martes, 21 de agosto de 2012

Martín Fierro


Esto de recibir correos es una delicia, siempre encontramos cosas que nos despiertan la imaginación,  hacen reflexionar, pensar, agradecemos mucho los que nos envían, es verdad que hay que dedicarles tiempo para revisarles, pero es la inversión que uno debe hacer por este placer.
         “LA REGLA DE TRES:”
         TRES cosas hay que gobernar: el genio, la lengua y la conducta.
         Tres cosas hay que amar: el valor, la mansedumbre y el afecto.
         Tres cosas hay que odiar: la crueldad, la arrogancia y la ingratitud.
         Tres hay que gozar: la franqueza, la libertad y la belleza.
         Tres hay que desear: la salud, los amigos y la nobleza.
         Tres hay que evitar: la ociosidad, la locuacidad y los chismes.
         Tres ha que admirar: intelecto, dignidad y gracia.
         Tres por lo que se debe luchar: Dios, hogar y patria.
         Tres que hay que meditar: la vida, la muerte y el amor”
         Mi amigo Tobías es un hombre que reflexiona mucho sobre la vida, le obligaron las circunstancias y, cuando debería tomar las decisiones de su vida, lo hizo con valor y lealtad a sus principios y valores, por ello, es un gran lector, luchón, digo yo, obcecado y necio en su formación, y él me hace el favor de enviarme un verso de Martín Fierro:
         “Un padre que da consejos. Más que padre es un amigo; así como tal les digo. Que vivan con precaución: nadie sabe en qué rincón se oculta el que es su enemigo”
“Yo nunca tuve otra escuela que una vida desgraciada; no extrañen si en la jugada alguna vez me equivoco. Pues debe saber muy poco aquel que no aprendió nada”
“Hay hombres que de su ciencia tienen la cabeza llena; hay sabios de todas menas, más digo sin ser muy ducho: es mejor que aprender mucho el aprender cosas buenas”.
“No aprovechan los trabajos si no se han de enseñarnos nada; el hombre, de una mirada todo ha de verlo al momento: el primer conocimiento es conocer cuándo enfada”.
“Su esperanza no la cifren nunca en corazón alguno; en el mayor infortunio pongan su confianza en Dios; de los hombres, sólo en uno, con gran precaución, en dos”
“Las faltas no tienen límites como tienen los terrenos, se encuentra en los más buenos, y es justo que les prevenga: aquel que defectos tenga disimule los ajenos”.
“Al que es amigo, jamás lo dejen en la estacada, pero no le pidan nada ni lo aguarden todo de él: siempre el amigo más fiel es una conducta honrada”
“Ni el miedo ni la codicia es bueno que a uno lo asalten, así, no se sobresalten por  los bienes que perezcan; al rico nunca le ofrezcan y al pobre jamás le falten”.
“Bien lo pasa hasta entre pampas el que respeta a la gente; el hombre ha de ser prudente para librarse de enojos; cauteloso entre los flojos, moderado entre valientes”
“El trabajar es la ley, porque es preciso adquirir; no se expongan a sufrir una triste situación: sangra mucho el corazón del que tiene que pedir”
“Debe trabajar el hombre para ganarse su pan; pues la miseria, en su afán de perseguir de mil modos, llama en la puerta de todos y entra en la del haragán”
“A ningún hombre amenacen porque nadie se acobarda; poco en conocerlo tarda quien amenaza imprudente, que hay un peligro presente y otro peligro se aguarda”
“Para vencer un peligro, salvar de cualquier abismo, por experiencia lo afirmo: más que el sable y que la lanza suele servir la confianza que el hombre tiene en sí mismo”
“Nace el hombre con la astucia        que ha de servirle de guía; sin ella sucumbiría, pero, según mi experiencia, se vuelve en unos prudencia y en los otros picardía”
“Aprovecha la ocasión el hombres que es diligente; y téngalo bien presente si al compararla no yerro: la ocasión es como el fierro, se ha de machacar caliente”
“Muchas cosas pierde el hombre que a veces las vuelve a hallar; pero les debo enseñar, y es bueno que lo recuerden: si la vergüenza se pierde jamás se vuelve a encontrar”
“Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera; tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean los devoran desde afuera”
“Respeten a los ancianos, el burlarlos no es hazaña; si andan entre gente extraña deben ser muy precavidos, pues por igual es tenido quién con malos se acompaña”
“La cigüeña, cuando es vieja pierde la vista y procuran cuidarla en su edad madura todas sus hijas pequeñas: aprendan de las cigüeñas este ejemplo de ternura”
“Si les hacen una ofensa, aunque la echen al olvido, vivan siempre prevenidos; pues ciertamente sucede que hablará muy mal de ustedes, aquel que los ha ofendido”
“El que obedeciendo vive nunca tiene suerte blanda; más con su soberbia agranda el rigor en que padece: obedezca el que obedece y será el que manda”
         “Procuren de no perder ni el tiempo ni la vergüenza; como todo hombre que piensa procedan siempre con juicio, y sepan que ningún vicio acaba donde comienza”
         “Ave de pico encorvado le tiene eal robo afición; pero el hombre de razón no roba jamás un cobre, pues no es vergüenza ser pobre y es vergüenza ser ladrón”
         “El hombre no mate al hombre ni pelee por fantasía; tienen en la desgracia mía un espejo en qué mirarse; saber el hombre guardarse es la gran sabiduría”
         “La sangre que se derrama no se olvida hasta la muerte; la impresión es de tal suerte, que a mi pesar, no lo niego, cae cual gotas de fuego en el alma del que la vierte”
         “Es siempre, en toda ocasión, el trago el peor enemigo; con cariño se los digo, recuérdenlo con cuidado: aquel que ofenda embriagado merece doble castigo”
“Si se arma algún revolutis siempre han de ser los primeros; no se muestren altaneros aunque la razón les sobre: en la barba de los pobres aprendan a ser barberos”
         “Si entregan su corazón a alguna mujer querida, no le hagan una partida que la ofenda a la mujer: siempre los ha de perder una mujer ofendida”.
         “Procuren, si son cantores, el cantar con sentimiento, no templen el instrumento por sólo el gusto de hablar, y acostúmbrense a cantar en cosas de fundamento”
         “Y les doy estos consejos, que me ha costado adquirirlos, porque deseo dirigirlos: pero no alcanza mi ciencia hasta darles la prudencia que precisan pá seguirlos”
         “Estas cosas y otras muchas, medité en mis soledades; sepan que no hay falsedades ni error en estos consejos: es de la boca del viejo de donde salen las verdades” Pues estos son versos de Martín Fierro donde deja consejos a sus hijos. Ojalá podamos dejarles la experiencia a los nuestros aunque sea con cantos de otros que han vivido lo mismo. socrates_campos8@yahoo.com.mx

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