martes, 13 de abril de 2010

Costos políticos en Oaxaca

El día de ayer NO estando invitado al evento donde toma protesta Eviel Pérez Magaña como candidato del PRI al gobierno de Oaxaca, tuve que asistir, obligadamente, porque las marchas de “acarrados” portando camisetas rojas nos obligaban a ir en su línea ante el desorden de los agentes de tránsito y ante la fuerza de los organizadores que para esto están. Cientos de automovilistas que tenemos por fuerza circular por el centro de la ciudad, tuvimos este problema por varias horas y no dudamos que está bien el que se manifieste y que se realicen tales eventos, es su derecho y, tal vez, es la obligación para demostrar sus “apoyos y fuerza de campaña”, pero la realidad es que los oaxaqueños o los mexicanos en general, están cansados de que siempre se les atraviesan las marchas o les impiden circular los plantones que realizan con cualquier pretexto los manifestantes que rara vez acuden por convicción y conciencia, sino que van como “borreguitos”, acarreados a los eventos políticos de los manipuladores, que son los que sacan la raja y obtienen los negocios o puestos en la política por tal actividad”. La realidad y lo hemos visto muchas veces es que tales movilizaciones solamente son para la foto y para que los “dirigentes políticos de los partidos” o el gobernador o la líder del PRI o los delegados y gobernadores amigos, vean la capacidad de “movilización “ que normalmente cuestan muchos millones de pesos y, por experiencia, sabemos que cuando solamente se moviliza y no se genera conciencia ni aceptan la convicción y el compromiso social, esas movilizaciones solamente sirven para ocultar las maniobras políticas cuando se realizan los fraudes electorales o cuando sirven para justificar la manipulación de votos, cuando lo que se denomina “voto verde”, puede ser impuesto en las urnas para dar una mayoría al candidato oficial o bien, a pesar de tales movilizaciones, se ha comprobado, en Oaxaca y otras entidades, que cuando las gentes están cansadas y no tienen ya confianza ni gozan de credibilidad sus dirigentes políticos, a pesar de las movilizaciones de “borregos”, ellos, al votar, obligan el cambio, al ofrecer su voto a otro candidato y esto es lo que, cuando menos, se espera en la capital, donde existe una gran molestia ante los rumores de las nuevas imposiciones de alguna protegida funcionaria en el ánimo de Ulises Ruíz… pero esperemos, porque el tiempo es el que marca la verdad y dicta la voluntad popular cuando, efectivamente, se respetan los proceso electorales con limpieza y honestidad…

En fin, lo importante es que el proceso político electoral es una realidad y a pesar de los rumores y malas vibras cuando se habla de acciones violentas o respuestas represivas, por parte de los grupos contendientes, donde se dice que el temor o el terror que le tienen a Gabino Cué, puede llegar a la violencia o a los atentados a su seguridad personal, es una manifestación, no solamente de miedo, sino de brutalidad política y no podemos dejar de pensar que muchos de los grandes “enemigos” que a lo largo de cinco años de gobierno se ha buscado Ulises Ruíz, pueda utilizar tal situación para generar un acto de violencia que sirva para culparle a él y provocar la desestabilización del proceso político no solamente a nivel estatal sino a nivel nacional… por esa razón, están obligados, el gobierno estatal y el federal, a brindar la seguridad al proceso y a los candidatos de todos los partidos políticos, de otra manera, esto, en vez de ser una “fiesta por la democracia,” será una tragedia de la democracia y un inicio de la violencia y la represión política en la entidad.

Sin duda, quién señala que tal o cual candidato puede tener y gozar la mayoría esta especulando, la realidad no se conocerá hasta el momento del recuento de votos y de la capacidad de organización en cada casilla electoral y esto, no solo es una obligación de los partidos y socios o amigos de los candidatos, sino de todos. La vigilancia en el proceso electoral es básica y, sin duda, por las crisis que se han sucedido en la entidad, los oaxaqueños, estarán al pendiente de tal situación.

Lo que tal vez deben entender los políticos y gobernantes es que a los ciudadanos en general les importa poco quién será el gobernador o el senador o diputado federal, lo que realmente les afecta y saben que así es, es la selección de su candidato a presidente municipal y a diputado local, porque ellos sí se conocen en cada municipio y saben de los beneficios o maleficios que les pueden acarrear si se dejan imponer a los que no quieren, solamente, porque los poderosos así lo determinan… esta debe ser una lección que Ulises Ruíz debe de tener presente, porque es un político experimentado a pesar de que, cada “uno, tiene su corazoncito” y, muchas veces, en política, más vale sacrificar a los afectos y dar paso a las eficiencias, porque los costos políticos pueden ser brutales,… bueno, es lo que marca la experiencia y como él es un político de experiencia creemos que no viene mal el consejo, lo acepte o no, cuando menos, es de buena fe y honesto, finalmente, en lo personal, nos importa un comino quién pueda llegar a un puesto político, pero estamos cansados de que en el oportunismo y el arribismo político, solamente lleguen LAS que hacen negocios y no los políticos o políticas que tienen amor a la camiseta y conocimientos … EN FIN, si se equivoca, los costos, serán brutales y violentos…y no justos para Oaxaca.

Si vemos, con preocupación, que la violencia es la constante en el país, que no existe una ruta y un buen gobierno con confianza y que goce de credibilidad, los mexicanos también sabemos que el resultado de la gestión de Felipe Calderón, lo quieran o no reconocer sus fans, socios y cómplices que le hacen mucho al tío Lolo, engañándose solos, es que, en tres años de “esta guerra” declarada y solamente aceptada por él, sus socios y cómplices, llevamos más de 18 mil muertos y, según los expertos, si continúa la tendencia, Calderón “entregará a su sucesor unas 50 mil actas de defunción como parte de guerra”… por algo, Jacobo Sabludovsky, en su columna BUCARELI, del día 12 de abril, dice, con toda claridad: “Si el gobierno gobernara con una visión de futuro y no sólo con el propósito de mantener a su partido en los PINOS, estaría formulando un programa de recuperación de México para que el día de la paz no llegue como un mal necesario, como una época de miseria sin guerra en la que la prosperidad generada y regida por delincuentes sea sustituida por una tranquilidad sin rumbo. Necesitamos pan en vez de balas. Más de 40% de los mexicanos no tienen acceso a hospitales ni medicinas, 10% son analfabetas, 75% no terminan la secundaria, uno de cada 10 aspirantes logra entrar a la UNAM, faltan empleos, seguridad en el futuro, agua potable, drenajes, caminos, medidas efectivas contra la concentración de capitales frente al empobrecimiento de más del 50% de la población. Ha fallado la lucha contra la corrupción y no se abren las puertas de los puestos de elección popular a ciudadanos que reviven la esperanza en los políticos y la política”.

“Es en tiempos de crisis donde se acunan los grandes cambios. Son los obstáculos y las dificultades los factores que miden el tamaño de los estadistas. Este sería el momento de cambiar la estrategia de una guerra perdida y emplear los recursos para que en un proyecto de nación estructurado a largo plazo sobre la base de la satisfacción de necesidades que lejos de haber sido satisfechas han crecido en todos sentidos”.

“ SI NO, AL LLEGAR LA PAZ NO TENDREMOS SIQUIERA UN ENEMIGO A QUIEN CULPAR”.

Y cuando vemos este panorama, no sabemos si reír o llorar, pero no faltan las ganas de luchar por un México más justo, más legal, más serio, más honesto, más humano, más leal y sincero y, con buen suerte, sin políticos falsos, rateros y mediocres…ojala, se nos haga el milagrito…no podemos perder la esperanza ni dejar de orar para pedirlo…

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