miércoles, 23 de marzo de 2011

La tragedia de Japón afectará a México

Hace algunos años no faltaban los ancianos que nos manifestaban que el fin del mundo estaba cercano, esto, por el deterioro de las condiciones que el hombre provoca en la naturaleza, pero sobre todo, decían, que la falta de valores y la voracidad y ambición de unos cuántos deterioraba todo el medio ambiente generando graves daños a las sociedades. Hoy, en muchos lados vemos que las condiciones climáticas y los daños provocados por los fenómenos naturales generan catástrofes increíbles donde millones de gentes se ven afectadas. Así, en el Japón, país al que tengo especial admiración por su talento, por su seriedad, por su meditación, por su calma, vive un momento terrible que está al borde de una gran crisis que puede generar un enorme descontrol en todo el mundo. Muchos miles de japoneses viven en la intranquilidad, en el pánico, en la angustia, con carencias de víveres, agua, medicamentos, su nivel y calidad de vida está amenazada al grado de que en las cercanías a las plantas de energía nuclear tienen que ser desalojadas y confinadas, tal vez, a su propia destrucción. La destrucción de su planta productiva no se ha cuantificado, el desastre en la vivienda es incuantificable, miles de gentes están separadas por la tragedia, otras, han perdido sus empleos de un día al otro, miles están separados y no hay alimentos suficientes, medicamentos para evitar la desgracia en la contaminación atómica, miles pretenden cambiar de un día al otro de sus sitios y no hay forma de desplazamiento, no hay trasportes ni recursos adecuados para lograrlo. En fin, esta tragedia me recuerda los momentos que vivimos con el temblor de 1985 en la capital, donde perdieron la vida, según los cálculos y datos oficiales más de diez mil personas, pero según los cálculos de especialistas, llegaron a cerca de las treinta mil y los daños materiales y sicológicos fueron enormes, de tal forma que México, perdió su propio ritmo de desarrollo y de confianza, sobre todo, perdimos la confianza en las autoridades, en los políticos, en los banqueros, en los empresarios que se convirtieron en voraces especuladores, en fin, la única fuerza que sostuvo la confianza y generó las condiciones para que no se provocara el caos, fue el Ejército Mexicano, de tal suerte que los asesores del presidente, Miguel de la Madrid, le decían que no debería utilizar su fuerza de tarea y de rescate, porque para los políticos del gobierno se podría generar tal confianza que podía alentar a un grupo a dar un golpe militar, olvidando, como lo han hecho muchas veces, que el Ejército Mexicano tiene la firme convicción de la lealtad y sabe que debe servir y no servirse, que sabe que debe estar al lado del pueblo porque su origen, en sus tropas y mandos, se encuentra en las clases populares y no en los altos niveles de los banqueros y especuladores, de los hombres ricos o los que se han enriquecido a la sombra del poder político en el país.

Hoy, esta tragedia que sufre el Japón, también tiene similares condiciones y es el pueblo simple, el infeliciaje, el que lleva la peor parte, la que no tiene los recursos para salir y cambiar de zona de vida, sufre porque tiene lo elemental y, a veces, ni eso, para sobrevivir, por ello, sin duda, existe preocupación en muchos lugares porque esta situación puede salir del control y generar disturbios y violencia que agravaría la situación, por ejemplo, en México, diga lo que diga el presidente y sus asesores que no viven la realidad, no pueden entender que miles de trabajadores mexicanos que laboran en las plantas japonesas o de inversión japonesa, las plantas armadoras automotrices pararán y esto generará un mayor desempleo en el país, pero nuestros políticos se la pasan hablando , dándose golpes de pecho, pateándose bajo la mesa, enriqueciéndose al amparo del poder político, especulando al igual que lo hacen los comerciantes o los especuladores financieros que han sido una tragedia para el país, en fin, de discursos no paramos, pero la realidad se nota trágica en varias zonas del país y seguramente, miles de trabajadores mexicanos, al igual que millones de japoneses, pararan, porque sus plantas y actividades productivas se han deteriorado por esta tragedia, de tal suerte que se avecina una gran crisis económica y la especulación financiera junto con sus chacales son las que se afilan los dientes para destruir lo poco que queda. Lo mismo pasamos en México, vimos a los banqueros y a los especuladores financieros, adquirir muchas propiedades destruidas que a precios bajos se remataban o habían quedado sin dueños al morir muchos de ellos en el terremoto o porque las condiciones les obligaron a dejar sus propiedades y por esa razón las vendieron baratas a esos especuladores financieros que después provocaron el gran negocio con el “ROBAPROA”, QUE HA SIDO EL MAYOR ROBO A LOS POBRES PARA SALVAR A LOS RICOS O MEJOR DICHO, PARA DESTRUIR MÁS A LOS POBRES Y ENRIQUECER MÁS A LOS RICOS, QUE SON LOS QUE HOY, ADEMÁS DE TENER EL PODER ECONÓMICO, CUENTAN CON EL PODER POLÍTICO, por esa razón, estamos como estamos. Mientras millones están en la pobreza, unos cuántos gozan las fortunas multimillonarias logradas al amparo del poder político de antes y de hoy… bueno, son reflexiones.. que joder…no crean que me las troné o que ando “incróspido”, como muchos políticos que se la viven en el “pedo”…

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