Cuando uno tiene la oportunidad de conocer al Obispo de Oaxaca, José Luis Chávez Botello, de inmediato se puede dar uno cuenta de que se encuentra frente a un hombre bondadoso, de gran inteligencia, visionario, consciente de su misión pastoral, leal a sus convicciones e ideas, pero sobre todo, con un gran amor para servir a los demás, a los que tiene obligación de atender y es por esa razón que, cada semana, nos brinda una lección de claridad y nos hace reflexionar sobre muchos temas. Este fin de semana hablaba de la importancia y de la necesidad de realizar acciones tendientes a clarificar los recursos que sabemos han sido desviados a los bolsillos y fortunas de funcionarios y políticos corruptos y de aplicar sencillamente la ley llevándoles ante la justicia de los hombres y de la sociedad.
Siempre tengo el gusto y hago las reflexiones a las que nos llama, me da la impresión de que como todo hombre bueno, preocupado por los demás, seguramente se desespera ante la inacción o las truculencias políticas de los funcionarios, grupos o de los políticos que siguen enredando las cosas en la entidad y que nos hacen desgastarnos en todos los niveles. Bueno, hasta los enormes topes que se colocan en las calles, a veces más de uno por cuadra, nos dan la impresión de que este es un pueblo al que le quieren frenar o, cuando menos, limitar su avance y la velocidad del mismo y que todo acto de protesta o demanda termina en una negociación en lo “oscurito,” ligando a muchos funcionarios que nos dan la impresión de que actúan como “incendiarios y como bomberos”, porque finalmente, todos los eventos, terminan en las negociaciones, donde salen a relucir o cuotas de poder o cuotas de dinero que quedan no en el beneficio de los demás, sino en los bolsillos de muchos lidercillos que de la política y de este tipo de “representaciones” han hecho un gran negocio. El ser “peticionario” es una nueva forma de obtener o poder o dinero y no lo digo por las gentes que demandan soluciones a sus problemas económicos y sociales, lo digo como el negocio que hacen los “representantes”, que son los únicos que tienen la capacidad y el espacio para tener las “negociaciones”, transas les decimos en mi pueblo, y que son los que llegan a los acuerdos con los funcionarios y se reparten, la inmensa mayoría de las veces, con ellos, los recursos, para terminar con los “problemas” que son los que complican más los conflictos y problemas sociales que vive una entidad empobrecida y tan necesitada de apoyos reales y ayudas claras.
Tal parece que los hombres como Don José Luis Chávez Botello, hablan en el vacío, porque a muchos funcionarios, políticos y lidercillos, lo que nos dice con honestidad y verdad, les “vale”, y es por esa razón que debemos entrar en las discusiones donde podamos tener la visión para servir a los demás, a los que menos tienen, a los menos afortunados y no permitir que ante la necesidad brutal de muchos grupos sociales, algunos lidercillos se aprovechen para sacar su tajada de poder, manipulación o de enriquecimiento, como tantas veces lo hemos visto y comprobado. Estamos convencidos de que las escaleras, se lavan, de arriba para abajo, y es por esa razón que, cuando en los niveles superiores de la administración pública o de la política, los funcionarios de primer nivel nos demuestran que se pueden enriquecer con total impunidad y que en vez de servir se sirven de sus puestos para continuar sus negocios, transas y corruptelas, debemos entender que posturas como las de señor Arzobispo, deben ser entendidas y atendidas y no dejar que el desencanto y la desconfianza vuelvan a ser la tónica de las relaciones entre los funcionarios, los políticos y los ciudadanos. Que tengan conciencia de que, los ciudadanos, sabemos y entendemos, porque lo vemos y comprobamos todos los días, de que los pillos están ahí, con el cinismo absoluto, con la impunidad total y es por ello que no se puede entender un “gobierno del cambio”, sin que al pueblo se le haga justicia y no se haga realidad el compromiso de que se metería a la cárcel a los pillos, a los funcionarios y políticos que se han enriquecido de un sexenio al otro, porque entonces, con desconfianza, las cosas y las relaciones sociales se van a complicar mucho más de lo que ya se encuentran.
Algunos, me dicen, que no es correcto que un ministro de Dios se entrometa en cuestiones políticas y la verdad es que no veo cómo se pude entrometer, cuando solamente hace las reflexiones y toma la voz de los que no pueden ser escuchados para ser un simple vocero de lo que siente y piensa la gente común, la sencilla, a la que diariamente atiende y escucha, cosa que no hacen los funcionarios ni los políticos, porque están encerrados en sus lujosas oficinas y solamente se rodean de las burbujas de poder que les aíslan, porque no quieren que los de más arriba se den cuenta de sus transas, cochupos y corruptelas, de sus complicidades y de sus deficiencias, alegando que, solamente, están en una alianza y que para que el gobernante sobreviva políticamente a las embestidas de sus enemigos o de los demás grupos, los tiene que soportar y encubrir o ligarse a sus negocios y corruptelas o, cuando menos, hacerse como el “que no ve, no escucha y no actúa”… así que, la mayoría del pueblo, le podría decir que no es cierto esto, que vea la realidad, que se sacuda a los chiflados que hoy le rodean como las burbujas de antaño y que representan los intereses de políticos resentidos, que no son los intereses del pueblo de Oaxaca en la realidad actual…ojala, lo vea, con los ojos limpios de un Obispo comprometido con su “rebaño”…
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