Chavela Vargas

“Hay que saber sentir, que hay que saber luchar para ganarse el respeto de otros y respetar a esos otros”. Chavela Vargas.

         En la vida uno va entendido que hay muchas formas de ver y de sentir el mundo y la vida, pero que es vital e importante ser como uno es y como debe de ser de acuerdo a lo que dicte la conciencia y se deje ver en el corazón. Hay cantantes que se van haciendo y formando en los conservatorios y en las escuelas y los hay que se van haciendo en las calles y que con el corazón en la mano van dejando en calles y foros parte de este y van repartiendo lo que son, porque simplemente son y así se desarrollan: dando.

Chavela Vargas es así, tal como es a sus 93 años y dando la última batalla por la vida: Ponme la mano aquí Macorina… como si llamara a la muerte y a la vida. Ella nació en San Joaquín de Flores, en ese bello país que es Costa Rica un 17 de abril de 1919, allá por el año de 1933, a los 14 años, salió de Costa Rica y se vino a México, trabajó para sobrevivir en muchos cosas y oficios, cantaba en las calles cubierta por un poncho rojo, como la sangre y la pasión, recorría el país y llenaba lugares donde se le identificaba como “La Vargas” y, en 1950, empezó a cantar al lado de José Alfredo Jiménez iniciando su carrera profesional. De 1970 a 1991 se retiró de los escenarios y hoy, se encuentra entre la vida y la muerte, jugando como siempre y por ello ha dicho:””Me voy a divertir mucho hasta en el velorio”.

         Clara y directa, sin rodeos, leal a su convicción y creencias señaló en su momento: “ Todo lo he hecho a sabiendas y no me arrepiento de nada. Ni de lo bueno, ni de lo malo, ni de los momentos felices, ni de las tristezas… al final, tengo el alma llena de paz y tranquilidad… La música no tiene fronteras, pero sí un final: el amor y la rebeldía”.

         La “calle” enseña y forja en la vida, no se necesita ser “estudiado ni leído”, simplemente saber vivir para entender muchas cosas y dar y recibir mucho en la vida. Chavela, no le gusta que le digan chavelita ni Isabel, simplemente, Chavela. Como si pensara en partir… Chavela acaba de presentar su disco: “La Luna Grande”, dedicado al poeta García Lorca, por eso declara: “”El amor es un paso. El adiós es otro… y ambos deben ser firmes, nada es para siempre en la vida”.

         “México es mi tierra. No nací aquí pero lo amo. Es el país más bello del mundo. Ahorita está dormido el gigante. Lo veo el gigante de América está durmiendo la siesta, la noche o no sé qué pero él no está despierto totalmente”… este es amor del bueno, con pasión y ardor, con fe y convicción. Por algo admiramos a Chavela. “Desde que me subí al avión y vi la bandera de México me emocioné mucho. Yo buscaba a México, yo creía en México sin conocerlo”

         “Yo no soy política ni militante ni nada. El canto es mi instrumento y lo que digo lo digo cantando… Mi relación con la música viene de la naturaleza, no de la academia. Si yo hubiera estudiado, quizá sería una afamada cantante. Pero no Chavela Vargas… LA VIDA SE VE MEJOR A LOS 93 AÑOS… COMPRUÉBENLO…Cuando la luz del sol se esté apagando y te sientas cansada de vagar, piensa que yo por ti estaré esperando… hasta que decidas regresar”

         Y dice de Carlos Slim: “La libertad no sólo es soledad, también es pobreza. El ser libre es pobre. Yo no quisiera, por nada del mundo, estar en los zapatos de ese mexicano que dicen es de los más ricos o el más rico del mundo. Seguramente no es un ser libre… Yo no merezco nada más de lo que tengo. Por eso me llaman millonaria, porque tengo lo que deseo sin tener dinero, y eso es maravilloso…Y cuanto más feliz estés, de la nada, te saldrá una lagrima por mi recuerdo”

         Y esto lo deberían sentir los políticos y todos: “Me duele México, encontré a México y lo hice mío. Por eso me duele México. Por eso no entiendo que México no defienda a los suyos, que no salga a gritarle al mundo que es un dolor terrible el que tiene”

         “Cuando los mexicanos creían en sus dioses, era diferente. Los indígenas todavía son gente fuerte. A pesar de todo, su fuerza sigue sosteniendo al mundo… México está dormido, pero es un gigante. Un gigante dormido. No quiero ni pensar qué va a suceder cuando despierte… cuando el gigante despierte se irá afuera la hipocresía, la farsa, todo aquello que hace de México un país pobre…Lo que quieras de mi te lo doy. Pero, no te devuelvo tus besos”

         Así, como dice la canción: Y aunque la vida me cueste, llorona, no dejaré de quererte… Chavela dice, no reto a la muerte, pero:”Me encontraré a tú con tú con la muerte. No le tengo miedo; no le tengo miedo; le tengo respeto. Señora aquí estoy, cuando usted quiera…”

         Los poetas y los cantores son visionarios. Saben por alguna razón lo que está y lo que viene… saben lo que se ha ido y cómo duele la ausencia y la lejanía o la cercanía. Muchas veces, cuando estábamos estudiando en la Escuela Superior de Economía, juntábamos para el “pomo” y corríamos a escuchar las canciones de Chavela en un pequeño sitio allá por la Zona Rosa, queríamos sentir ese canto y esa magia, esa pasión, ese dolor y esa alegría. La veíamos distante, con su poncho rojo, lejana y cercana, y ahí, estaba siempre Chavela Vargas, tocando las cuerdas de nuestro corazón. De pronto, como por arte de magia, en una frase o un toque de guitarra, con esa voz “aguardientosa” dura, mágica, nos hacía sentir a México en la sangre y cantábamos y, aprendimos a amar a México, entenderlo, saber que por la música y los poemas existían muchos méxicos: los del Norte, del centro, del sur, los de las montañas y de las costas, los pobres y los ricos, los colonizadores y los conquistados, los patriotas y los nacionalistas, los descastados y entreguistas… ¡Como nos llegan los recuerdos y sabemos que Chavela no se va, se queda, es su destino, en esta tierra que no la vio nacer, pero que la ama mucho, tanto como ella ama a este país que tomó con amor en sus entrañas y en su corazón!

         Cada cantor especial siempre es reconocido por su pueblo, ahí están en sus voces y cantos, en sus poesías y en los recuerdos. Chavela está en las últimas y bueno, es una pelea de dos, de ella y de su muerte… no hay más copas ni más tequilas, no hay más tiempo, pero es así, nada es eterno, salvo Dios. socrates_campos8@yahoo.com.mx. Apoyemos a Fundación Aurobics: DE CORAZÓN A CORAZÓN, para apoyar a los familiares de los niños con cáncer del Hospital Civil de Oaxaca.