martes, 15 de marzo de 2011

Que hablen los presos y presunto culpable

EN LOS TIEMPOS DEL PREIDENTE, Adolfo Ruíz cortines, (ya escribo y hablo como viejito, recordando los “vijos tiempos”) un grupo de escandalizados diputados, depués de asistir a varios juzgados y cárceles en el país, solicitaron una audiencia con el viejo lobo y entraron, histéricos y corriendo, gritando ante el presidente: “Señor, esto es un escándalo. ¡LA JUSTICIA, EN ESTE PAÍS, SE VENDE!” y el colmilludo del presidente los calmó y les invitó a reflexionar sobre el tema, mientras le contaban sus experiencias. Al final de la plática, Don Adolfo el viejo, les dijo: “Señores diputados, tienen que entender que en este país, como en ningún otro, la justicia no se pude vender, porque dejaría de ser justicia. Lo que se vende es la injusticia” y terminó con el escándalo y con los cuentos histéricos de los diputados.

Hoy en día, asistimos a los berridos y gritos histéricos de los jueces, seguramente no de todos, pero de la inmensa mayoría, cuando ven que el éxito se levanta junto con las voces de protesta y de demanda para que hagan su trabajo con honestidad y tratan de prohibir la exhibición del documental: “PRESUNTO CULPABLE” y no se dan cuenta que, cuando adoptan las posturas de las viejas prostitutas : “ que, de viejas, les da por dar consejos”, solamente hacen el ridículo, porque lo que todos sabemos en el país, por experiencias directas o indirectas es que, los policías, además de recibir dinero, cochupos, transas o el que proviene de las corruptelas, son capaces de joder al prógimo culpandoles de delitos que no han cometido, con tal de “presentar trabajo” o hacer algún favor a un político, un funcioanrio, un banquero o a un especuladore financiero, eso, cuando hablamos de favores, porque también los hacen cuando tienen que cumplirle a algún socio o cómplice, metido en otros grupos del crimen organizado. Los jueces, son muy dados a recibir a los abogados para que éstos o por medio de éstos reciban o soliciten las sumas adecuadas con las que podrán hacer sus dictámenes y hacer “justicia”. Los abogados, en vez de defender a sus clientes, los toman como “vacas para la ordeña” y todos los días les chingan el dinero a las familias, para hacer trámites, para dar cochupos, para hacer investigaciones, para asistir a los juzgados, para comprar testigos, para darle a los jueces, porque esos, solamente hacen “justicia” de acuerdo a lo que reciben y así, miles y miles de familias tienen que sacar dinero de los ahorros o vender propiedades o comprometerse en préstamos para que un grupito de pillos y hampones se sigan enriqueciendo con el cuento de la justicia. Lo mismos sucede cuando los detenidos son consginados a los penales, ahí, las cosas cambian, se chingan porque se chingan, ahí no hay más forma de estar mejor que con dinero y por todo hay que pagar, por las visitas, por las fajinas, por los alimentos, por los teléfonos, por todo lo que se les ocurra a los custodios y policías, funcionarios y demás ladrones y gandules que son los que explotan a los presos, los que controlan la prostitución, los robos, el tráfico de protitutas, las visitas o el tráfico de drogas, medicamentos o alimentos. En fin, cuando se trata de chingar, no hay nada mejor que chingar a los jodidos, a los que no tienen esperanza de obtener justicia si no tienen los dineros para comprarla o como bien decía el presidente Ruíz Cortines, para poder ocmprar la injusticia que les haga la justicia...

Y como el documental es muy claro, de gran denucnia, lo hemos comprobado miles y miles de mexicanos que hemos sufrido desde la prepotencia y las injusticias provocadas por los agentes de tránsito, los policías de crucero, los jueces, los ministerios públicos, los abogados, los funcionarios de los penales, los políticos venales, en fin, la gran “familia mexicana de ratas, perversos y corruptos”, pues no les gusta a los señores jueces, porque consideran que se les “encuera” y ellos, al igual que las prostitutas viejas, ya no están para andar enseñando sus carnes arrugadas y sus “cositas”, porque ya, cuando están enriquecidos, tienen la obligación de ser y aparentar ser decentes y honestos... por esa razón no permiten que se les encuere y menos que lo hagan con las víctimas que ellos tienen en los penales y en los juzgados...

Por esto insistimos en que los que han sufrido las vejaciones y las injusticias, vean esta película, no para ponerle más sal a las heridas, ni para darse golpes de pecho y sacar a relucir las lágrimas de dolor o encabronamiento, no, para que puedan recordar que tenemos una obligación y demandarles a todos esos pillos que cambien, que hagan con eficiencia y honestidad su trabajo, que hagan justicia real y no vendan la injusticia dizque para hacer justicia. Esto es lo que debemos hacer y levantar nuestras voces para evitar que esos pillos sigan en el poder, enriqueciéndose y jodiendo la vida de miles y miles de familias. Por esa razón, escribí: QUE HABLEN LOS PRESOS y les solicitamos a nuestros lectores que adquieran la obra, porque dedicaremos esos recursos para continuar con esta lucha por la justicia y la justicia social, que no quieren ver ni hacer los hampones en el poder... unidos, podemos ganar, desunidos, nos joden...

No hay comentarios: