jueves, 3 de diciembre de 2009

Testigos protegidos: delincuentes con impunidad

Sin duda, muchos, serán los que criticarán la figura de protección e impunidad con que algunos policías dan protección a los delincuentes que les sirven, han sido sus cómplices o socios en las acciones ligadas que sostienen con la delincuencia organizada. No hay duda de que no existen delincuentes arrepentidos sino delincuentes que mantienen las consignas de otros funcionarios, policías, políticos o delincuentes en activo para ser los instrumentos y acusar, de “oídas” o de chismes, a otros delincuentes o para incriminar a ciudadanos que no tienen nada que ver con las actividades delictivas. Esto es igual que lo que viene sucediendo con la figura de las “denuncias anónimas,” donde los enemigos de los ciudadanos, los propios delincuentes, los policías o funcionarios pueden entrar a robar, violentar a las casas de cualquiera, para darle un “calambre” , para meter drogas o armas y poder incriminar a los enemigos de los funcionarios, políticos o policías, y con ese cuento, vemos una gran cantidad de injusticias donde los jueces y los políticos, los diputados, son cómplices de tales arbitrariedades y violación a los derechos y garantías constitucionales y civiles de los mexicanos… pero, con el cuento de la seguridad, provocada por la ineficiencia, las complicidades o corruptelas de los propios funcionarios, políticos y policías, se engaña al presidente Felipe Calderón, que ya no sabe ni dónde se encuentra parado.

Es terrible para cualquier funcionario, político o policía que para tomar determinaciones y acciones tengan que realizarlas por medio de la información que otros les brindan, y desconociendo la realidad, caen en los engaños de los que manipulan esa información en su provecho. Por comodidad, por complicidades, por las corruptelas, se genera la figura del “testigo protegido”, porque la verdad es que en este mecanismo lo que ha ligado a los policías, funcionarios, jueces, políticos, empresarios con la delincuencia organizada y con sus miembros, es el servicio que les han prestado los delincuentes a ellos, y para evitar que lleguen a la cárcel y paguen a la sociedad por sus males, ellos mismos les protegen bajo este esquema donde les permiten conservar sus propiedades, fortunas y sobre todo, con impunidad y protección, con pagos por sus “servicios” que en realidad son el pago que ellos les dan para garantizar su silencio y que no descubran esa inmensa red de complicidades que son las que sostienen por vida con todos esos grupos.

Hoy, la verdad es que a los delincuentes se les está utilizando para que ellos sean los que realicen la LIMPIEZA SOCIAL en contra de los líderes sociales y contra los delincuentes que no tienen controlados y a su servicio. Esto es brutal, porque la realidad social en nuestro país está provocando grandes inconformidades sociales y violencia política que puede desembocar en las protestas políticas y populares, por esa razón, los grupos de la derecha en el poder, operan con visión para controlarla por medio de políticas represivas, y es esa la razón por la que en vez de privilegiar la política social y de solidaridad, privilegian la política represiva, aumentando los grupos de policías y de cuerpos represivos, instrumentando las famosas células de identidad que no tienen más objetivo que tener un control brutal en contra de los ciudadanos, con políticas de aumento de impuestos para que los ciudadanos no tengan tiempo para operar su independencia por medio de una mejor calidad de vida y educación. Así, van seleccionando a sus cuadros y motivando a sus jefes en la represión, y este mecanismo es el que les permite, a los grupos represivos del poder, controlar y manipular a la sociedad.

No hay duda que en este esquema es que se han desarrollado las políticas de impunidad a favor de los delincuentes bajo la figura de “testigo protegido,” y la verdad es que, este mecanismo debe ser utilizado para los ciudadanos que, valientemente, denuncien las actividades delictivas o a los delincuentes, pero esto no lo hace la sociedad por la sencilla razón de que la experiencia nos dice que, policías, autoridades, políticos y funcionarios son los que están coludidos con los delincuentes o son, en la realidad, los jefes de los grupos de la delincuencia organizada.

Cuando se habla de la contaminación de los grupos de la delincuencia en el campo de la policía, de las finanzas, del sector empresarial, de las policías y cuerpos de seguridad y de que es necesario la limpieza y moralización de los grupos e instituciones de seguridad, es que en verdad estamos totalmente contaminados y que el fenómeno nos ha rebasado a todos: autoridades y ciudadanos. Así es como se ha perdido la confianza y la credibilidad en los cuerpos de policías y en sus mandos, en los políticos, los financieros, y en general, con cualquier institución ligada al poder y su ejercicio.

Cuando el mismo presidente habla de que los Municipios están en las miras de la contaminación y financiamiento de la delincuencia y que sus policías están totalmente contaminadas y corrompidas, parece que estamos escuchando al “burro hablando de orejas”, porque la realidad es que existe una definida tendencia y fuerza en lo que se puede llamar la NARCOPOLíTICA A NIVEL NACIONAL, la narcofinanzas, las narcoempresas, los narcopoliícas, en fin, la verdad es que el fenómeno, lo quiera o no reconocer el presidente, tal como lo han denunciado algunos presidentes municipales, diputados, gobernadores y miembros de la iniciativa privada o los medios de comunicación, este fenómeno y contaminación, es una realidad que impide el buen desempeño de los cuerpos de seguridad y, la mejor muestra, es la política de asesinatos que se dan en contra de los miembros destacados de los llamados “testigos protegidos” en el país, con lo que se puede decir que esta política está destinada al fracaso, porque si se permite, por ineficiencia, complicidad o corrupción, que se puedan eliminar y asesinar a esos “testigos protegidos” que no son otra cosa que delincuentes con impunidad, nadie podrá tener confianza en este programa, y es por ello que, las mismas autoridades, han declarado que ni siquiera las jugosas recompensas que se prometen para lograr la detención de cápos y de sicarios del crimen organizado, se utilizan por parte de los denunciantes y de la sociedad, simplemente, porque nadie lo quiere hacer, porque saben que desde el interior de las instituciones de seguridad, se dirá a los grupos de delincuentes quién o quienes son los que denunciaron, y de nada servirían las fortunas ganadas por ese medio, porque los muertos, no las podrán gozar, ni ellos, ni sus familias.

Es así que, por esa razón, un sector de policías y de políticos privilegian y aceptan que lleguen los grupos de sicarios o de “soldados de fortuna” para que, violentando la soberanía nacional y los derechos y garantías de los mexicanos, puedan realizar su “limpieza violenta de delincuentes,” tal como lo han prometido y lo vienen realizando algunas empresas privadas que se dedican a este sistema en muchos países y que, aprovechando el que los gobiernos se “hacen de la vista gorda”, ellos, cobran las recompensas eliminando a delincuentes y a muchos inocentes, porque ellos gozan de total impunidad, porque usan el pretexto de que limpiarán y asesinarán a los delincuentes que el gobierno y sus instituciones no pueden terminar.
Para nadie es un secreto de que ya operan este tipo de grupos y existen muchos casos de asesinatos, levantotes y secuestros que lo demuestran y es así que, un sector de las policías y de los empresarios y políticos, dan las facilidades para su operación, lo terrible del asunto es que, en esa política de eliminación de gentes, se usa, también, para eliminar a los dirigentes sociales y políticos o a los enemigos de los políticos en el poder… es una aplicación real y seria de la política represiva del fascismo criollo en México. Y cuando vemos esto sabemos que la represión general será un hecho en todos los campos: en el personal, político, fiscal, empresarial… en fin, cualquiera que levante su voz en contra de las injusticias, puede ser asesinado…

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