jueves, 17 de diciembre de 2009

La soberbia dentro de la política


En las últimas semanas hemos visto algunas detenciones o confrontaciones entre los grupos de la delincuencia organizada y las autoridades, son varias las organizaciones civiles y religiosas que hablan de las violaciones de derechos y garantías constitucionales que son sistemáticamente violadas por los cuerpos de seguridad y se tendría que hablar, también, de esa violación que constantemente se genera por la actividad de los grupos delictivos, cuando muchas familias ven violentados todos sus derechos y se les secuestra o se les impone condiciones difíciles de cumplir, con tal de que ellos puedan cobrar las cuotas y otras “contribuciones” a las que someten a muchos grupos que, hoy, se deciden a denunciar esos eventos y actos.

Normalmente, cuando se piensa que esos enfrentamientos se dan con las autoridades, se pensaría que se realizan dentro de las actividades delictivas y no en las fiestas y francachelas a las que acostumbran asistir y donde se ven amenizados por grupos que hoy, se ven cuestionados por las autoridades y ciudadanos ya que, tal parece, existe una tendencia a evitar que se trasmitan los “famoso narco-corridos” que son tan comunes en todo tipo de fiestas, en muchos lugares del país.

Hace ya varios meses que, por diferentes medios, se ha cuestionado a los compositores y a los grupos “norteños” que han popularizado muchos de los narco-corridos. En algunos casos, se ha dicho que los compositores de los mismos lo hacen por “encargo” y que, para ello, reciben enormes cantidades de dinero de los personajes que pagan para darse el gusto de su corrido, donde supuestamente cuentan sus hazañas. No dudamos que en algunos casos, esto, sea cierto y que, los personajes que están en los grupos de la delincuencia organizada han sabido utilizar los corridos para darse una mejor publicidad en el país, pero la realidad es que, normalmente, en todos los casos, lo que es más creíble es que esos jefes de jefes, lo que buscan en vez de publicidad es pasar desapercibidos, en todos los lugares donde están o realizan sus actividades.

Hace unos días, comentando con un grupo de amigos que conocen mucho del tema de los corridos, me platicaban el caso de un “famoso narcotraficante de Laredo” en donde se contaba que, su mejor hazaña, era el de haber muerto junto con otros cuatro acompañantes en un accidente, cuando transportaban droga, en un vocho, desde Durango a la frontera… y ya nos podemos imaginar la clase de “grandes cápos” que eran estos personajes ya que, uno de ellos, había sido conocido por alguno de los que comentaban el asunto y hablaban que era un hombre, al igual que sus acompañantes, muy robusto, gordinflón, y que todos en el rumbo y en la colonia sabían que se dedicaba a las actividades ilícitas y que, normalmente, ocupaba camionetas viejas y “chuecas”, porque no tenía dónde caerse muerto y, pensando en que en ese vocho viajaban cinco gentes robustas, gordas, ya nos podíamos imaginar que esos súper narcotraficantes solo podían traer unos cuántos gramos de mariguana en los bolsillos, porque todo el espacio lo ocupaban los “batos” aquellos…, así que el famoso corrido, grabado y vendido en muchas copias en toda la ciudad, es más fantasía que realidad en su cuento… y así, normalmente, están los demás corridos que son más bien para tener ocupados, con pobre cultura, a los lugareños, que no tienen más en qué entretenerse que en escuchar esos corridos, porque saben o conocieron de los personajes, tomar cerveza o como dicen en aquellos pueblos: “los hombres, mijo, solamente se deben emborrachar, pelearse, golpearse o madrear a las mujeres pa que entiendan” y, en esa cultura, es cómo se pierden vidas y se acaban otras más, muchas más.

La realidad es que las últimas detenciones que se han operado en varias ciudades, se han logrado gracias a la información de inteligencia de los agentes norteamericanos que la han realizado por varios mecanismos, por la filtración de las pachangas a las que son citados los jefes y sus secuaces para festejar el fin de año, realizar sus posadas, festejar a las lupitas o bien, con otros pretextos, en los cuales puedan llevar a las chicas del tacón dorado, donde ellas mismas hablan de la asistencia a sus fiestas, de la contratación de meseros que son citados a esas francachelas de varios días, por la vigilancia que se tiene a los grupos de narco músicos que son tan populares entre esos cápos y, sobre todo, a las denuncias que hacen los vecinos que no aguantan esos gritos y balazos que realizan en tales fiestas y que duran varios días a todas horas… y así, con esa labor de “inteligencia” es como, con las pachangas, medio borrachos, en muchos casos totalmente desvelados y drogados, es como se han logrado detener a muchos de los personajes importantes, claro que, los de verdad, no los alcanzan jamás, muchas veces, porque queda la duda de que, los policías destinados a tales operativos, se tropezaron,… pero con las maletas de dinero que les pusieron los cápos para hacerles difícil su captura…

Y bueno, cuando tenemos a un país de pésima calidad educativa, con un promedio de cuarto año de primaria, no podemos pedirle peras al olmo y menos que, los ciudadanos, se empeñen en escuchar música clásica o espectáculos donde la cultura sea la principal actividad. Al contrario, la realidad es que esa culpa la tienen los funcionarios del gobierno, los maestros mediocres y que faltos a su vocación han permitido que se les manipule por medio del sindicato de maestros y se controlen sus actividades y recursos por medio de la “líder moral”, Elba Esther Gordillo, que solamente les ha sido fiel en su compromiso a los presidentes, con tal de no mostrar la realidad, trágica realidad, del fracaso educativo a nivel nacional.

La perdida de empleos que se ha agudizado en los gobierno panistas y que ha afectado seriamente la credibilidad y la confianza que se tenía por Felipe Calderón, cuando se mostraba como “el presidente del empleo” y ha demostrado ser solo el presidente del desempleo, ayuda a profundizar esta crisis de la que tanto se habla hoy con alarma, como si los funcionarios se dieran cuenta hasta el día de hoy que existen narco corridos, que lastiman a sus castos y cultos sentidos. La realidad es que la expansión de la cultura de los corridos y la música norteña se ha propiciado por las grandes empresas disqueras que son empresas con capital extranjero y por medio de la obligación que se les genera a las radiodifusoras para que pongan, en su programación, dicha música, sin control de ninguna especie. Pero además, nadie podrá negar la atracción que tienen tales grupos y son los promotores “artísticos” que, aliados con empresarios “respetables” y con funcionarios estatales o municipales, promueven los espectáculos de los grupos de tal naturaleza y que son un gran negocio en muchos sitios.

La cultura, también se muestra en los vestidos y en la producción de alhajas y botas de pieles exóticas y caras, en las revistas de modas o en las revistas de espectáculos de chismes y escándalos es donde más se promociona este tipo de vestimenta, con la cultura del vestir al “estilo narco”… claro, también hay para los naco juniors otro tipo de música, otros viajes, otra vestimenta, otras joyas, en fin, el mercado es amplio y variado y no hay duda que en todo este enredo, en vez de utilizar los métodos represivos como lo pretenden hacer algunos policías políticos, deberían de hacer una autocrítica para entender el por qué se dan esas muestras y de cómo podemos establecer una política cultural donde se cambien esos usos y costumbres entre la sociedad. Es claro que, las detenciones de esos “famosos cápos”, han sido de chiripa y por denuncias ciudadanas y no por el esfuerzo y cumplimiento de su obligación de parte de policías y paramilitares, a los que pagamos los ciudadanos y algunos narcos, por sus “servicios”, ya que, lo que no tenemos, es seguridad, ni paz social… pero sí muchos narco-corridos con todo tipo de personajes… ojala también se produjera otro tipo de cine y de novelas… pero no son negoicio.

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