sábado, 4 de enero de 2014

Para el 2014, te deseo...

HAY en la vida que reconocer que todo, todo lo bueno y lo malo, lo útil y lo inútil, lo perverso y los genial, lo rencoroso y amoroso se tiene que agradecer, todo tiene un fin en la gran aventura de la vida, por eso cuando mi amigo eL Dr. Mario Mejía Gómez me hace el favor de enviarme un poema de Víctor Hugo, no solamente le agradezco el gesto sino el que me haga y obligue a reflexionar. Él como un joven médico no solamente se ocupa del cuerpo sino también del espíritu y del alma, sabe lo importante que es entender lo que somos por lo que exponemos y hacemos, lo de dentro también se manifiesta fuera y lo del universo se manifiesta en la partícula más pequeña del cuerpo: lo que es arriba es abajo y así es como podemos entender lo que somos y para lo que somos.
“TE DESEO”
Te deseo primero que ames, y que amando, también sea amado. Y que, de no ser así, sea breve en olvidar y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es, sepas ser sin desesperar.
Te deseo también que tengas amigos y que, incluso malos e inconsecuentes sean valientes y fieles, y que por lo menos haya uno en quien confiar sin dudar.
Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos. Ni muchos ni pocos, en la medida exacta, para que, algunas veces, te cuestiones tus propias certezas. Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo, para que no te sientas demasiado seguro.
Te deseo además que seas útil, y que en los momentos malos, cuando no quede más nada, esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.
Igualmente, te deseo que seas tolerante, no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil, sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente, y que haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros.
Te deseo que siendo joven no madures demasiado de prisa, y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer, y que siendo viejo no te dediques al desespero. Porque cada edad tiene su placer y su dolor y es necesario dejar que fluyan entre nosotros.
Te deseo de paso que seas triste. No todo el año, sino apenas un día. Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena, que la risa habitual es sosa y la risa constante es malsana.
Te deseo que descubras, y a pesar de todo, que existen, y que te rodean, seres oprimidos, tratados con injusticia y personas infelices.
Te deseo que acaricies un perro, alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal, porque de esa manera, sentirás bien por nada.
Deseo también que plantes una semilla, por más minúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento, para que descubras de cuantas vidas está hecho un árbol.
Te deseo, además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico, y que por lo menos una vez por año pongas algo de ese dinero frente a ti y digas: “Esto es mío”, sólo paraqué quede claro quién es el deño de quién.
Te deseo también que ninguno de tus defectos muera, pero si muere alguno, puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable,
Te deseo que tengas una buena mujer, y que siendo mujer tengas un buen hombre, mañana y al día siguiente, y que cuando esté exhaustos y sonrientes, hablen sobre amor para recomenzar.
Si todas estas cosas llegan a pasar, no tengo nada más que desearte”
         Y bueno, al igual que Victo Hugo, en lo personal, deseo que todo esto y más, mucho más te suceda a lo largo de la vida y que tu vida sea útil, amorosa, inteligente, sonriente, amable y que en todo momento seas capaz de ayudar y apoyar a los que necesitan así sea de un pequeño gesto y una pablara de aliento para seguir en la vida. Que tengas un buen año 2014.

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