sábado, 27 de diciembre de 2008

Lo que realmente vale la pena

Don Armando Fuentes Aguirre, Catón, contaba:
“ Dijo uno:
-¡Ya quiero que cabe este año en que tan mal nos fue!
Dijo otro:
- Yo no quiero que acabe.
Preguntó el primero
-¿por qué?
Respondió el otro:
-Porque el año que viene será peor”..

Y bueno, no creemos que le falte lógica y razón, como pintan las cosas. Don Armando, no hay duda, además de extraordinario escritor, filósofo, inventor de largas y hermosas historias, historiador, cuentista, expositor, columnista, maestro, fiel señor, amigo bueno, amante esposo y padre, abuelo y seguramente lo fue, también hijo, es, no hay duda: Adivino. Todo aquel que observe la realidad y tenga ese valor de desarrollar lo que ve y lo que siente la inmensa mayoría de la gente, que observa los cambios en su jardín y en su entorno, el que no se ciega por el poder, el que ama profundamente el olor de las flores, el ladrido de los perros, el mover de sus colas y el aullar de sus gatos, el que quiere a los niños y ama a su esposa, el que desea lo mejor para todos, el que busca en la sonrisa de las gentes la respuesta de Dios, el que voltea al cielo para orar y al suelo para crear, sin duda, es un buen hombre y por tanto, atento a lo que sucede, siempre es atento en su trato y por supuesto que sabe recibir todo, porque sabe dar todo, sin miserias, sin rencores.

Creo que en verdad, no ha sido tan mal el año que termina, tal vez porque han muerto o terminado su ciclo algunos amigos, por ejemplo, el día de ayer, ha muerto el padre de un querido amigo que fuera durante muchos años un colaborador atento y eficiente, leal y amistoso, el padre de Gerardo Ibáñez López, que deja su vida en Tlaxiaco, Oaxaca. Hombre de trabajo que al lado de su fiel esposa, siempre atentos a los requerimientos de sus hijos y de sus hijas, de sus nietos, todos los días trabajaron, independientemente de que el señor, por una extraña enfermedad, quedara paralítico, no dejaba de estar trabajando para llevar el pan a su casa y para seguir mostrando el ejemplo del esfuerzo y del sudor que permite saborear con gusto, el buen pan de la mesa.
También, han muerto muchos de mis amigos, algunos ya no se dejan ver porque el tiempo les ha llegado y se oscurecen en la soledad y en sus casas. Otros, por supuesto, están tan ocupados creando que poco tiempo tienen para dejar de hacerlo porque sabemos que se nos acercan los tiempos finales por el tiempo mismo. Otros, están simplemente gozando del tiempo al lado de amigos, afectos y nietos y otros más, tenemos que estar en busca del sustento con el sudor del esfuerzo y sabemos que tenemos esa obligación, porque tenemos pequeños hijos que requiere de mucho afecto y de mucho amor. Por desgracia, a los mayores, no les dimos ni el tiempo ni los afectos que necesitaban en su momento, pero no sabíamos de estas cosas y de esas formas y fondos y, así, también, tenemos el tiempo para pedir perdón por todas nuestras fallas que si bien son humanas, no dejan de lastimar a muchos de los que queremos y amamos en verdad.

No hay duda, este año no ha sido tan malo, la verdad de las cosas hemos sobrevivido, con carencias, con angustias, con limitaciones, con pérdidas, pero no importan, la realidad es que no hemos entendido que debemos acatar eso que nos enseñaron los abuelos y nuestros padres: ¡”SEÑOR, HÁGASE TU VOLUNTAD Y NO LA MÍA”!.

La verdad es que no tenemos la fe suficiente para aguantar con serenidad el tiempo en que se deben dar las cosas. Las queremos ya, con esas prisas que nos angustian y nos matan por el estrés. Por desgracia, todo lo que nos ciega son las cosas materiales, la necesidad de poder, de manipulación, de mandar, de tener y si estamos en el tiempo de las reflexiones, las dejamos a un lado, porque las fiestas y las pachangas nos nublan los sentidos y nos dejan fríos ante el poder del amor y del tiempo.

El día de ayer, en el espacio de lo que es el Palacio Municipal en Oaxaca, en la zona del Patio de la Danza, la orquesta sinfónica del Estado y los coros de niños de dos escuelas cantaron y tocaron piezas de la época, los villancicos, ahí estaban Sócrates y Karisma y, por supuesto, un padre sensible, llorón y orgulloso de lo que escuchaba y veía. Es increíble que una orquesta sinfónica con un extraordinario director, tenga la humildad, de ahí su grandeza, de tocar, dirigir y acompañar a ese coro de niños a los cuales no se les olvidará jamás esa gran distinción que se les daba, porque cantaban igual, al NIÑO JESÚS, próximo a la fecha de su nacimiento. Los niños cantaban al niño que llega para la redención de nuestros pecados y para que tengamos la conciencia de que debemos dejar las cosas y las ambiciones materiales que nos han impuesto, en compras absurdas, los grandes comerciantes y los poderosos, para distraernos de lo que realmente vale la pena en la vida.

Por esto y más, mucho más, como el abrazo de mi hija Tania o la llamada por teléfono de mi hijo Iván, es que sostengo que, este año, ha sido bueno y productivo. No creo que el próximo sea peor que el actual.. Siempre hay conflictos y problemas en la vida, siempre hay enfermedades que superar y vencer con conciencia, con la ayuda de amigos y médicos, con la fuerza de la fe y la confianza en que podemos lograrlo, como lo logré en su momento. Siempre hay carencias y necesidades pero, en forma milagrosa, siempre hay el amigo que llega en el auxilio o las condiciones se prestan para que podamos superar el trago amargo de las faltas de algunas cosas. La verdad es que Dios y el esfuerzo de nosotros, con humildad y con esfuerzo y constancia, logramos estar y contar con todo lo que necesitamos en la vida.

Sin duda, tendremos más carencias de cosas materiales, los políticos, que siempre son oportunistas pero que no solucionan nada y viven de este cuento, aseguran, porque saben que así es, que los tiempos serán difíciles el próximo año. Claro, ellos, piensan en los muchos recursos que dejarán de recibir porque muchos no tendremos empleo o porque no pagaremos los impuestos a tiempo y con ello, ellos, tendrán limitaciones y no podrán ganar y embolsarse los millones como en los tiempos de abundancia. Ellos, no declaran esto porque estén dispuestos a dejar sus ganancias y sus beneficios para compartir con humildad los tiempos duros. No, ellos, piensan en que necesitan muchos fondos para sostener las campañas políticas para garantizar el número de políticos en el poder y en los puestos de representación para seguir mamando del presupuesto, para sostenerse en el mando, en la manipulación y en el ejercicio del poder, ejercicio mal puesto en sus manos, porque no son responsables para estar al lado del pueblo y de las mayorías que tendrán que hacer, los verdaderos sacrificios, para sobrevivir y mal vivir.

En verdad creo que, el próximo año, será igual que los demás, tendremos que trabajar y luchar para sobrevivir y, sobre todo, debemos reflexionar más sobre la vida y el amor, sobre las cosas que realmente son valiosas y no estar atentos en las cosas materiales y en las cosas del poder. Total, gane quién gane en los procesos electorales, siempre nos dan en la madre… por esto, lo mejor es estar serenos y atentos a lo que sucede en el entorno, pero sobre todo, en nuestro interior, que es lo que vale. Que sean felices este y el próximo y los próximos años.

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