Sale el ejército, entra la policía

Es un hecho que a los mexicanos nos encanta hacerle al Tio Lolo, es decir: Pentontos solos. La verdad es que en temas de la famosa estrategia para el combate a la delincuencia organizada, aparecen, todos los días, nuevos especialistas y, sobre todo, muchos “voceros” de los funcionarios o los filtradores de información oficial que buscan mejorar la imagen de sus funcionarios, políticos o policías, pero lo que realmente es inaudito son las propias declaraciones, contradictorias, del Presidente, Felipe Calderón. Apenas hace unos días declaraba que no se podía hacer caso a los que demandaban en el país la salida de los soldados de las calles y de la lucha en contra del crimen organizado, y justamente, el día de hoy, los informes nos llegan en el sentido de que “sale el Ejército o se retira el ejército de Ciudad Juárez y toman la ciudad las fuerzas de la Policía Federal”. Cuando menos, así lo anuncia, Facundo Rosas, quién es coordinador general de la Policía Federal, declarando que: “5 mil elementos de esa corporación, cantidad similar a los militares desplegados, asumirán el control de la seguridad en Ciudad Juárez”, detallando una nueva estrategia, inteligencia e investigación del crimen organizado en la entidad, estableciendo los “corredores seguros” en las principales vialidades, operativos de control y vigilancia en bares, cantinas y billares, escuelas y centros de “tratamiento” de adicciones…”

Y además, para que nadie pierda el ritmo de tal jaleo y tales cambios, señala: “El punto floral de esta nueva etapa es que la ciudadanía recupere la confianza, no hemos perdido terreno contra la delincuencia y seguiremos combatiéndolos hasta recuperar la tranquilidad en la ciudad…”, en fin, las acciones, tal parece, que se encaminan a dejar a un lado las mismas declaraciones del presidente en el sentido de que no se saldrían los soldados ni el ejército de las calles, pero, por alguna razón superior a las especulaciones y declaraciones, salen, y llegan los policías federales al mando de Genaro García Luna a dar muestra de lo que seguramente han aprendido por medio de los expertos extranjeros con los cuales se asesoran y con las notas e investigaciones de los norteamericanos, sus servicios de información y sus muchos aparatos de alta tecnología que se van a probar en tal sistema de lucha que, por cierto, algunos legisladores de la “izquierda” han venido denunciando como los nuevos métodos para las guerras que se generarán en el campo contra las guerrillas existentes en el país o las guerras de la contrarrevolución, dicen, esos izquierdistas que hablan mucho, pero que, todo lo pactan, con la ultraderecha en el país…

En fin, todo conocen la gran confianza que tiene el presidente a favor de Genaro García Luna y de los muchos afectos que se profesan, sin embargo, esto mismo ha generado que, en algunos casos, se inicien acciones de golpeteo político contra el Secretario de Seguridad, porque no hay duda que en la política todo se vale y este es un buen conducto para golpear y bajarle los humos, por cierto, bajos, del presidente. Y no hay duda de que si bien existe una “confianza en las acciones del ejército mexicano,” cuando menos, hay muchos conflictos políticos en los que no se les debe involucrar, sobre todo cuando se acercan los tiempos electorales y se pueden utilizar las fallas de los operativos o las violaciones a los derechos humanos en contra de tan importante institución que, sin duda, es el pilar fundamental en el que se controla el poder del mismo presidente de la República y, si falla este, falla toda la estructura del poder político a nivel nacional y entraríamos a una etapa de desestabilización y de anarquía que sería difícil de controlar.

Mientras vemos qué sucede, de lo que no tenemos dudas es que, el Ejército, en Juárez, se retira de los operativos y seguramente la violencia se recrudecerá de tal forma que la violencia será un factor de alto riesgo a la seguridad nacional y entonces, podremos ver nuevos cambios, mientras tanto, la policía tiene la última palabra y esperemos que sepa actuar y respetar los derechos y garantías de los ciudadanos… que se han violentado tanto.