miércoles, 15 de julio de 2009

En bola, hasta los mayates pican

MI AMIGO, “MONSEÑOR”, NOS COMENTABA QUE: “En “bola”… hasta los mayates pican”…

Curiosamente, la euforia o el no entender que se le miente o hacerse sentir que no es engañado, parece ser el motorcito del presidente para continuar dando palos de ciego, pero sobre todo, hablando de que los malos están tan liquidados, miedosos, cercados, que cualquier acción que realizan, aún sea el asesinato de varios policías que, dicen sus jefes, son tomados por sorpresa ya que no estaban en “servicio” y, por lo tanto, las reacciones de la delincuencia organizada, dicen los burócratas de la seguridad que cobran bien y viven tranquilos en la seguridad de sus oficinas, que solamente son el resultado de que están “perdiendo la guerra”, que nadie sabe cuando ha sido declarada como tal y, curiosamente, después de que en Colombia los norteamericanos dejaron el desastre de la “seguridad” y la violencia generada en el odio entre el pueblo y las divisiones en el mismo, ahora, se empeñan en colocar algunas “bases militares” para continuar su guerrita en todo el continente y es por ello que, dejando el Plan Colombia se vuelcan en el Plan México, para generar algunos brotes de violencia, de tal forma que no se sabe ya, si los asesinatos son entre las bandas o son producto de los acuerdos que realizan los policías políticos y los grupos paramilitares en contra de otros grupos, para continuar con la confrontación entre ellos y dar el pretexto para que se usen a los militares en las acciones de policía y de seguridad pública, involucrándoles en actos de presión, de violencia, de represión y en los eventos donde son acusados, los militares, de la violación sistemática de los derechos y garantías constitucionales de los mexicanos, por ello, organizaciones civiles, actúan en defensa de cientos de familias que han levantado quejas por despojos, violación de domicilios, levantones de gentes y desapariciones de los mismos, golpes, malos tratos y de implantar armas y drogas en domicilios o en gentes, con el fin de involucrarlas en actos criminales, cuando son personas inocentes o solamente son consumidores, pero no distribuidores de drogas. Así las cosas, organizaciones nacionales e internacionales, levantan las voces de protesta en contra de los militares, cuando en realidad, muchos de esos eventos, son consumados por los grupos de policías que se escudan en los militares…

El presidente, Felipe Calderón, declaraba: “ es una reacción desesperada y violenta frente a la firme y decidida actuación de los organismos del estado mexicano, que responden a una estrategia medular: garantizar la legalidad, garantizar la seguridad y garantizar los derechos de la gente. Sabemos que estas reacciones desesperadas y violentas responden a los golpes que ha dado el gobierno a la delincuencia organizada” así, con esa forma de engañarse a sí mismo, las declaraciones del presidente se desmienten con los hechos y, por esa razón, ya no se le cree y se piensa que son declaraciones absurdas.

El despliegue de militares en Chihuahua, Baja California, Michoacán, Sinaloa, Guerrero, Tamaulipas y otras regiones, no ha provocado una disminución en las ejecuciones, levantotes, narcotráfico, en cambio, ha generado una ola de protestas ante la prepotencia de los policías y militares, de quejas por violación de derechos y garantías constitucionales, por violación de domicilios sin orden de cateo, por levantotes y desapariciones de detenidos, por la impunidad con la que actúan los policías, cuando todos, en los pueblos y los estados, saben que mantienen amplias relaciones con los grupos del crimen organizado y que reciben cuotas para no buscar donde deben de buscar y no detener a los que deben detener, en cambio, si las acciones del crimen organizado, como sostienen los burócratas de la seguridad, señalan que, no actúan en contra del pueblo mexicano y que solamente desatan la violencia en contra de ellos mismos o contra militares y policías, no se deben de preocupar los ciudadanos, porque no les afecta la violencia y en cambio, nadie puede explicarnos la razón por la que, en lo que va del sexenio, han sido asesinados más de once mil ciudadanos, entre ellos, un diez por ciento, dicen “triunfalistas” los burócratas de la seguridad, solamente, son de policías y de militares que han “ofrecido su vida para la salvación de la patria” a pesar de que, sus viudas y huérfanos, vivan en la miseria y en la desesperación, mientras sus jefes y mandos viven en la opulencia, en la complicidad y en las corruptelas que les permiten acumular grandes fortunas o realizar buenos negocios con la compra y adquisición de armas y equipos o bien, repartirse las concesiones de las empresas de “seguridad privada “ que tienen importantes negocios y contratos con el mismo gobierno federal, estatal o municipal…

Y tal como señala en su artículo Sergio Sarmiento: Violenta victoria, aparecido en el diario Reforma el día 15 de Julio: “No podemos congratularnos de la violencia. No es indicio de ningún tipo de victoria., en todo caso demuestra que el Estado mexicano ha entrado en una guerra que no sabe cómo ganar”.

“Entiendo que el Estado mexicano no puede dejar el país en manos del crimen organizado, pero la visión de que la creciente oleada de violencia es el indicio de que se está ganando la guerra es una simple mentira. La violencia, si acaso, es señal de que el Estado Mexicano sigue peleando una guerra sin claras posibilidades de triunfo”. Y esto es lo que sucedió en Colombia, Perú, Bolivia, Guatemala, Honduras, Nicaragua y vemos cómo se extiende en todo el Istmo de Tehuantepec, como la zona donde se trafican los indocumentados, las armas de las viejas guerrillas, las mercancías que vienen de China y Corea, las drogas que provienen de Colombia, Perú o Bolivia y que hacen contacto en Panamá, bajo la supervisión de grupos de policías norteamericanos que “siguen las rutas” dizque para obtener los datos y golpear a las organizaciones del crimen organizado o bien, son las que permiten pasar el armamento que es distribuido en muchos grupos de guerrillas que ellos y los gobiernos patrocinan con el cuento de que, acelerando las condiciones, saldrán los grupos o gentes que estén dispuestos a luchar y antes de que lo hagan organizadamente, por medio de este tipo de mecanismos los eliminan o detienen y consignan a las autoridades, por ello, la experiencia ganada en temas como el de Irán-Contras, les han permitido alcanzar experiencias valiosas para aplicar una política de “guerra preventiva” que es la que ahora desarrollan en todo el sureste mexicano.

La aplicación de medidas de seguridad en aeropuertos, como lo realizan los grupos de la policía privada, en muchos de ellos, solamente tiene la finalidad de evitar que los ciudadanos protesten ya que si lo hacen ante la violación de sus derechos y garantías constitucionales, los policías, les hacen escándalos y les levantan actas y llevan ante las autoridades y en este caso, normalmente, se pierden los vuelos y es así que la gente, indignada ante esos atropellos de los “policías privados” que no son policías ni gozan de autoridad alguna, mejor se callan y ,si bien, no aceptan, cuando menos no pueden elevar sus protestas ante dichos atropellos y violación de sus derechos, así, este esquema, les permite medir la aplicación de fuerza y de control en sus medidas como lo hacen también en las revisiones carreteras, donde, sin distingos violan la seguridad y garantías de los viajeros y los exponen a las represalias y violencia, las transas y mentiras que pueden realizar los policías y militares que realizan las revisiones carreteras, cuando todos han visto, sin duda, caravanas de vehículos de carga o particulares son custodiados por policías y sin revisión en los retenes, anticonstitucionales, que colocan los policías y militares no para dar y brindar seguridad a los viajeros, sino para controlar el paso de drogas, gentes, mercancías y armas que circulan en los caminos nacionales con el apoyo y protección que brindan los policías políticos en el país. Por ello, es cierto: “En “bola”, … hasta los mayates pican…”

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