martes, 4 de junio de 2013

Cuando ganan los malos

DICEN los que saben que los poetas y los escritores además de los niños y borrachos (algunos borrachos) son los que dicen la verdad, por ello, Ayn Rand, nacida en Rusia y educada en los Estados Unidos, filósofa y escritora que muere en 1982, cuyo nombre era Alissa Zinovievna bajo el seudónimo de Ayn Rand, escribía una novela: Atias Shrugged, cuya traducción al español se conoce como LA REBELIÓN DE ATLAS, escribía como viendo el futuro:“Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, por el contrario son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto sacrificio, entonces podrá, afirmar sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada”.
Y en muchos estados podríamos afirmar que esto es lo que sucede, donde los políticos, policías, hampones, criminales, funcionarios, empresarios deshonestos, especuladores financieros son los que se enriquecen gracias al esfuerzo de todos y no dan a cambio nada, salvo molestias y prepotencias, golpes, conspiraciones, represiones, violencia y es así que hoy en día son “admirados”por muchos ya que parece ser que son los que han ganado, porque como el éxito se mide por la riqueza piensan que es por ella que esos lacras y deshonestos son los triunfadores cuando no son más que vividores y explotadores de los demás. Así que en Oaxaca, como en Yucatán, Tabasco, Distrito Federal, Chihuahua, Sonora, Nayarit, Jalisco, en fin, a lo largo y ancho del país esos son los que hoy en día se reparten los puestos y los presupuestos y se enriquecen con los grupos de poder que son los que les rodean y conforman su “circulo de confianza” o su núcleo de la burbuja de poder, de robos y trafiques, de corruptelas y negocios.
HOY EN DÍA PARECIERAQUE LES DEBEMOS EL FAVOR DE ROBARNOS Y EXPLOTARNOS, DE ENGAÑARNOS Y HACERNOS PENTONTOS: ESE GRUPO PRIVILEGIADO NO IMPORTA DEL PARTIDO O GRUPO DEL QUE PROVENGAN SON IGUAL EN TODOS LOS Estados y hacen las mismas trácalas, negocios, componendas y corruptelas y por esa razón van enriqueciéndose, aumentando la miseria, marginación, desempleo, pobreza y hambre de millones de mexicanos que somos las mayorías y que se supone, están ahí, en al cúpula del poder, gracias a nuestro voto que lo hacen valer para apropiarse del poder pero que no sirve para nada, ni para gobernar o para opinar y demandar que ya paren con el saqueo, robos y engaños que generan mayor miseria, marginación y hambre en todo el país.
Así parece que les pagamos a esos inútiles y explotadores para que nos sigan robando, engañando, explotando y reprimiendo y es tiempo de ponerles un freno y de exigirles que se vayan a la porra porque no sirven más que para lastimar, robar los bienes y recursos de todos, convirtiendo en deudas públicas lo que ellos se llevan como ganancias privadas…
Si ya no creemos en ningún partido político porque hemos comprobado que no sirven más que para proteger a una mafia de pillos y hampones que se reparten puestos y presupuestos, lo mejor es que al tiempo de votar lo hagamos en la parte final de las boletas poniendo el nombre de cualquier persona a la que admiremos o de cualquier amigo o conocido que pensemos que sería un buen aliado del pueblo para gobernar en su favor y no robarle, engañarle , explotarle, reprimirle, como los hacen los pillos de todos los partidos en la actualidad…
Por ello recordemos, como nos recuerda Guillermo Segura y Aurora de lo que significa la primera lección del derecho, al contar la siguiente pequeña historia:
“Una mañana cuando nuestro nuevo profesor de “Introducción al derecho” entró a la clase, lo primero que hizo fue preguntarle el nombre a un alumno, que estaba sentado en la primera fila: ¿”Cómo se llama? El alumno contestó: “”Me llamo Juan, señor”.
-“Vete de mi clase y no quiero que vuelvas nunca más”.Grito el desagradable profesor. Juan estaba desconcertado y se levantó torpemente, recogió sus cosas y salió de clase… todos estábamos asustados e indignados PERO NADIE DIJO NADA”.
“Está bien ¡Ahora sí! ¿Para qué sirven las leyes?... seguíamos asustados pero poco a poco comenzamos a responder la pregunta: “Para que hay un orden en nuestra sociedad” “¡NO! Contestaba el profesor. “Para cumplirlas” “NO”, “Para que la gente mala pague por sus actos” ¡”No”!. ¿Pero es que nadie sabrá responder esta pregunta?... “Para que haya justicia” dijo tímidamente una chica. “¡Por fin! Eso es… para que haya justicia. Y ahora ¿para qué sirve la justicia?”
“Todos empezábamos a estar molestos por esa actitud tan grosera y prepotente, sin embargo seguíamos respondiendo: “Para salvaguardar los derechos humanos”.. “Bien, ¿qué más?”, decía el profesor, “Para discriminar lo que está bien de lo que está mal”… “Para premiar a quien hace el bien”.,
“Ok, no está mal… pero respondan a esta pregunta: ¿Actué correctamente al expulsar de mi clase a Juan?... todos nos quedamos callados, nadie respondía. –Quiero una respuesta decidida y unánime”
“¡NO!, dijimos todos a la vez.
“¿Podría decirse que cometí una injusticia?”
“¡SI!”
-“¿Por qué nadie hizo nada al respecto? ¿Para qué queremos leyes y reglas si no disponemos de la valentía para llevarlas a la práctica?. CADA UNO DE USTEDES TIENE LA OBLIGACIÓN DE ACTUAR CUANDO PRESENCIE UNA INJUSTICIA ¡NO VUELVAN A QUEDARSE CALLADOS ANTE LAS INJUSTICIAS… JAMÁS”.
-“VAYAN a buscar a Juan”.
Esta fue la primera lección práctica de una clase de derecho.
“CUANDO NO DEFENDEMOS NUESTROS DERECHOS PERDEMOS LA DIGNIDAD Y LA DIGNIDAD NO ES NEGOCIABLE ni se debe perder…y ,cuando nos quedamos callados, ganan los malos y nos joden a todos por igual…

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