sábado, 4 de enero de 2014

Violencia oaxaqueña

Hablar en Oaxaca de violencia extrema en el actual gobierno es como hablar de que “no sucede nada”, por la simple razón de que hay, lo debemos de reconocer, un amplio margen donde los grupos de la delincuencia organizada no solamente son protegidos por las autoridades y los gobernantes y políticos, sino que ya forman parte de este fenómeno que vemos en todo el país, donde la narco política es una realidad y donde los grupos  de la delincuencia organizada no se encuentran fuera del poder y del gobierno, sino dentro de esa estructura.
         En las comunidades más pobres y marginadas de la entidad es donde se concentran los grupos ligados al trafico, siembra y distribución de drogas, en muchos lados éstos son los que controlan a muchos de los municipios y los que operan y manejan a los grupos de “oposición” o bien, son los que tienen el control de los grupos representantes de los partidos políticos y no faltan en otros, los grupos que se asocian o apoyan a los grupos de las guerrillas, que son  una realidad en toda la entidad. Esto está ligado no solamente a la pobreza y la marginación sino también a los negocios y perversidades políticas que sostienen los ex gobernadores en todo el estado y que son los que controlan el poder aún en un gobierno que se supone es diferente a los gobiernos que ellos representaron o porque el “vacio de poder en Oaxaca” ,no solo influye y destruye el tejido social y económico del estado, sino que se muestra en la forma en que los cacicazgos locales tienen el control real del poder en la entidad. Y esto es tan evidente que, por ejemplo, el ex secretario general de gobierno, Jesús Martínez Álvarez, ha denunciado abiertamente este enorme vacio de poder y la corrupción e ineficiencia que priva en el gobierno actual. Sabemos que no es una política real y honesta la que aplican los grupos y ex políticos que conforman el violento cacicazgo en la entidad, las confrontaciones son por grandes intereses y grandes sumas de dinero que se disputan entre los grupos de ex gobernadores, ya que saben que, por ese vacio de poder, se puede continuar mamando de los presupuestos del estado y saqueando los recursos de los oaxaqueños, porque el mismo gobierno y equipo que está en el poder, hace esto y lo permite como una forma de llevar adelante eso que existe en la política nacional: “EN POLÍTICA: SOCIOS O CÓMPLICES”, lo demás, es demagogia….
         La violencia  está asentada en la región y es tan brutal como la que hemos visto en Tamaulipas, Guerrero o Michoacán, y en muchos casos, se encuentra alentada y fomentada por los mismos políticos o grupos de poder, no solo por los caciques que son los que controlan bastas zonas en Oaxaca. Esto, es una realidad, como es realidad el control de la narco política en la entidad o la narco guerrilla o la manipulación que se hace por parte de los grupos de viejos caciques o por los mismos ex gobernadores que son los que siguen influyendo para controlar los PUESTOS Y PRESUPUESTOS o los conflictos que se utilizan como una “moneda de cambio” para dar “paz” en algunas regiones a cambio de importantes sumas de dinero que paran en los bolsillos de los operadores o en los bolsillos de los políticos y socios que operan los recursos oaxaqueños no a favor de los pobres o marginados, sino a favor de sus grupos y de sus socios o los que permiten hacer los grandes negocios como se vienen haciendo los socios, cómplices y compadres del gobernador, como todos lo sabemos en Oaxaca.
          Cada día suman asesinatos que no son investigados, porque los mismos gobernantes saben exactamente quién o quienes son los responsables y cuentan con su protección o con la complicidad en la entidad y en los gobiernos locales o son parte de los grupos de la “oposición” que viven de la protesta social o  son parte de los grupos de narcotraficantes o  la guerrilla, y es por esa razón que cada día se complican mucho más los asuntos y se ven mayores asesinatos que no son investigados y que se sabe forman parte de una forma de gobierno y de control de grupos en el estado. Así que cuando se ven esos asesinatos y violencia que se acerca a las regiones, se sabe que, pronto, están por acelerar las condiciones de protestas y violencia generalizada en Oaxaca porque esta es la mejor manera de ocultar las corruptelas y de imponer al gobierno federal a los grupos que son los beneficiarios de este desmadre  en el Estado y que es parte de una “cultura política”. Para ocultar los grandes saqueos, robos y corruptelas en Oaxaca, se recurre a acelerar la violencia, y esto, es lo que se está haciendo, cuando los gobernantes actuales saben que están siendo investigados y pueden dejar el poder o ir a la cárcel por sus robos y corruptelas. Esto es lo que sucede cuando la violencia extrema se manifiesta en Oaxaca. 

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