viernes, 15 de julio de 2016

Protestas populares

“ME GUSTA QUE ME CORRIJAN, PORQUE ESTO ME DEMUESTRA QUE NO ESTOY HABLANDO CON PENDEJOS” escuchado por ahí.
Cada vez que veo las notas sobre economía y las notas relacionadas con el hambre, la marginación y la miseria en México me dan ganas de llorar y me pongo a pensar de que cada día nos acercamos más a los problemas que trae el hambre: violencia y desestabilización.
         Parece que nuestros políticos y funcionarios en vez de ver lo que ocurre solamente piensan en que “imponer el estado de derecho” que es una forma de encubrir la “dictablanda” lo que hacen es aumentar el estado de irritación social al que se ha referido el Presidente como si la irritación y el descontento social solamente sea culpa de las redes sociales alegando que se ha generalizado esa forma de manifestación parecida a una “plaza pública” donde se manifiesta el “mal humor social”. Con todo respeto al señor presidente parece que no entiende que ponerse en la postura dictatorial y represiva como se colocaran Díaz Ordaz y Felipe calderón solamente dará paso a una gran confrontación violenta que pondrá a México en una situación brutal y difícil.
         Podemos entender que él no vaya a comprar las tortillas, a lo mejor sus muchas actividades sociales y los negocios propios no le permiten convivir con el infeliciaje pero debe saber que en la actualidad, “durante marzo, EL SALARIO PARA ACCEDER A LA CANASTA BÁSICA ALIMENTARIA BÁSICA FUE DE 89.39 PESOS, MIENTRAS QUE UN MEXICANO QUE GANA EL MÍNIMO sólo percibió 73.04 pesos, de acuerdo CON LOS CÁLCULOS DE Acción Ciudadana Frente a la Pobreza. En tanto, las fortunas de los CUATRO MULTIMILONARIOS en nuestro país, pasaron de representar el 2 % del Producto Interno Bruto al 9 por ciento de 2000 a 2012”. “Para cubrir su canasta básica, los mexicanos que ganan el mínimo pidieron 16.26 pesos fiados”.
         A LO MEJOR EL PRESIDENTE ANGUSTIADO POR VER CÓMO CORRE EL Secretario de Educación a miles de maestros por el delito de protestar por sus derechos y hacer las acciones para terminar con el trabajo de más de diez trabajadores en PEMEX y otros 15 mil en el sector público, mientras encuentra la forma en que no se le enreden las pitas, no sabe  o no entiende que los mexicanos, por ahora, se manifiestan como si fuera una “plaza pública” que es el lugar de reunión de los ciudadanos para apoyar o para repudiar a sus gobernantes, solo lo hacen con caricaturas, chistes y mentadas en las redes sociales y si esto le molesta, que dé gracias a que ahí queda la protesta y la irritación social que no entiende, porque cuando se decidan a salir a las calles y mostrar su verdadero enojo, podemos pensar que con la forma de pensar y actuar de los políticos podríamos ser observadores de grandes masacres y represiones..
         A lo mejor el presidente debería valor el hecho de que en México en lugar de frenar la pobreza el número de pobres se disparó de 46.1 millones en 1992 a 63.8 millones en 2014 y que en este país de las “reformas estructurales”, siguen viviendo 6.7 millones de mexicanos con un salario mínimo”.
         63 millones de mexicanos en la pobreza y más de 25 millones en pobreza extrema deben hacer pensar que a éstas alturas se deben cambiar los modelos y dar cuenta de los programas sociales y no estar encabronadamente determinados a imponer caprichos y, dizque la ley, cuando lo que se está haciendo es violar los derechos de todos e iniciar los pasos a una política de mayor represión, y cuando esto sucede es de pensar que, en poco tiempo, la protesta en redes se manifestará en las calles y las plazas públicas y que de ahí a la represión y a la acción contestaría que desestabilice al país y  lleve a un estado de violencia y confrontación, hay un trecho muy corto.
         Yo puedo entender que los yupis que conocen de política social y de reacciones de protesta por los libros de texto leídos en las universidades confesionales y extranjeras en las que se han educado, abusen de la ignorancia de nuestro presidente que es sin duda un hombre hábil y poderoso en la política, pero que no ha leído más que unos tres libros y ahora entendemos que con esa “cultura” se deje impresionar por los “teóricos” que le manejar y lo hacen tonto. Debe entender el presidente que los políticos que le rodean no se atreven a decirle la “neta” ni la verdad, solo lo que les conviene y les ayuda a mantenerse en el primer círculo de gentes que le dicen a todo: “sí señor, como usted diga, lo que usted mande…”. La realidad es que los políticos actuales no se han tenido que confrontar en protestas populares como en los años sesentas, y creen que porque no han estallado todo está bien. Sin duda cuando el presidente ha dado entrevistas hablando de tales enojos sociales en las redes como si fueran en plaza pública, intuye que algo no anda bien y que se acercan tiempo violentos y difíciles. Ahora complicados mucho más por la crisis económica y por el enojo social provocado por la pobreza, la desatención y la discriminación. Bueno, hay tal malestar que, hasta los “empresarios” de la ultraderecha protestan en contra de su política y lo acusan de un alto grado de corrupción, demandando que los diputados y senadores aprueben las leyes anticorrupción, como si ellos no fueran los causantes o los cómplices de la misma.

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