viernes, 15 de julio de 2016

De la moda

LO QUE ES DERECHO, NO ES CHIPOTUDO” dicho popular.
         Es simplemente curioso cómo vamos de volada directo a convertirnos en una imagen y semejanza de los norteamericanos. Así, nos han vendido la idea de que lo mejor es estar, no a su lado, con independencia y soberanía, sino con entreguismo y sometimiento, así prepararon a los “intelectuales-políticos” que se educaron en los Estados Unidos y nos llegaron vendiendo la idea de que el liberalismo económico era la salvación de la pobreza y la marginación, que deberíamos dejar a un lado las ideas perversas del nacionalismo alegando que con soberanía y patriotismo la gente no comía, así, primeramente, nos metieron la Coca-Cola hasta por… las orejas, y nos dijeron que dejáramos el tequila y el mezcal para combinar el ron con esa bebida y hacer con el coñac, lo que hacen los nuevos ricos con su bebida del “parís de noche”, dejamos de consumir tortillas alegando que eso era cosa de yopes y que eran mejor las tortillas de harina y que deberíamos de dejar de consumir tacos para cambiarlos por hotdog y hamburguesas, palomitas y papas fritas, suspiramos por los partido de fut bol y, ahora, vemos a las señoras de los enajenados gritar con ellos…Golllll, como si con eso se comiera o mejoraran las relaciones entre mexicanos o se terminara con la inseguridad y las corruptelas. Ahora, vemos series de televisión donde se nos muestran las intrigas políticas de Casa Blanca de EU, no la de México, y de la forma en que se atienen las mismas, sin decirnos la forma en que se ordenan los ataques a los demás países, la forma en que se combinan intereses de ellos con los vende patrias para que dejemos de controlar nuestros recursos naturales y los entreguemos con el pretexto de que ellos sí son buenos en la administración y nos ocultan la forma en que nos saquean y nos roban, ellos y los de aquí.
AHORA, EN VEZ DE PISTOLAS Y AGUARDIENTE, CANTANDO RANCHERAS Y GRITANDO: “Viva México traidores”, nos vemos cantando en inglés y vemos a viejitos que están tomando lecciones de inglés en vez de recordar la historia de México y descubrir los escritos de los viejos políticos y héroes nacionales por los que tuvieron patria y, alguna vez, madre… sí, ahora estamos enajenados con los celulares, no sabemos ni preguntar por una dirección si no consultamos el internet y el localizador, nos alejamos del trato con la gente y hasta en las casas, para llamarse, no se escuchan los gritos de vengan a comer, sino se ven los mensajes llamado a la comida donde el silencio solamente se rompe con el teclear de cada comensal que está en lo suyo y no con los que debe estar en esa hora del alimento sagrado y acogedor.
LAS RELACIONES SE RELAJAN Y SE PIERDEN, YA NO HAY EL TRATO PERSONAL, DONDE LOS OLORES SON VITALES, DONDE LOS OJOS, COMO VENTANAS DEL ALMA, NOS DICEN LO QUE SIENTEN O LO QUE PIENSAN, DONDE EL CALOR DEL CUERPO ES EL MENSAJERO DE LOS DIOSES, en fin, perdemos todo para estar en el trato lejano y cercano de los medios de incomunicación, donde los chavos ya no saben qué hacer para declarase a la que les gusta. Se terminan los recaditos de papel que se guardaban en los libros, se acabaron las florecitas deshidratadas perdidas en los libros de poemas, ahora, si les dice que son los poemas, nos llaman cursis y viejos. Ya no se sabe ni qué se piensa ni cual es el timbre de la voz de los seres queridos, la moda lo consume todo, los recursos y los sentimientos, si no estás en la onda y la moda no eres nadie aunque seas un sabio o un científico, eso ya no vale, ahora, valen las modas y los relojes costosos, los zapatos ferragamo de altos costos, los trajes caros, los tenis de marca, los pantalones de mezclilla que llevan el nombre  de algún diseñador maricón y bien posicionado en los medios de la comercialización. El reloj es una joya que marca las distancias y los sitios entre funcionarios, políticos y gente del infeliciaje, ya no sirven ni para consultar la hora, porque en los celulares están marcadas a tiempo y forma.
         En fin, estoy convencido de que desde que entramos a la ruta crítica perdimos la ruta de la Revolución y desde que los políticos y diputados traen celulares, dejaron las pistolas y cambiaron los sombreros por las diademas y se convencieron en salir del closet, alegando que es la mejor forma de sobrevivencia política, y lo es, porque ahora podemos decir, sin equivocarnos, que no vivimos en una democracia, ni en la dictadura perfecta, vivimos en una putocracia… y eso es lo que impera. No sería mala si la definieran de una vez por todas y dejar las caretas, se olvidaran de relojes y celulares, de bebidas exóticas y retornaran a los tequilas y mezcales para darle tono a la voz y a los gritos. Que se vuelva, sin duda, no a las viejas modas, pero si a dejar un rato los egos para ver que se siente estar en la normalidad y en el seno de la humanidad. Dejemos los celulares para consultar los libros y ponernos a estudiar, no acumular datos para que al ejercer el poder hagamos pendejadas, porque de pendejadas y horrores y terrores, de robos y mentiras, todos, estamos hasta la madre… sí, porque a pesar de que algunos la nieguen tener, de alguna forma llegaron a este mundo…

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