domingo, 22 de noviembre de 2015

Ni yendo a bailar a Chalma

Los enfrentamientos en política son brutales, despiadados, sin control, sacando todo tipo de armas, violentando los derechos y asumiendo las mentiras como reales se desatan las pasiones y se generan los conflictos. En ocasiones da pavor el ver las confrontaciones y los odios grupales, en Oaxaca, las diferencias entre grupos se reflejan en las acciones más brutales, invasiones, desprestigios, acciones violentas, movilizaciones de grupos para destruir a los otros, confrontaciones y uso de grupos de choque que se mueven para exhibir a los demás o bien, para joderles en su prestigioso o  propiedades y negocios.
         No es cierto que los oaxaqueños hagan de todo un conflicto y que todo lo enreden como al quesillo, sino hay que recordar que los odios de los grupos llegan a la sangre, a la violencia, que se dan de verdad y que las diferencias son irreconciliables, así, los ex gobernadores, son un eterno conflicto y son la principal causa para que los procesos políticos en la entidad no se realicen en paz y en calma, cada uno no suelta a su “macho”, en el más amplio sentido de la palabra y sin albur. Cada vez vemos que muchos de los conflictos “sociales o políticos en Oaxaca, más que generados en forma natural, son ampliados y manipulados por los operadores de los ex gobernadores” que dirigen las guerras  de acuerdo a los intereses que operen.
         Hay, sin duda, odios y voluntades confrontadas de tal manera que son irreconciliables y que han llevado a la entidad a tiempos borrascosos y violentos donde se ha llegado incluso a poner en riesgo la gobernabilidad y la estabilidad política en la entidad. Hoy, no se dejan esos tiempos, al contrario, se aceleran y se ve la mano operadora de los exgobernadores decididos a no dejar que sus “gallos” puedan llegar al poder, prefieren entregar la plaza a la oposición que dejar que se genere un proceso políticos normal, en paz. El mayor odio se ve entre Gabino Cué contra Murat, viejas rencillas salen a la luz y se manifiestan en confrontaciones políticas incluso violentas, la otra diferencia es entre Murat y Ulises Ruíz, donde las pasiones son de tal nivel que están dispuestos a incendiar el estado con tal de imponer condiciones a la sucesión gubernamental, no hay forma de lograr una tregua donde la gente decida, no, se van a volcar a la guerra total y a la confrontación real. Por esa misma razón los delegados del partido, al que pertenecen los dos, no saben cómo resolver este conflicto por lo que es factible que entre en la mediación el mismo presidente de la república y eso con sus asegunes, ya que en la realidad los dos grupos se golpearán con toda la violencia que puedan, incluyendo el que se derrame la sangre de otros, no la de ellos.
         Cualquier delegado de partido que quiera lograr hacer su trabajo en paz y en condiciones normales, deberá lograr que los dos más importantes conflictos de los grupos se pongan en paz y lleguen a acuerdos que garanticen la normalidad en un proceso electoral, si no hay esto, no se podrá tener un proceso pacífico electoral en Oaxaca, la violencia saldrá en todos lados no importando la seguridad ni la vida de los demás. En realidad, yo me preguntó: ¿tendrá la capacidad el presidente de poner el orden en sus filas?, lo creo difícil, ya que, por ejemplo, sabemos que no se le respeta de parte de uno de los grupos, que hay diferencias irreconciliables y heridas que no se han cicatrizado, en el otro grupo, sabemos que la confianza y el afecto está con el hijo, Alejandro, que es sin duda un cuadro de importancia para el presidente, pero no dejará que el desgaste y la violencia le afecten de tal suerte que se deje en la desprotección absoluta. Las reacciones no se han hecho esperar y vemos cómo se baja la actividad de tal suerte que hasta viaja en las líneas comerciales. Esta confrontación  solamente está favoreciendo a la oposición, y en el caso del PRI, tenemos que no hay forma de lograr acuerdos internos como antaño se podían lograr, hoy, el esfuerzo que deberá hacer Manlio Fabio Beltrones, para lograr la conciliación de intereses en los grupos, deberá contar con el apoyo del mismo presidente ya que existen diferencias y compromisos entre los dos grupos de los exgobernadores; en el caso de Diódoro Carrasco su intervención deberá centrarse en apoyos colaterales fuera del PRI ya que fuera del partido está, pero su partido, el PAN, en Oaxaca, es en realidad un cero a la izquierda. En el caso del PRD hay condiciones para hacer una buena coalición y podrán ponerse mejor de acuerdo para sacar adelante una candidatura; en el caso de Morena, los intereses de los grupos financieros de corte oportunista que rodean al Pejelagarto, son de tal magnitud que enseñan la cola aunque escondan la cabeza y ya es grave la pérdida de confianza que se tiene en la organización y en el desprestigio que gana por apoyar a “empresarios” chapulines y corruptos que son sus operadores en la entidad.
         El choque real se dará entre dos grupos: el de Ulises Ruíz y el de José Murat Casab, los grupos están determinados a dejar correr la sangre y a llevar sus diferencias hasta el grado de que es mejor que pierda su partido a que gane algunos de ellos…. Así están las cosas y no hay forma de conciliar. A nuestro entender, ni el presidente lo logrará, ya que en un grupo tiene compromisos y en el otro heridas e insultos…a uno le deben y deberá de pagar….

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