Mi vida se desarrolla en Oaxaca, desde hace muchos años
aprendía a conocer y amar profundamente esta parte del país, su magia y su
color, sus gentes, su pasión por la vida, su tristeza y su alegría por la vida
me encantaron y decidí que aquí terminaría los días de mis días. Así hay miles
de “oaxaqueños de corazón”, no nacimos en sus tierras, pero decidimos, por
voluntad, estar y ser de Oaxaca.
Esa distancia y no
estar en las pasiones propias del desarrollo y de la política, ser observadores
obligados del acontecer diario nos ha permitido tener una visión clara de las
cosas y de las formas y fondos en que se desenvuelve la entidad y sus gentes.
Conocemos, porque hemos tenido esa gran oportunidad, casi todos sus municipios y
sus regiones, hemos tratado con miles de gentes distintas y de todos los niveles
sociales y de todas las etnias. Hemos tenido la oportunidad y el honor de hacer
grandes amigos y de conocer a muchos personajes importantes y trascendentes en
la vida y por la vida. También, he tenido la oportunidad de tener tratos y
conocer a muchos políticos de todos los signos y de todos los tiempos en Oaxaca
y puedo decir que, efectivamente, son “complicados”. Los oaxaqueños son simples,
honestos, leales, entregados, pero eso sí, sus políticos son complicados y
acomplejados, son truculentos y no buscan, en la gran mayoría de los casos
servir, sino que buscan servirse. Es más, podemos decir que muchos de ellos así
han escalado en la vida y esta es la gran tragedia de la entidad… sus políticos,
mejor dicho, sus politiquillos, sus “grillos”.
Así que cuando
vemos conflictos desatados como el último, donde un grupo de taxistas se
moviliza, paraliza y secuestra a la ciudad y destroza lo logrado en la
Guelaguetza y genera un mal mensaje a todo el país y al turismo nacional e
internacional, cuyas consecuencias son terribles para la ciudad que tiene una
vocación turística y de cuya actividad vive, no podemos menos que entender que,
además de la ineficiencia de sus funcionarios y políticos que generan las
protestas y las movilizaciones, también, existen los bastardos intereses de los
políticos locales que aprovechan esas movilizaciones y protestas para cobrarse
cuentas o para tomar posiciones políticas y ganar, como lo han
hecho por muchas décadas, no solamente poder sino ganar dinero, porque es de
todos conocido que para “calmar los ánimos” y evitar esas protestas y
movilizaciones, en la mayoría de los casos, se “pagan muchos millones de pesos a
los “dirigentes” o a los políticos que controlan a esa borragada”.
En Oaxaca, se
tendría que hacer una gran investigación sobre las consecuencias políticas,
sociales y económicas que tienen esas manipulaciones y movilizaciones de
protesta en los momentos más importantes de la entidad que, se sabe por todos
que son los “tiempos de los chantajes” y, donde, por los escándalos y los
tiempos en que se generan, los funcionarios tienen que “negociar dando todo o
bien, pagando mucho”. Además de la ineficiencia de los funcionarios y de los
políticos, también existen los políticos y funcionarios del mismo gobierno que
estando en posiciones importantes y que conocen este mecanismo que les han
brindado poder y riquezas, son los que operan esos “conflictos” para que “todos
ganen” y tengan el pretexto de utilizar millones de pesos que se van en esas
negociaciones y compra de “voluntades” y aplacar las protestas de grupos
localizados de todos los partidos políticos… así que, en Oaxaca, LA POLÍTICA ES
UN GRAN NEGOCIO Y, SOLAMENTE BASTA VER Y OBSERVAR EL ENRIQUECIMIENTO DE
POLÍTICOS Y FUNCIONARIOS DE TODAS LAS ÉPOCAS Y DE TODOS LOS GRUPOS… y hacer un
recordatorio de todos los “conflictos” en sus tiempos y en sus
“soluciones”.
Las carencias y la
marginación social, política y económica de la entidad es más que suficiente
para que se generen protestas y movilizaciones, es verdad, pero no se puede
olvidar que los funcionarios y los políticos en vez de ponerse a trabajar y
solucionar, conciliar y dialogar con los grupos y con sus problemas y
soluciones, se la llevan haciendo negocios, transas, grillas, cada uno busca su
provecho no la solución de las cosas y es así que todo esto se ha venido
degenerando y lesiona a todos, no solamente a unos cuántos, pero, lo que es peor
es que ha impuesto una “cultura del chantaje y de la compra y
venta en la política ” haciendo que la actividad política en la entidad no sea
una oportunidad de servir sino es la “gran oportunidad que tienen los políticos,
grillos y funcionarios de SERVIRSE y enriquecerse” y, ejemplos de esto hay, por
supuesto ,más que los chapulines que vemos en todos los grupos
políticos.
Esto que sucede en
Oaxaca, no se lo merecen los oaxaqueños que son gentes trabajadoras, amorosas,
entregadas a su tierra y a su familia, los vemos cómo emigran y como desde donde
se encuentren siempre están ligados a sus raíces y a sus amores, mandan dinero
que ganan con grandes sacrificios y peligros y están con esa lealtad a sus
orígenes y a sus principios para que un grupo de vivales, de pillos, de
“políticos grillos”, de manipuladores, de funcionarios ineptos y ladrones, les
roben lo que en derecho les pertenece y les nieguen soluciones a los problemas y
conflictos que les niegan las oportunidades de desarrollo para una vida mejor y
de mejor calidad a todos, solamente porque esa “mafia en el poder o fuera del
mismo”, se disputan los botines y las riquezas de la entidad para continuar
enriqueciendo a un pequeño grupo que es el que se encuentra en las filas
mafiosas de funcionarios y de políticos que todo lo manipulan, todo lo venden y
todo usan para sostener sus posiciones y para aumentar sus
riquezas…
El hartazgo es
real y la desesperación ante la ineficiencia, complicidad y corrupción que opera
en la actividad pública y política en la entidad se observa y se escucha en
todos los niveles sociales. Las gentes que trabajan diariamente y no tienen otra
forma de ingresos y de vida, tienen que caminar largas jornadas porque la ciudad
se bloquea y se secuestra por parte de cualquier grupo, como el que acaban de
hacer los taxistas y, así, también la actividad profesional, comercial se
paraliza y los costos aumentan y por esa razón se cierran fuentes de empleo y la
gente tiene que abandonar familias y lugares para emigrar en busca de
oportunidades que se les niegan en su propio estado. Millones de oaxaqueños han
sido expulsados de Oaxaca por el hambre y la falta de oportunidades, pero en
esto tienen gran responsabilidad los ineficientes funcionarios y los políticos
que, en vez de hacer lo que deben hacer, hacen todo para manipular y
enriquecerse, en vez de servir se sirven y esta es la gran tragedia de Oaxaca…
donde los únicos perjudicados son los marginados y pobres que son la inmensa
mayoría… socrates_campos8@yaoo.com.mx
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