martes, 29 de diciembre de 2009

Las verdaderas intenciones represivas


No tengo la menor duda de que los hombres somos los únicos animales, sí, animales, que metemos la pata dos veces en el mismo agujero o que cometemos siempre los mismos errores como si fuéramos inducidos para la maldad y las equivocaciones. No importa que el día de hoy sea el día de los Santos Inocentes, porque si bien ellos fueron las víctimas de la represión y del odio, de la intolerancia, de la ambición, el manejo que se brinda el día de hoy a los “santos inocentes” es el del engaño, la muestra es que al solicitar en préstamo alguna cosa y alguien y se olvida del día que es hoy, se le roba, se le despoja al grito de: “inocente palomita que te dejaste engañar” y como si esto fuera verdad, el día de hoy, la Secretaría de Hacienda Y Crédito Público, decreta el aumento a la gasolina Magna y claro está, “inocentes palomitas que nos dejamos engañar” y nos roban los dineros que con mucho esfuerzo ganamos en los duros días de trabajo, y esto si tenemos el trabajo, porque como van las cosas, lo más seguro es que solamente tendrán trabajo los malandrines, los políticos, los funcionarios, los banqueros, los especuladores financieros, los rateros, los narcos, los policías y en fin, esa banda de hamponcetes que son los que hacen de cuadritos la vida de las mayorías para que ellos vivan en la abundancia y en la prosperidad… total, como decía el cuento de la abuelita: “no hay problema…. para eso aquí estamos todos sus pentontos, para servirles y apoyarles en todo lo que quieran”.

Hace algunos días, escribía que los ciudadanos ahora tenemos que defendernos de los malandrines, rateros, especuladores, policías, políticos, funcionarios, asesinos, taxistas, comerciantes y, se suponía que el gobierno y sus funcionarios, ahora, convertidos en secuaces, nos tendrían que defender… y, claro, “inocentes palomitas que nos dejamos engañar” y cuando ponemos los pies en el suelo, en la realidad, nos damos cuenta que somos inocentes, víctimas de los funcionarios, de los políticos, policías, especuladores financieros, comerciantes, y sobre todo, de los “tecnócratas de la SHCP”. Claro, ellos, no tienen que preocuparse porque cuando realizan bien su trabajo de esquilmar los recursos a los miembros del infeliciaje nacional, son premiados con nuevos puestos en el Banco de México, como ahora está Agustín Carstens, sobándose los traseros y los lomos y tragando lo que debe tragar para conservar su peso, su desfachatez y cinismo, finalmente, cuando deje el “hueso,” tendrá una pensión de por vida, que pagaremos los ciudadanos vía impuestos, de más de 190 mil pesos mensuales, independientemente de los grandes negocios, transas y canonjías que llevará hasta la tumba, por algo deben premiar a los funcionarios que roban tan bien al pueblo de México y los deben de proteger ante la furia popular…

Lo curioso es que también se dan los nuevos escándalos para distraer la atención de los ciudadanos y para darnos “atole con el dedo”, por eso tenemos que escuchar y ver los comerciales en donde se nos explica, como si fuéramos retrasados mentales, que las cosas están cambiando y que, próximamente, los mexicanos, gozaremos de nuevas mieles y de mejor nivel y calidad de vida… total, en la publicidad política, prometer no empobrece y no cuesta o se requiere de gasto corriente. Si no puede el gobierno solucionar las cosas del pueblo y sus demandas, pues, para ello, tiene el recurso de la publicidad política, de los escándalos que buscan distraernos de las cuestiones fundamentales, de la represión ejercida por varias vías y, sobre todo, puede imponer la brutalidad represiva, tal como lo viene denunciando uno de los arzobispos más informados del país, cuando sostiene que existe una política de represión y de eliminación de los delincuentes o de los ciudadanos que buscan encabezar algunas formas de protesta popular o de demandas populares. Esto, es totalmente cierto, es parte de una bien trazada y diseñada política represiva que tiene como finalidad la de establecer una imposición de fuerza pública, encabezada por los paramilitares o los grupos que están entrenados para eliminar a cualquier ciudadano, sea o no delincuente, obedeciendo, incondicionalmente, las instrucciones de un grupo especial de funcionarios que se encargan de establecer tal política en todo el país. LA NUEVA ETAPA DE LA “GUERRA SUCIA”.

Este mismo sistema se estableció con el pretexto de eliminar a los grupos guerrilleros, y ahora, también, se aplicará para la eliminación de muchos de esos grupos, pero aplicando la publicidad política de que se está luchando en contra del “terrorismo” o del narcoterrorismo. La idea es eliminar, no detener o controlar a los grupos de acción social o contra los grupos de la delincuencia organizada, y esto se hace para evitar los escándalos y los reclamos de las inversiones que “administran” muchos empresarios, banqueros, especuladores financieros, políticos, funcionarios o policías. En esta forma se logró, hace algunos años, que se asesinaran a varios de los más importantes dirigentes del narcotráfico en el país y se mostraban los casos como si fuera una simple eliminación entre grupos del propio narcotráfico, pero la realidad es que, con esa forma de eliminación, se lograba evitar los escándalos políticos y las denuncias de protección en contra de los policías, funcionarios, políticos, banqueros, empresarios y, sobre todo, para que no pudieran reclamar las fortunas que les habían dado para su “administración y custodia”, es así como muchos empresarios y demás fauna que todos conocemos, lograron acumular enormes fortunas que provenían de los recursos de la misma delincuencia organizada en todo el país. Si bien decía mi abuelito: “El dinero, está donde está el peligro, las prostitutas, las drogas y el alcohol…”

La estrategia es de no dejarnos pensar, por un lado, nos agobian con los aumentos de impuestos, precios, nuevas reglamentaciones, nos imponen nuevas formas de control que les facilite el espionaje y el mecanismo de eliminación o de control de los ciudadanos, por ello, las nuevas formas de establecer las células de identidad, que además de establecer todo el control de los ciudadanos y sus actividades, de facilitar el espionaje político y social por parte de las policías políticas del gobierno, nos costarán a los ciudadanos una enorme fortuna y se logrará hacer, por parte de un selecto grupo de socios y cómplices del gobierno y de sus funcionarios, un gran negocio…

La idea es que nadie deje de pagar los impuestos, las multas, tenernos a la mano para realizar el espionaje en contra de nuestras familias o de cada uno de nosotros con el fin de poder controlar y establecer el “grado de peligrosidad individual” y, con esa idea, poder encarcelar, vigilar, espiar o eliminar a los ciudadanos que sean considerados “enemigos del régimen político” actual, solamente, se pueden respetar a los que son incondicionales servidores y aliados del nuevo grupo de fascistas que nos gobiernan en el país.

El criterio del “terrorismo” lo han impuesto los norteamericanos que son los que mandan en México, ya que las autoridades y los “gobernantes”, solamente, se sostienen por la fuerza de este país y de su política represiva, de tal forma que, para cuidar su seguridad, la de los gringos, los mexicanos, tenemos que hacer grandes inversiones y someter a la población a una política represiva, intimidatoria, de espionaje total y claro, la verdad es que, con el cuento de la seguridad, que no tenemos los ciudadanos mexicanos, ellos, hacen grandes negocios e imponen una política represiva en el país, con gobernantes que les son totalmente fieles e incondicionales a su forma de ser y a la defensa de sus intereses, aún, cuando esa forma de ser e intereses, sean contrarios a la forma de ser y a los intereses de los mexicanos. Los entreguistas son así y no hay forma de cambiar el esquema de represión en contra de los ciudadanos, a menos,,,… claro está, que tengamos nuevas organizaciones y claridad política y no nos sometamos a la voluntad de los políticos y policías ligados al gobierno actual… pero claro, es el día de los Santos Inocentes, así qué chingaos…

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