lunes, 6 de julio de 2009

Gana el PRI, pierde el presidente

Los resultados electorales de esta jornada demuestran que la gente está cansada, desilusionada, no acepta la demagogia de la ultraderecha nacional y muestra que el presidente está equivocado en su proyecto de “guerra política” que solo está determinada para el combate al narcotráfico como un medio de crecimiento de las fuerzas paramilitares en el país que le podrían garantizar el sostenerse en el poder y que solamente demuestra la total sumisión a los asesores de policía, que son los que han marcado, desde el inicio de su mandato, la agenda política presidencial, olvidando sus promesas en la política de empleo, en la reducción de impuestos y la eliminación del impuesto de la tenencia, del control del gasto y de su transparente utilización y sobre todo, a que se mantuviera una política de dignidad nacional y de soberanía y no de entreguismo como lo ha venido realizando en su fracasado intento de ser un factor importante en la política norteamericana, cuando tiene el rechazo de los países latinoamericanos que no aceptan la tendencia derechista encauzada por su gobierno, en la continuidad de la marcada por Vicente Fox.

Sin duda, el triunfo de las votaciones para el PRI, no responden al liderazgo del total de sus dirigentes sino de la forma en que la población recuerda que estábamos menos mal que ahora que tenemos el cambio que no ha servido para nada. Las pugnas internas del priísmo son las que dejaron abiertos los caminos a la derrota y es claro que aún se tendrán que superar las tendencias ciciquiles que vienen adoptando los gobernadores al no tener el control ni el manejo del PRI y, solamente, se cuenta al partido como un grupo estatal pero no le ven la visión nacional. Por ello, la postura más adecuada establecida dentro del PRI, lo quieran o no aceptar, es la que ha marcado Manlio Fabio Beltrones al establecer límites al poder presidencial y evitar la imposición de sus caprichos ya que esto, solamente, desataría una confrontación que pudiera llegar a la ingobernabilidad nacional.

Ante los resultados, el PAN, se debe dar cuenta que la dirigencia no es con gritos, amenazas, confrontaciones ni mentiras, se logra con un marcado valor y con una total confianza en sus representados. La postura adoptada por Germán Martínez, sin duda, es la representativa de los “duros” del PAN que han creído que por tener el poder en la presidencia de la República pueden hacer y deshacer en política, olvidando que el pueblo mexicano ha venido creciendo y cuando menos no se deja engatusar como lo hacían anteriormente. Hoy, los llamados a esas guerras perversas, violentas, utilizando a los medios de comunicación, no espantan a los afectados y menos convencen al electorado y en este mismo camino podemos ver el resultado obtenido en San Pedro Garza García; Nuevo León, donde al candidato del PAN se el ataca por medio de filtraciones de conversaciones sostenidas entre él y un supuesto elector o político, donde declaraba que no había problema porque la seguridad en el municipio la tenía pactada con un grupo de la delincuencia organizada, ante este hecho, los efectos en el electorado se esperaban diferentes y se preveía, por los técnicos de las operaciones políticas de manipulación electoral, un voto de “castigo”, cuando en realidad, el electorado, le demostró con su voto que le seguía teniendo confianza a él, no a su partido, ya que sin duda es un líder que ha demostrado fortaleza ante los ataques despiadados del “fuego amigo” y de sus enemigos. En esa relación también se pueden ver los resultados electorales en San Luís Potosí, donde la renuncia de destacados panistas que fueron dejados a un lado en la contienda electoral y fueron lastimados por las políticas perversas de imposición de intereses por Germán Martínez, les llevó a la derrota. En el caso especial de Querétaro se demuestra que los tiempos cambian y que las tendencias se van construyendo de acuerdo a la evolución de los resultados que den los propios electores en la aprobación o desaprobación de la política de un gobernante.

As,í es claro que los gobernadores panistas han tenido la desaprobación de sus electores y que en este declive se encuentra el presidente Felipe Calderón que ahora, estará ahogado por las fuerzas políticas a las que ataca y desprecia en el ejercicio del poder. Por ello, tendría que reconsiderar que esa famosa política adoptada por instrucciones de los norteamericanos e implementada por los policías políticos de México, no es la mejor ya que, el derroche de recursos públicos destinados a los proyectos sociales se destinaron al fortalecimiento de los grupos de policías y parapolicías que son los que destacan la política represiva del actual gobierno y ponen en peligro la paz social y la libertad en el país ya que, esos grupos de policía sirven o han servido para eliminar y minar la fuerza del Ejército Mexicano, al brindarles el poder y la seguridad nacional a la policía ya que sostienen los analistas de la derecha que, el Ejército Mexicano, está conformado, fundamentalmente, con oficiales que tienen un alto espíritu nacionalista y son respetuosos de la soberanía nacional por ello, el panismo, continuando con una política diseñada por los neofranquistas españoles, han sostenido que es mejor minar la fuerza institucional del Ejercito para fortalecer las instituciones de policía donde ellos pueden mantener la seguridad de su control total, independientemente de que sean leales al país o a las instituciones ya que, solamente, responden al mando y los intereses de los grupos del poder y de los grupos que controlan al crimen organizado.

Sin duda, el resultado esperado más importante, es el triunfo de RODRIGO MEDINA, EN NUEVO LEÓN, sobre todo, cuando era considerado la “joya de la corona” por el PAN y se estableció, de parte del mismo presidente Felipe Calderón, un operativo donde se movilizaron muchos grupos de control de casillas y se repartieron grandes cantidades de dinero a los grupos de la operación tradicional en la votación, ganando el tirón al mismo gobernador que no manipuló ese viejo estilo de votación y por el cual perdieron varios ayuntamientos y algunas diputaciones ya que no se operó el famoso “voto duro” del PRI, que fue operado por el PAN.

El mismo triunfo de Fernando Larrazabal en la capital de Nuevo León, Monterrey, lo coloca, sin duda alguna, desde hoy, como el posible candidato del PAN a la gobernatura y si sabe cuidar su imagen, cumplir con sus compromisos, desarrollar la base política que ha demostrado tener y sostener independientemente del PAN y de sus dirigentes nacionales, podrá cumplir con sus sueños a la gobernatura en próximos años. La misma derrota de Abel Guerra, es resultado de la visión que tiene el electorado, donde los viejos sistemas y cuadros no caben en la esperanza de nuevos caminos al futuro, la realidad es que a pesar de la gran experiencia política de Abel Guerra, no entendió que el lenguaje y la propuesta joven debe ser un nuevo sistema en Monterrey y que si bien, fue un buen precandidato a la elección interna en el PRI, no se equivocaron aquellos que insistían en que: era un buen precandidato a la votación interna, pero sería un mal candidato a la elección estatal, tal como demuestran los resultados obtenidos.

Así, la elección de Fernando Larrazabal demuestra que en la concepción política actual, es vital la propuesta de proyectos y de compromisos estando directamente ligados con los electores y se tendría que reconocer a Fernando, la gran tarea que demostró al visitar las colonias y casa por casa, olvidándose de que los procesos solamente se dan en los medios de comunicación, desarrollando una gran tarea en el contacto directo con el electorado. Seguramente, en este esfuerzo demostrado por este panista de hueso colorado se debe en parte, porque él, se había preparado a la elección de gobernador y al perder la elección interna con Fernando Elizondo, dejó el camino, pero no abandonó a sus huestes y simpatizantes que se unieron a él y su esfuerzo, para arrasar con la elección en Monterrey, cosa que no logró Abel Guerra a pesar de contar con un buen equipo y de interesantes propuestas para el gobierno, pero los jóvenes salieron a votar eliminando a los viejos, de la vieja guardia.

No hay comentarios: