martes, 27 de abril de 2010

Onésimo y los pobres

Reflexionando, el tío Lolo dice que lo primero que hay que tener para enfrentar la vida son los testículos, porque sin ellos, sean de hombre o de mujer, definidos como aparatos reproductores, es lo que garantiza la vida ya sea la que está o la que viene… y es verdad, sin valor, que es el equivalente a tener los testículos por delante, no hay forma de entender la vida y de llevarla como debe de ser.

Así, algunos, consideran el cinismo como un equivalente del valor cuando en verdad que no es así, por esa razón no hay duda de que el obispo Enésimo Zepeda, que lo es de Ecatepec, que lo vemos comiendo o jugando golf con lo más selecto de la “sociedad mexicana” o que vemos que en sus cumpleaños se juntan muchos políticos, prominentes hombres de empresa, banqueros, policías, gobernadores, se pude dar el lujo, tal como lo han denunciado, de prestar, con un simple documento, más de cien millones de dólares en efectivo a una viuda inmensamente rica y todo esto, se conoce, cuando existen los pleitos reales entre los deudos o los que recibirán la herencia y no aceptan el documento de la muerta para garantizar el valor de muchas pinturas de enorme valor comercial en el mundo. No hay duda que siendo inmensamente rico el obispo Enésimo, debe tener fortuna en dólares que le permiten especular con los mismos y dar en préstamo a los ricos muy ricos de este país, porque no se puede entender que los ricos pidan prestado más de cien millones de dólares en efectivo sino es para hacer algún gran negocio y esta fortuna, debe estar perfectamente garantizada, porque si algo tiene el Obispo son cuates banqueros que le pueden asesorar para que no ponga en riesgo más de cien millones de dólares en efectivo por un préstamo a una señora rica…

En fin, las denuncias están puestas en la PGR por un presunto “lavado de dinero” por parte del Obispo y, para los malestares que ocasiona a un grupo selecto de viejas beatas que sin duda darán rezos y responsos para que el obispo salga bien librado de esas acusaciones, cuando menos, tendrá que decir de dónde heredó esa inmensa fortuna en dólares o cómo la conservó sin que las autoridades hacendarias se dieran cuenta y también se ocultaran a los expertos contadores del Vaticano que nada dejan sin ver…

Y, mientras un obispo de la población de Ecatepec, puede acumular fortunas superiores a los cien millones de dólares en efectivo, los datos duros de la realidad en el país nos deben hacer sentir vergüenza a todos los mexicanos. En la revista Expansión, un artículo de Jorge Romero León, que es un consultor especializado en presupuestos y políticas públicas, escribe, sobre LA POBREZA QUE VIENE y dice, entre otras muchas cosas: “Con esta base, reincorporar a los más pobres al aparato productivo será complicado. Y hay muchos pobres. Habrá aun más al finalizar el año. Si la tendencia observada en el último bienio se mantiene , al terminar 2010 habrá entre ocho y 12 millones de pobres más de los que había en 2006. Ello nos colocaría en niveles de pobreza y pobreza extrema cercanos o superiores a los del año 2000, y representaría un retroceso de décadas en materia de combate a la pobreza.”

“Entre 2006 y 2008, el número de personas en pobreza extrema (las que no tienen suficiente para alimentarse aún si dedican todo su ingreso a ello) aumentó 5.1 millones, para un total de 19.5 millones. El número de pobres creció en 5.9 millones, para un total de 50.6 millones. En otras palabras, cinco de cada 10 mexicanos son pobres, y dos de cada 10 mexicanos no tienen ni para comer. Estos datos todavía no consideran el impacto directo de la crisis, en 2009, y aunque contamos con datos para valorar cómo se incrementó la pobreza durante el período de crisis hasta 2011, es un hecho que aumentará considerablemente”.

“Por qué resultó ser tan vulnerable la sociedad mexicana a las condiciones adversas?. Porque no se han afianzado las condiciones estructurales para promover la inclusión y la equidad. No se ha generado infraestructura para garantizar atención médica, educación y oportunidades productivas a los más pobres; ni se han generado condiciones de empleo suficientes para romper con el círculo vicioso de la pobreza. Sin estas condiciones, el limitado alcance de las transferencias condicionadas (el programa Oportunidades), a pesar de todas sus ventajas, es patentemente insuficiente. Si a ello sumamos el drástico desplome de las remesas, que representan ocho veces el monto del subsidio directo a los más pobres (la sola caída, de 15% en las remesas en 2009 es de 1.5 veces el total ejercido por el programa oportunidades en el año), es evidente que el impacto de la crisis en las comunidades marginadas no puede ser mitigado por programas paliativos en el corto plazo”.

Y mientras esto sucede, un Obispo mexicano, puede prestar en efectivo más de cien millones de dólares a una señora y después ejercer presión para que le devuelvan su fortuna y meterse en líos tales que se llevan a la prensa y a los tribunales… en fin, por eso estamos como estamos: Tragamos santos y cagamos diablos…

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