miércoles, 2 de diciembre de 2009

Las 48 leyes del poder (séptima lección)

HABLAR SOBRE EL PODER NO ES HABLAR DE LA MANIPULACIÓN DE LAS GENTES, ES PRETENDER ENTENDER SUS LEYES para poderlas utilizar mejor. La manipulación es parte del poder, pero no es la mejor parte del mismo. Al paso del tiempo se descubre este perverso juego y se destruyen los canales del control en el mismo o se alientan las formas violentas de resistencia. Tampoco es hablar del espionaje, tan de moda hoy en día. Las gentes del poder utilizan el espionaje como una manera para controlar y manipular, imponiendo sus condiciones o generando chantajes o represiones. Esto es lo que hoy utiliza el gobierno de la ultraderecha, pero también lo usan los gobiernos de izquierda o de centro, los políticos, los funcionarios y los policías, son adictos al espionaje, al igual que los banqueros, los financieros y los empresarios, los militares pero, sobretodo, se utiliza, cuando el gobierno no está firme, porque no cuenta con el respaldo popular y no existe una legitimación en sus actos, porque los actos del mal gobierno no se aceptan por las mayorías a pesar de que éstas sean manipuladas, controladas o reprimidas… como lo estamos hoy en día. Así continuaremos escribiendo sobre las ideas contenidas en el libro escrito por Robert Greene, “LAS 48 LEYES DEL PODER”, EDITADO POR OCEANO.

LEY 28: “ENTRA EN ACCIÓN CON OSADÍA”.

“Si estás inseguro del rumbo de una acción, no la emprendas. Tus dudas y vacilaciones contagiarán la realización. La timidez es peligrosa; es mejor arremeter con osadía. Cualquier error que cometas por audacia es fácil de corregir con más audacia. Todos admiran al osado; nadie honra al tímido”.

“la mayoría somos tímidos. Queremos evitar la tensión y el conflicto, y queremos agradar a todos. Podríamos contemplar una acción osada, pero rara vez la llevaríamos a la realidad. Nos aterran las consecuencias, lo que los demás podrían pensar de nosotros, la hostilidad que provocaremos si nos atrevemos a rebasar nuestros límites habituales.”

“Debes practicar y desarrollar tu osadía. A menudo encontrarás aplicaciones para ella. El mejor punto de partida suele ser el delicado mundo de la negociación, en particular las conversaciones en las que se te pide fijar tu precio. ¡cuán a menudo nos bajamos pidiendo demasiado poco!. Cuando Cristóbal Colón propuso a la corte española financiar su viaje a América, exigió asimismo, en forma extremadamente osada, que se le llamara gran Almirante de la Mar Oceana. La corte aceptó. El precio que pidió fue el que recibió; exigió que se le tratara con respeto, y así fue. También Henry Kissinger sabía que. En la negociación, las demandas osadas dan mejores resultados que empezar con pequeñas concesiones y tratar de satisfacer a medias a la otra persona. Cotízate alto, y aún más alto después”.

LEY 29: “IDEA TODO EL TRAYECTO HASTA EL FINAL”.

“El final lo es todo. Idea todo el trayecto hasta él, tomando en cuenta todas las posibles consecuencias, obstáculos y giros de suerte que pudieran revertir tu intenso trabajo y ceder la gloria a otros. Al idear hasta el final no serás arrollado por las circunstancias y sabrás en qué momento detenerte. Guía con delicadeza a la suerte y contribuye a determinar el futuro pensando las cosas con anticipación”.

“Según el cardenal Retz, “la causa más común de los errores de las personas es su enorme alarma ante el peligro presente, e insuficiente ante el remoto… Así, gran parte del poder no reside en lo que haces , sino en lo que no haces; los actos necios y precipitados que omites para no meterte en problemas. Proyecta en detalle antes de actuar…”

LEY 30: “PROCURA QUE TUS LOGROS PAREZCAN FÁCILES”.

“Tus acciones deben parecer naturales y fáciles de realizar. Todo el esfuerzo y práctica que va en ellas, y así como todas las habilidades del oficio, deben encubrirse. Al actuar, hazlo sin esfuerzo alguno, como si pudieras hacer muchas cosas más. Evita la tentación de revelar cuánto trabajas; esto sólo haría surgir preguntas. No enseñes tus habilidades a nadie, o las usarán en tu contra.”

“… Cuando revelas el funcionamiento de tu creación, te vuelves un mortal más entre otros. Lo comprensible no impone: nos decimos que nosotros también podríamos hacerlo si tuviéramos tiempo y dinero. Evita la tentación de mostrar lo listo que eres; es mucho más inteligente encubrir el mecanismo de tu habilidad”.

“Hay otra razón para encubrir tus trucos y atajos: cuando sueltas esta información, das a los demás ideas que pueden usar en tu contra. Pierdes las ventajas de mantener un secreto… Recuerda: cuanto más misterio rodee a tus acciones, más imponente parecerá tu poder. Semejarás ser el único capaz de hacer lo que haces: y la apariencia de tener un don exclusivo es sumamente poderosa…”

Ley 31: “CONTROLA LAS OPCIONES; PERSUADE A LOS DEMÁS PARA QUE JUEGUEN CON LAS CARTAS QUE TÚ DAS”.

“Los mejores engaños son los que parecen dar una opción a la otra persona: tus víctimas creen tener el control, pero en realidad son tus títeres. Da a los demás opciones que resulten en tu favor escojan las que escojan. Oblígalos a decidir entre el menor de dos males, ambos útiles a tu propósito. Ponlos entre la espada y la pared; se herirán donde quiera que vayan”.

LEY 32: “JUEGA CON LAS FANTASÍAS DE LOS DEMÁS”.

“La verdad suele evitarse porque es inquietante y desagradable. Nunca apeles a la verdad y a la realidad, a menos que estés preparado para el enojo que resulta del desencanto. La vida es tan severa y penosa que quienes pueden fabricar romances y evocar fantasías son como oasis en el desierto: todos acuden a ellos. Hay numeroso poder en explotar en las fantasías de las masas”.

LEY 33: “DESCUBRE EL TALÓN DE AQUILES DE LOS DEMÁS”.

“Todos tenemos una debilidad, una grieta en la muralla del castillo., esa debilidad es usualmente una inseguridad, una emoción o necesidad incontrolable; también puede ser un pequeño placer secreto. De uno u otro modo, una vez descubierta es un talón de Aquiles del que puedes sacar provecho”… este es el mecanismo por el cual los grupos de la policías, los políticos y los financieros, pueden emprender, sin “culpa”, el espionaje de los demás con el fin de manipularles y controlarles. Por ello decía un amigo mío: “Anteriormente, cuando triunfabas y tenías éxito, los demás decían que tenías una gran suerte, que si te tirabas de cabeza caías parado. Después, decían que lo que pasaba es que eras un corrupto y manipulador. Posteriormente, decían que eras un traficante de influencias. Después, que eras maricón y tenías amoríos secretos con los hombres del poder y hoy, de acuerdo a los tiempos, si tienes éxito y triunfas en los negocios o en la política, pues, eres, seguramente, narcotraficante.

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