey. Sus “padecimientos nerviosos” son causados, no por un deterioro físico de los nervios, sino por emociones de inutilidad, frustración, ansiedad, zozobra, miedo, derrota, desesperación. Platón dijo que “el mayor error que los médicos cometen es intentar la curación del cuerpo sin intentar la curación del alma; sin embargo, alma y cuerpo son uno y no deberían ser tratados separadamente”. Hoy, después de mucho, de errores y de mal tratos y tratamientos, nos comenzamos a dar cuenta del origen de los males y de la forma en que debemos evitar que se deteriore el cuerpo y el alma, con ejercicios y conocimientos, con acción constante, así que continuamos con lo que nos ha legado Bruce Lee y que tan amablemente nos resumió Don Miguel Aristy Rodríguez, en su correo.

“La potencia al golpear viene de una torsión rápida de la cintura, y no de un movimiento oscilante de balanceo”.
“Toma potencia del suelo mediante tus piernas, cintura y espalda”.
“Existen diferentes tipos de aplicaciones de fuerza y debes usar todos ellos”.
“Si crees que tienes un hueco, lánzalo, pero sin dudarlo”.
“La potencia se acentúa mediante la coordinación de todo el cuerpo en el “seguir a través””.
“El cuerpo es el blanco más fácil por la simple razón de que abarca una superficie más extensa que la mandíbula y es menos móvil”.
“Ante todo minimiza todo movimiento de forma que te muevas lo justo para conseguir un efecto máximo sin lanzar ganchos a “lo loco””.
“Tu golpe limpio tiene un ángulo para penetrar en el interior de las defensas del contrario”.
“La esencia de cualquier gancho es que el que lo lanza levanta su codo en el último momento”.
“Aprende a mantener tu furia hasta que puedas golpear a tu contrario”.
“Calibra las iniciativas de tu rival, haz que falle y métete en sus golpes, inclinándote, esquivando o fintando con manos que controlen”.
“A causa de sus muchas variables la lucha debe ser un juego cuidadoso”.
“Toda lucha debe hacerse con velocidad y economía en la mente asó como con potencia”.
“Encuentra una sensación adecuada para la correcta distancia y la postura bien equilibrada”.
“Mezcla y varia tus paradas de forma que el contrario no pueda fijar un plan de ataque”.
“Debe existir una buena sincronización entre cerrar y abrir la distancia”.
“En el Jeet Kune Do se encuentra la firmeza en el movimiento, que es real, fácil y vivo”.
“La esencia del combate es el arte de moverse”.
“Cada movimiento supone la coordinación de manos, pies y cerebro”.
“Condicionar es un proceso por el cual un estímulo específico producirá una reacción específica”.
“Adáptate armoniosamente para formar una sola unidad funcional”.
“Coordina toda la potencia para atacar su punto débil”.
“Conociendo la naturaleza del contrario no será difícil sincronizarlo y convertirlo en una ventaja a nuestro favor”.
“Muchos luchadores cometen el error de inclinarse hacia atrás, sobre su pierna trasera, cuando se defienden”.
“Las tácticas son el trabajo cerebral del combate”.
“Un combatiente debe alcanzar un buen nivel de capacidad técnica antes de que pueda aplicar las tácticas con éxito.
“EL ESPÍRITU ES SIN DUDA EL AGENTE CONTROLADOR DE NUESTRA EXISTENCIA”.
“LA ACCIÓN ES NUESTRA RELACIÓN CON TODO”.
“CUANDO NO EXISTA CENTRO NI CIRCUNFERENCIA, ALLÍ ESTÁ LA VERDAD”

No hay duda de que el entender el funcionamiento de nuestro cuerpo, su forma de reaccionar, su posibilidad de ejercer lo que uno quiere, alcanzar lo que se requiere, soportar el dolor o fortalecer su crecimiento y fortaleza, es parte del buen vivir, de la mejor calidad de vida. El hacer antes que el quejar es, siempre, la clave de superación, hacer para crecer es la base de nuestro desarrollo, pero con armonía, con equilibrio, con destreza y, sobre todo, con conciencia de que estamos tratando con otros seres humanos y no con cosas, que lo importante es relacionarnos y medirnos, no destruirnos, porque la fuerza y la destreza no deben ser usadas para la destrucción o para el mal uso de las capacidades en el sometimiento y explotación de otros seres humanos. Todo conocimiento que sirva debe ser dado a conocer, para que todos lo usen y puedan sacar el mejor provecho para su crecimiento y fortalecimiento, para mejorar su estilo y forma de vida, no para generar conflictos y competencias deshonestas que busquen la intimidación, los miedos y el terror.

Hoy en día, cuando vemos el crecimiento de muchas escuelas de artes marciales y que en ellas, los “maestros”, guían e instruyen para someter, para generar miedo, para “ganar por ganar”, para establecer quién puede someter con terror a los demás o destruir a los que quieran, pensamos que esa mala energía y conocimientos destruyen la esencia del arte marcial y traiciona sus principios y filosofía. Las artes marciales son para que, en su formación y conocimiento, las gentes, puedan establecer sus potencialidades, alcanzar su equilibrio y fortalecer su cuerpo y espíritu para el bien de los demás, no para la destrucción de sus semejantes. Así es bueno reflexionar sobre la fuerza de esos pensamientos de Bruce Lee y de lo que ellos fueron capaces para dar un cambio profundo en muchos seres humanos que, además, han dado paso a nuevas formas de pensamiento y de atención a los males de nuestro tiempo, por medio del fortalecimiento del espíritu y del cuerpo, ayudando a mejorar la salud de todos y el bienestar, por medio de un mejor equilibrio y atención solidaria de los demás. Ojala podamos ser útiles para que esas reflexiones, producto de la experiencia, nos sirvan mejor a todos… y nos lleve a un equilibrio emocional y físico.

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