lunes, 6 de junio de 2011

Día del policía

Hace algunos días, después de la demanda de Javier Sicilia en el Zócalo pidiendo la “cabeza” de Genaro García Luna como una “señal” del gobierno de Felipe Calderón que demostrara que había “escuchado el reclamo de todo un movimiento civil que lucha por el restablecimiento de la seguridad y la paz en el país”, sostenían que era normal que el presidente tuviera un gesto y cesara a Genaro García Luna; conociendo un poco cómo se mueven los hilos en el poder, les decía que no era cierto esto y que seguramente en vez de “debilitar al poderoso Secretario de Seguridad Pública”, lo estaban fortaleciendo y que no necesitaba que se le fortaleciera, la realidad es que está fuerte en el sentido profesional y en el ánimo del presidente Calderón, porque esta en el mismo canal que la demanda de seguridad establecida por los norteamericanos para México, donde lo que cuenta es que ellos tengan mayor seguridad y no se ven las terribles consecuencias que se pagan en nuestro país. El caso es que ellos no quieren que esta violencia se propague a su país y prefieren establecer una política de “guerra preventiva” para que se desgasten en el nuestro, no importando el costo económico, social, político y de vidas que esta campaña cueste. Al inicio de su mandato, Calderón, fue muy claro en el sentido de que esta “guerra” costaría sangre, dolor y dinero por mucho tiempo al pueblo mexicano y en aquellos días, nadie contradijo al presidente y ningún diputado, senador o gobernador dijo nada sobre el tema, al contrario, se unieron a los aplausos.

Sin duda, así como existen policías ineficientes, corruptos y socios de los delincuentes, también los hay que son honestos y creen en su labor. En mi vida he tenido oportunidad de conocer a muchos policías honestos, profesionistas que lograron destacar en el medio de la policía porque sencillamente, independientemente de su carrera profesional, también tenían la vocación de ser policías. No creo que ser policía sea un “sacerdocio cívico”, pero no hay duda que es una profesión riesgosa y difícil y no veo nada extraño en que el presidente rinda un homenaje a la policía y le dé un espaldarazo a su Secretario de Seguridad, García Luna, dedicando un tiempo a rendirles homenaje y declarar, el día dos de junio, después de la ceremonia del Día de la Marina, como el “DÍA DEL POLICÍA” y se logre contar con 32 cuerpos especializados en los Estados para que, con credibilidad y confianza, logren hacer su labor en beneficio de la sociedad garantizando la seguridad de sus vidas, familias y propiedades a los mexicanos. Esto creo que todos lo queremos, tal vez ,no estamos de acuerdo en los métodos de lucha y creemos que en algunos casos, la labor de la policía no se limita a luchar contra la delincuencia y hemos visto que hay indicios de que se utiliza como un cuerpo represivo que elimina a los luchadores sociales que no están dentro de la línea del gobierno o bien, algunos policías extralimitan sus funciones y en vez de “espiar a los delincuentes”, espían a los ciudadanos y grupos políticos y empresariales, para buscar los mecanismos de control y sometimiento de éstos, a los grupos de poder político.

No se trata de que se confronten contra el rector Narro Robles cuando ha señalado algunos puntos de vista sobre el tema de la inseguridad. No existe un solo camino para llegar “a Roma” ni poder resolver los problemas de seguridad, económicos, políticos y sociales en el país y por esa razón, nadie puede establecer posiciones dogmáticas, porque no son posturas inteligentes ni flexibles y honestas, porque los dogmáticos, no quieren buscar los caminos de la verdad ni de las soluciones, quieren imponer sus criterios, cueste lo que cueste, como si fueran dictadores en el poder.

Si hemos llegado a este nivel, es justo que todos tengamos la voluntad de dialogo y de discusión para buscar y evaluar los resultados de cuatro años de violencia en el país, que han dejado miles de muertos, huérfanos y familias abandonadas, miles de desplazados y desaparecidos y no decimos que esta situación la provoquen los policías en esta “guerra”, sino que es lógico que se tienen que hacer las evaluaciones y buscar los caminos en donde toda la sociedad pueda contribuir en la lucha contra la delincuencia, porque mientras tengamos desconfianza y no exista credibilidad a favor de las instituciones, de los políticos, de las policías y cuerpos de seguridad, no se podrá involucrar adecuadamente a la sociedad para que participe en la “guerra” de Calderón. Efectivamente, como declaraba Felipe calderón: “existe UNA BRECHA DE DESCONFIANZA” ENTRE LA POLICÍA Y LOS CIUDADANOS QUE RESULTA URGENTE CERRAR HOY QUE MÉXICO VIVE UN MOMENTO DELICADO EN MATERIA DE SEGURIDAD” Y si todos estamos convencidos de que esta “brecha de inseguridad” es real, tenemos que dialogar para buscar las mejores alternativas, paraque podamos luchar para garantizar la seguridad de nuestras familias y del país. Y si bien se invita a los jóvenes para que vean en la policía Federal “una opción de vida y una opción de desarrollo profesional atractivo” , tendríamos que pensar que un gobierno que ha sido capaz de proteger y rescatar a los banqueros y especuladores financieros, también, debe ser capaz de rescatar a los jóvenes, brindándoles muchas opciones de vida y de desarrollo profesional, no solamente en la policía, porque es triste que en el país, los profesionistas, los mejor preparados, estén desocupados y no puedan contribuir con su esfuerzo al desarrollo personal, familiar y del país, porque les hemos cerrado otras opciones que deben estar abiertas y que no vemos, porque queremos imponer y no queremos dialogar. Cuando vivíamos en los tiempos del diazordacismo el gobierno, no sabía dialogar, porque en su dinámica de desarrollo solamente podía imponer y ordenar, no existía la conciencia del DIÁLOGO PÚBLICO y de la democracia, pero tampoco existían instancias y conciencia de la importancia del dialogo y de la democracia, hoy, no estamos en tales condiciones, por esa simple razón ,el gobierno, debería, en vez de confrontarse, sentarse a dialogar con el sector intelectual del país para buscar nuevas rutas y las mejores soluciones que involucren a la sociedad, no la confronten. Nadie busca ganar las discusiones, sino encontrar las mejores soluciones.

Se que es difícil para los policías entender el lenguaje y las consideraciones de los profesionistas a los que juzgan de inocentes y poco claros, como a los profesionistas le resulta difícil entender a los policías a los que ven prepotentes, intransigentes y violentos, pero hay que hacer el esfuerzo para entendernos y no hablar con leguajes diferentes que no se entienden ni a señas, porque cuando se pierde el diálogo y existen las brechas de la desconfianza, empiezan los caminos de la represión y la violencia… y es lo que buscamos evitar. No perdamos el tiempo discutiendo, dialoguemos y convencémonos los unos a los otros, para luchar juntos…

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