domingo, 22 de noviembre de 2015

Rodeados de pillos

“Los viejos conocemos muchas historias, pero jamás conoceremos toda la historia”.
         Hay muchos políticos a los que en realidad se les deja fuera del poder solamente por un delito grave: decir la verdad. Tal pareciera que los hombres del poder no quieren conocer la verdad, están tan acostumbrados a engañarnos a todos que cuando ven la verdad o se las prenden, los deslumbran y no lo soportan. No aguantan más luz que la propia y por esa razón siempre están rodeados de los: “sí señor”, “es usted el más chingón, el más guapo, el mejor dotado, el macho cabrío, el genio de la truculencia, el pastor de la borregada, el que no se equivoca jamás, la luz que ilumina el faro de la abundancia y de la libertad”, en fin, los aduladores siempre tienen cabida al lado de los especuladores, mentirosos y corruptos, pareciera que es la ley de la vida política.
         En esa formación se van convirtiendo en verdaderos caciques, señores de horca y cuchillo, los que no perdonan a sus enemigos: los entierran, los destierran o los encierran. Esa es la única lección que les deja su poca visión del mundo y de la vida y, “su poca madre”…así, ellos, no anuncian sus crímenes: los comenten, simplemente los cometen porque conocen de su impunidad y de sus complicidades, a lo mejor por ello, en los últimos años, se han aumentado las denuncias sobre las torturas y desapariciones forzadas. Ya todos saben que los políticos solamente escuchan, no resuelven ni dicen nada, dejan que el paso del tiempo canse o fastidie a los peticionarios de justicia cuando de justicia se trata o brinda migajas para callar a los alborotadores, sabe que en México todo se puede, porque todo se compra. Por ello podemos ver a los “opositores” en carros de lujo o en zonas residenciales de buen gusto, van conociendo los placeres y entre más los conocen más se doblan y pierden dignidad y talento… además de su “virginidad”. En tales condiciones un país pierde “ilusiones”, morimos poco a poco, como si faltara aire para respirar a pesar de que “nadie tiene la cabeza más alta que el aire que respira”. Para doblegar, bajan el aire, y para sobrevivir en tales condiciones se acepta a los agachones que son los que primero saben tenderse de tapetes y lamer las botas que los patean. Al parecer los políticos en el poder creen que serán eternos en el mismo, pero la situación es otra, al final de cuentas, a pesar de que ganen por las buenas o las malas, por medio de una elección limpia o una elección trucada, al final de los seis años, serán “hombres sin poder”, serán los ex, de los que tanto se habla para elevar los muros o para derrotar conciencias o maldecir presencias. Por tal motivo cuando no se pueden resolver los problemas que se heredan lo más sencillo es lanzar las culpas al que ya no está, así, se gana tiempo, se resuelve en algo la indignación y se promete que se llevará a juicio y ante la justicia a todos aquellos que engañaron y robaron los recursos de todos, los que utilizaron los fondos y los bienes públicos para hacer sus negocios privados. Todos sabemos que es la forma en que se pagan por mal gobernarnos y nos quedamos callados, esperando que se haga el milagrito, y al final, ni yendo a bailar a Chalma se ve que suceda algo parecido a evitar que la impunidad sea la constante en la política: “Chinto tapa a Chinto”, y siempre, se vuelve a defraudar y robar.

         Y bajo esas prácticas mal sanas y corruptas que les permiten alcanzar su bienestar personal por medio de la riqueza y se les brinda la “tranquilidad”, los políticos creen que se les juzgará por sus méritos y “buenas obras”, algunas de ellas, cuando en la realidad de lo único que la gente se acuerda es de sus fallas, de sus errores. Olvidan que las intenciones no valen, no cuentan, solamente los resultados y como siempre son malos los resultados, las buenas intenciones se van al fondo del chiquero y se siente que, de “buenas intenciones, está empedrado el camino a Los Infiernos”, al que poco a poco nos acercamos hasta que salen las chispas y se hace el incendio…Cada nuevo político que llega a sustituirle en el poder tiene como “obligación” renegar del que se va y culparle de todos los males, las deficiencias, los atracos, los faltantes y de las conspiraciones que no dejan avanzar… es la ley de la política en el país, desde la grande hasta las chicas, desde la presidencia hasta las municipales… el que no lo entienda no está preparado para el poder y menos está preparado para joder…lo más importante es saber que los políticos no dominan a los débiles, eso, no tiene chiste, se dominan solos, dominan a los poderosos, así están rodeados no de gente pensante, sino de banqueros, empresarios, financieros, especuladores, coyotes, intermediarios, policías, burócratas, porque su principal objetivo, el inmediato, es alcanzar la impunidad y el enriquecimiento; se roba al inicio para que los últimos años se tapen los agujeros del presupuesto, que sea la estrategia de los gatos, “cubren y esconden sus mierdas, no se ven, pero apestan”…eso de que estamos en el “año de Hidalgo: donde el chingue a su madre el que deje algo” ya no funciona, es falso; se roba al inicio y ahí se hacen las transas, se entregan los negocios, los contratos, se venden los recursos y se utilizan los fondos públicos para hacer los negocios privados, el que no lo sepa que se vaya, o mejor dicho ,puede perder la vida, la libertad o salir fuera del país, para volver, siempre volver a los bajos fondos del poder…es el círculo vicioso del poder…

No hay comentarios: