CUANDO terminé de escribir la obra: QUE HABLEN LOS PRESOS me quedé con la intención de continuar escribiendo sobre el tema que afecta a más de 250 mil familias. Entre esos miles de presos, sin duda alguna, existen miles y miles que no tienen por qué estar detenidos y, dentro de esos miles y miles, seguramente, miles, son inocentes. Todos conocemos o hemos sufrido las brutalidades de las policías que para “justificar su trabajo” inventan delitos y culpables, son capaces, como ahora lo hacen, de presionar a los “testigos protegidos” para que éstos acusen y denuncien a los enemigos del presidente o de los políticos, policía y especuladores financieros en el poder, en este país, que debería ser un país de leyes y de justicia, pero que no es ni una ni otra cosa. Ya vemos que los tiempos donde las torturas y las invenciones de delitos siguen siendo realidad, sabemos de los golpes que reciben para que “confiesen” los “presuntos delincuentes” o bien la siembra de pruebas en drogas y armas o pruebas inventadas que colocan los policías que, normalmente, ellos las traen y las portan para extorsionar o para inculpar a los inocentes son constantes. Ya sabemos las trácalas y las transas que se realizan con los abogados y los funcionarios, los jueces y los demás miembros de las policías y de los servicios de seguridad e inteligencia para que las familias dejen sus ahorros, sus bienes o adqueiran drogas que tienen que aceptar para poder dar las sumas que constantemente les exigen en los juzgados o en los penales, para que sus familiares puedan estar en mejores condiciones a menos que quieran que se les mate o les den condenas con las que no salen.
No solamente son las historias de horror y de terror lo que conocemos los mexicanos que se tienen en los cuarteles de las policías y las historias de injusticias, transas y corruptelas que se tejen en los juzgados y en los penales del país, por fortuna, muchos comunicadores hablan sobre los temas y en el caso de los nuevos cineastas los hay que producen documentales de denuncia como el que se supone es “PRESUNTO CULPABLE” Y SI BIEN, EN ESTE DOCUMENTAL, POR LO QUE ME HAN DICHO Y CONTADO, SE HABLA SOBRE ESAS INJUSTICIAS, hoy, los jueces y los encargados del tema para sostener la “buena comunicación” donde no se denuncien esas calamidades que sufrimos los mexicanos, impiden su exhibición y claro, podemos entender que ellos, por medio de las policías y los custodios o funcionarios de los penales presionaron a alguno de los denunciantes para que ya producido este documental pongan una demanda en contra de los productores y con ello se impida su exhibición, esto es muy claro cuando conocemos de lo que son capaces los policías, los funcionarios, los políticos y los custodios de los penales en este país… es cierto aquello que leía en la celda 8 de la crujía H en la terrible cárcel de Lecumberri, cuando estuvimos detenidos por dos años ocho meses después de que el gobierno destruye y reprime al Movimiento Estudiantil Popular de 1968 : “EN ESTA CÁRCEL MALDITA, DONDE REINA LA TRISTEZA, NO SE CASTIGA EL DELITO, SE CASTIGA A LA POBREZA”.
Ya nos podemos imaginar las historias de horror y de terror que nos pueden platicar las familias de miles y miles de presos en este país y sobre todo, nos podemos imaginar las enormes cantidades de dinero que han tenido que dar a los policías, los custodios de los penales que enriquecen a los funcionarios y jefes de los mismos, a los abogados que dizque los defienden y alargan los procesos para continuar cobrando sus “honorarios” y las sumas enormes que solicitan esos licenciados a las familias para que los jueces y funcionarios de juzgados y penales “vean con mejores ojos a sus familiares” y puedan reducir las condenas, cuando sabemos que miles y miles de esos detenidos son inocentes o no tienen por qué estar detenidos y sus familias sufriendo. Sabemos de las miles de familias que son destruidas y donde los hijos se dejan a la deriva y por ello aumentan más y más los jóvenes víctimas de la desintegración familiar, porque en este país, no tenemos leyes para todos que sean justas y menos, funcionarios, policías y abogados y jueces que sean justos y honestos. La justicia pues, no se vende, se vende la injusticia y esto es con lo que comercian y se enriquecen los funcionarios, policías y jueces en este país… y bueno, los funcionarios, policías y jueces, para darse baños de pureza, hacen lo que las prostitutas viejas: “de viejas, les da por dar consejos”, y por esa razón impiden la exhibición de dicho documental DE DENUNCIA Y QUE SEGURAMENTE GENERARÁ UNA OLA DE REPUDIO Y DE DENUNCIAS Y DEMANDAS EN CONTRA DE POLICÍAS, JUECES, FUNCIONARIOS DE LOS PENALES Y CLARO, ESTO NO LES GUSTA Y, POR ELLO, EN VEZ DE DEJAR QUE LA REALIDAD SEA CONOCIDA, LA IMPIDEN, como si con impedir la exhibición de este documental se cambiara la realidad, no hay duda, es este país, hacemos lo que hacen los gatos con su mierda: la esconden, pero no por ello dejar de apestar… el verdaderos escándalo es la injusticia en la que vivimos, no un documental de denuncia, aunque no les guste a los funcionarios, policías y jueces y gobernantes; con la represión no solucionan ni problemas ni cambian las realidad… Será que por eso, “la justicia es ciega”?
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