Dicen que en política vale hacerla de bronca para estar latentes y esto es lo que ha sucedido con las famosas declaraciones de Vicente Fox enviadas en cartita a uno de los periodistas más importantes del país, donde se deslinda del fracaso electoral, donde habla de que “Fox no es Calderón” y claro, antes, manda a su escudero, Manuel Espino, para darle una tunda al presidente donde por lo menos le decía prepotente, soberbio y declaraba que el fracaso se debía al dedazo del presidente, a los caprichos y las transas, a la cercanía que había tenido el dirigente del PAN, Germán Martínez con Felipe Calderón y, en esa guerra declarada que obligaba a Germán a renunciar y hacerle al mártir, claro, Fox, tuvo su rachita de declaraciones y después de ellas, al otro día, por arte de magia o de miedo o terror, se le recibía en Los Pinos y llegaba como cuando entraba y salía a las “cabañitas” y, seguramente, el presidente Felipe Calderón, ante el “tamaño” de Fox no se arriesgaba a demandarle respeto y sobre todo solidaridad, porque estas jamás se la ha otorgado Vicente desde que le ganó el tirón a Santiago Creel que, en realidad, era el candidato que nos quería imponer Vicente y la familia. Hoy, con seguridad, dará paso a que uno de sus incondicionales sea el dirigente del PAN y por esa razón, el operativo del YUNQUE tiene, ahora, fuerza y estilo con esta pugna donde todos quieren ser los panteoneros del calderonismo.
El estilo camorrista de Vicente Fox que no utilizó en la presidencia donde normalmente le entró a la “mandilocracia” vuelve a sus fueros y desata sus furias y frustraciones en contra de su correligionario Calderón al que ha ofendido y no le ha dado tregua alguna con sus movimientos de niño caprichoso y berrinchudo, de necio y de golpeador, de porro del viejo estilo. Calderón, es un hombre que ha estudiado, de “buenas costumbres”, de familia creyente y segura de sus ideales y actos, de su moral y de su ética, con una familia consolidada y cuidadosa de los excesos y de las prepotencias y soberbias que llenó a Vicente en Los Pinos, cuando se creía él, que había conquistado la nueva historia de México sin darse cuenta que solamente era el producto de la publicidad de la coca cola y de los intereses del franquismo español y de las acciones del YUNQUE y de la democracia cristina en México y claro está, por la negociación que algunos amigos sostienen que no, que realizó Ernesto Zedillo, para darle el triunfo a Fox y dejar a un lado al viejo PRI, al pri de los Madrazos y de los pillos a pesar de que algunos siguen navegando en este barco, cuando deberían andar en las chalupas de la oposición.
Hoy convertido en Savonarola y en “redentor del panismo”, Vicente Fox, no solo toca las puertas para hacer política sino para hacer negocios o peticiones de negocios que le permitan sostener las lujosas instalaciones desde donde no hace escuela sino hace “grilla” y en este juego perverso de los panistas que copian los peores estilos de los priístas y perredistas, puedan continuar imponiendo a sus “cuadros” para que hagan negocios y se dediquen a la grilla de “tiempo completo”, es por tal motivo que después de los golpes y descontones que propina al presidente y a sus gentes cercanas, cínicamente, se presenta a Los Pinos, no para realizar conciliaciones sino para imponer sus cuadros y sus conceptos que le dictan los dirigentes del yunquismo nacional. Pero aquel que no tiene las agallas para imponerse como presidente con seguridad no podrá gobernar bien y es así que existe la experiencia que nos dicta que, el que quiere quedar bien con todos no queda bien con nadie y esto, es lo que sucede al presidente que en la soledad y en su aislamiento busca manos “amigas”, a pesar de que en las mismas les lleven alacranes, víboras chirrioneras, tepocatas y demás alimañas de las que tanto dieron por hablar y que terminaron en lo mismo.
Es increíble que cuando la señora de Felipe Calderón que, cuando menos, tiene algo de valor o de mayor valor es recibida por el Papa en Roma, de inmediato, para no dejar que la noticia tuviera el impacto nacional, se dan las declaraciones, ofendidas y ofensivas de Vicente Fox, como para demostrar que él es una cosa y la familia Calderón es otra, que la señora Marta, también, fue recibida en el traspatio de Roma y, en forma “vergonzante”, mientras que Margarita Zavala es bienvenida a los brazos del Santo Padre y esas distinciones entre la relación política, social, económica, sin duda, siguen pesando en el ánimo y el resentimiento de Vicente Fox y su grupo de familiares y amigos.
En fin, debemos insistir en recordar que Manuel Espino y Vicente Fox, demandan, hoy, que el presidente tenga una gran distancia, como aquella que propuso Zedillo al PRI y a los priístas, cuando ellos llegaron al poder, con esa plena unidad y cercanía que rayaba en la lambisconería y es que, como no pueden manipular al presidente como quieren, le quieren imponer, desde la fuerza del partido y de sus seguidores, los cambios que ellos sugieren o buscan para “recuperar el poder presidencial” con todas las ventajas, negocios y fuerza que esto supone.
No es un problema de cercanía o lejanía del presidente o de su partido o de los partidos, es el de la visión y los compromisos de gobierno, de buen gobierno, de certero gobierno y, por esa razón, debe entender Felipe calderón que el voto, tan lastimosamente negado a sus cuadros y partido no se dieron en ese nivel, sino que son votos donde claramente se rechaza la política policíaca, paramilitar y represiva con la que viene dando tumbos y golpes de ciego, porque si los policías políticos son los que le imponen la agenda presidencial, estamos jodidos en este país y la verdad es que el gran gasto, dispendioso de millones de pesos, para fortalecer no la seguridad sino a los grupos de policías y paramilitares encapuchados en el país solamente han servido para llegar a este fracaso al abandonarse la política económica y social en el gobierno de Calderón, para privilegiar a los grupos de policías en el poder.
Ellos, los policías ineptos, confabuladores, intrigosos, desleales, ineficientes, cómplices de mafiosos, corruptos, son los que iniciaron el aumento de la inseguridad con la que ampararon, como pretexto, este cambio que le impusieron al presidente Calderón, porque para nadie es un secreto que la impunidad y las complicidades entre grupos de la delincuencia organizada continúan, de tal forma que, solamente, existe un reparto del mercado y de las utilidades y que muchas de las muertes violentas entre esos grupos, solo son producto de los asesinatos y eliminaciones que han realizado los grupos de exterminio tipo la Brigada Blanca, de las propias policías, con el fin de que los delincuentes no les denuncien o les soliciten cuentas de sus ingresos y fortunas que han administrado ellos y los especuladores y banqueros que están en esa compleja sociedad de complicidades, por ello, cuando se habla de los asesinatos del crimen organizado, muchos, dicen que los delincuentes no están tan bien organizados como los grupos de policías que no solo tienen ese enorme negocio de las “policías privadas” de la protección, de la distribución y del control de drogas y de delincuentes. Esos policías y paramilitares que llevan el control del poder político actual, están totalmente ligados con los financieros, especuladores y banqueros, que son los que administran los bienes y riquezas de muchos grupos del crimen organizado y es por ello que, cuando llegan a reclamarles su devolución o la entrega de las cuentas, por medio de los policías les eliminan y, encubren esos crímenes, como venganzas entre grupos o confrontaciones entre tales. Esto es lo que debe observar e investigar el presidente y no faltan los analistas, periodistas y políticos que declaran que, el presiente, ha sido y sigue siendo engañado por los policías políticos, que son los que se han beneficiado de la protección norteamericana y de los negocios que se generan con las empresas privadas, las compras de materiales, armamento y equipos y, en los recursos que no les entregan en viáticos y gastos de los grupos de policías a los que mandan a robar o entregarse en los brazos del crimen organizado y no para servir a la ciudadanía.
El estilo camorrista de Vicente Fox que no utilizó en la presidencia donde normalmente le entró a la “mandilocracia” vuelve a sus fueros y desata sus furias y frustraciones en contra de su correligionario Calderón al que ha ofendido y no le ha dado tregua alguna con sus movimientos de niño caprichoso y berrinchudo, de necio y de golpeador, de porro del viejo estilo. Calderón, es un hombre que ha estudiado, de “buenas costumbres”, de familia creyente y segura de sus ideales y actos, de su moral y de su ética, con una familia consolidada y cuidadosa de los excesos y de las prepotencias y soberbias que llenó a Vicente en Los Pinos, cuando se creía él, que había conquistado la nueva historia de México sin darse cuenta que solamente era el producto de la publicidad de la coca cola y de los intereses del franquismo español y de las acciones del YUNQUE y de la democracia cristina en México y claro está, por la negociación que algunos amigos sostienen que no, que realizó Ernesto Zedillo, para darle el triunfo a Fox y dejar a un lado al viejo PRI, al pri de los Madrazos y de los pillos a pesar de que algunos siguen navegando en este barco, cuando deberían andar en las chalupas de la oposición.
Hoy convertido en Savonarola y en “redentor del panismo”, Vicente Fox, no solo toca las puertas para hacer política sino para hacer negocios o peticiones de negocios que le permitan sostener las lujosas instalaciones desde donde no hace escuela sino hace “grilla” y en este juego perverso de los panistas que copian los peores estilos de los priístas y perredistas, puedan continuar imponiendo a sus “cuadros” para que hagan negocios y se dediquen a la grilla de “tiempo completo”, es por tal motivo que después de los golpes y descontones que propina al presidente y a sus gentes cercanas, cínicamente, se presenta a Los Pinos, no para realizar conciliaciones sino para imponer sus cuadros y sus conceptos que le dictan los dirigentes del yunquismo nacional. Pero aquel que no tiene las agallas para imponerse como presidente con seguridad no podrá gobernar bien y es así que existe la experiencia que nos dicta que, el que quiere quedar bien con todos no queda bien con nadie y esto, es lo que sucede al presidente que en la soledad y en su aislamiento busca manos “amigas”, a pesar de que en las mismas les lleven alacranes, víboras chirrioneras, tepocatas y demás alimañas de las que tanto dieron por hablar y que terminaron en lo mismo.
Es increíble que cuando la señora de Felipe Calderón que, cuando menos, tiene algo de valor o de mayor valor es recibida por el Papa en Roma, de inmediato, para no dejar que la noticia tuviera el impacto nacional, se dan las declaraciones, ofendidas y ofensivas de Vicente Fox, como para demostrar que él es una cosa y la familia Calderón es otra, que la señora Marta, también, fue recibida en el traspatio de Roma y, en forma “vergonzante”, mientras que Margarita Zavala es bienvenida a los brazos del Santo Padre y esas distinciones entre la relación política, social, económica, sin duda, siguen pesando en el ánimo y el resentimiento de Vicente Fox y su grupo de familiares y amigos.
En fin, debemos insistir en recordar que Manuel Espino y Vicente Fox, demandan, hoy, que el presidente tenga una gran distancia, como aquella que propuso Zedillo al PRI y a los priístas, cuando ellos llegaron al poder, con esa plena unidad y cercanía que rayaba en la lambisconería y es que, como no pueden manipular al presidente como quieren, le quieren imponer, desde la fuerza del partido y de sus seguidores, los cambios que ellos sugieren o buscan para “recuperar el poder presidencial” con todas las ventajas, negocios y fuerza que esto supone.
No es un problema de cercanía o lejanía del presidente o de su partido o de los partidos, es el de la visión y los compromisos de gobierno, de buen gobierno, de certero gobierno y, por esa razón, debe entender Felipe calderón que el voto, tan lastimosamente negado a sus cuadros y partido no se dieron en ese nivel, sino que son votos donde claramente se rechaza la política policíaca, paramilitar y represiva con la que viene dando tumbos y golpes de ciego, porque si los policías políticos son los que le imponen la agenda presidencial, estamos jodidos en este país y la verdad es que el gran gasto, dispendioso de millones de pesos, para fortalecer no la seguridad sino a los grupos de policías y paramilitares encapuchados en el país solamente han servido para llegar a este fracaso al abandonarse la política económica y social en el gobierno de Calderón, para privilegiar a los grupos de policías en el poder.
Ellos, los policías ineptos, confabuladores, intrigosos, desleales, ineficientes, cómplices de mafiosos, corruptos, son los que iniciaron el aumento de la inseguridad con la que ampararon, como pretexto, este cambio que le impusieron al presidente Calderón, porque para nadie es un secreto que la impunidad y las complicidades entre grupos de la delincuencia organizada continúan, de tal forma que, solamente, existe un reparto del mercado y de las utilidades y que muchas de las muertes violentas entre esos grupos, solo son producto de los asesinatos y eliminaciones que han realizado los grupos de exterminio tipo la Brigada Blanca, de las propias policías, con el fin de que los delincuentes no les denuncien o les soliciten cuentas de sus ingresos y fortunas que han administrado ellos y los especuladores y banqueros que están en esa compleja sociedad de complicidades, por ello, cuando se habla de los asesinatos del crimen organizado, muchos, dicen que los delincuentes no están tan bien organizados como los grupos de policías que no solo tienen ese enorme negocio de las “policías privadas” de la protección, de la distribución y del control de drogas y de delincuentes. Esos policías y paramilitares que llevan el control del poder político actual, están totalmente ligados con los financieros, especuladores y banqueros, que son los que administran los bienes y riquezas de muchos grupos del crimen organizado y es por ello que, cuando llegan a reclamarles su devolución o la entrega de las cuentas, por medio de los policías les eliminan y, encubren esos crímenes, como venganzas entre grupos o confrontaciones entre tales. Esto es lo que debe observar e investigar el presidente y no faltan los analistas, periodistas y políticos que declaran que, el presiente, ha sido y sigue siendo engañado por los policías políticos, que son los que se han beneficiado de la protección norteamericana y de los negocios que se generan con las empresas privadas, las compras de materiales, armamento y equipos y, en los recursos que no les entregan en viáticos y gastos de los grupos de policías a los que mandan a robar o entregarse en los brazos del crimen organizado y no para servir a la ciudadanía.
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