viernes, 15 de julio de 2016

Girolamo Prigione III

“SALIMOS DEL TERROR DE LA PIEDRA DE LOS SACRIFICIOS PARA CAER EN EL HORROR DE LA PIRA DE LA INQUISICIÓN”
 Francisco Martín Moreno.
         Lo observé muchas veces, era un hombre sencillo, pero duro, simple pero discreto, honorable y confiable, atento, en alguna ocasión vi como trataba al obispo de Morelos, diciéndole que ya no dijera tantas tonterías, porque él y otro obispo de Guadalajara, sostenían que al Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo lo había mandado asesinar Carlos Salinas. Él, sin duda, conocía mucho del tema, llegó cuando estaba la balacera en el aeropuerto de Guadalajara y se enteró, en el avión, de lo que sucedía. En aquellos momentos el Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo llegaba a recibirle al aeropuerto y ahí quedó en medio de la balacera.
         Mucho se especuló por parte de los obispos ultra reaccionarios, manipulados por gente del Yunque, que el Cardenal Posadas le llevaba en el portafolios que, dicen se extravió, una relación de los políticos, policías y funcionarios y empresarios mexicanos inmiscuidos en el narcotráfico y que por esa razón lo habían asesinado, pretextando un encuentro entre dos facciones de narcotraficantes. Cuando le pregunté sobre el tema, me dijo que no llevaba nada el Cardenal y si así hubiera sido, lo lógico es que no lo traería en el vehículo paseándolo, sino que lo entregaría en la reunión que tendrían después. Así quedó. Lo que yo deduje después es que el Cardenal le informaría sobre la relación de bienes y de recursos operados por los eternos prestanombres que utilizara la Iglesia en la Zona de Jalisco y el centro del país, ya que con la regularización de las relaciones entre el Estado Mexicano y el Estado Vaticano no tendrían mayores problemas para hacerlas restituir. Todos sabemos que durante muchos años muchos banqueros y empresarios fungieron como prestanombres para operar los negocios y los bienes de la Iglesia, esto con el conocimiento del Gobierno, pero ya sabemos que las negociaciones en lo oscurito se dan de tal forma que todos hacen como que saben y nadie hace lo que se debe.
         Lo que sí es cierto es que consultó con muchos especialistas, analistas, periodistas, políticos, empresarios, banqueros, sobre la forma en que se sucedieron los hechos donde perdiera la vida el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.
 De lo que nadie tiene dudas es que durante los años en que Girolamo Prigione estuvo en México logró tener una gran influencia dentro de la iglesia, no era solamente el diplomático sino en control de la misma en México, así logró imponer o poner o ayudar a subir a muchos obispos y cardenales, con ello, garantizó un control efectivo de la jerarquía y sobre todo imponer una sola ruta para la negociación en las relaciones entre el Estado Mexicano y el Estado Vaticano. Así como se vio su influencia al controlar la expansión del movimiento armado del EZLN al mando de Samuel Ruiz, al que consideraba un hombre serio en su trato y de amor a los grupos indígenas, no dejaba de señalar que se excedía en sus formas, ya que sostenía que se podía generar una iglesia cismática al imponer, Don Samuel, no la teleología de la liberación sino la Teleología Indígena que se expandiría hasta los grupos indígenas de Centro América. El creía que las cosas se polarizaban de tal suerte que cuando asume Don Samuel el mando en Chiapas, los católicos, sumaban el noventa por ciento y al paso de los años, las iglesias protestantes habían avanzado de tal suerte que llegaba solamente al sesenta por ciento, con un avance muy importante en los grupos protestantes.
         Cuando se habla de su junta con los hermanos Arellano Félix en la sede de la Nunciatura se deja sentir que él conoció muchas cosas sobre el tema del enfrentamiento, y que si bien se escudó en el secreto de confesión, si dejó en claro que no ocultó la reunión, de tal suerte que avisó personalmente al presidente Carlos Salinas de Gortari quién citó a reunión al Procurador Jorge Carpizo quién, cuentan las notas, llegó en pijama. Se especula mucho sobre el por qué no se mandó a un grupo especial a detenerles, es lógico que no se podía realizar en la sede de la Nunciatura, pero todo el mundo especuló sobre el hecho de que no se realizara en algún otro sitio.
         Sin duda, independientemente de todo, lo que es muy claro es que su postura y su acción en este tema logró controlar las cosas de tal suerte que no se salió del curso y que, finalmente, quieran o no reconocerle los políticos, sirvió para que nos se generaran mayores conflictos y levantamientos ante la indignación que estaban alentando algunos sacerdotes y el grupo del Yunque para que la grey católica se levantar en contra de Salinas de Gortari en esos momentos, cuando se perdía una gran confianza y credibilidad por los acontecimientos que dieron, como punto final, la salida de más de cincuenta mil millones de dólares del país que ayudó a provocar la nueva crisis económica que se vive al final del sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
 Girolamo Prigione fue sin duda un hombre del tiempo mexicano, de un tiempo que aun tendremos que aplaudir o lamentar, porque como se mueven los curas políticos en la actualidad, tal parece que van a pelear por el poder y no solo por su poder, sino por todo el poder: económico, religioso y políticos, y para ello ,han empezado con la famosa  “deforma educativa” que no es otra cosa que la reforma educativa católica,  para ser el mejor negocio de la iglesia y su nido de cuadros políticos que controlarán al país. Así que, Dios, nos agarre confesados.

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