Hace algunos años, un viejo militar me decía que tenía una teoría sobre lo que había acontecido el 1968 y me decía: “La realidad es que el movimiento estudiantil, lo propiciaron desde la banca”. Incrédulo ante tal aseveración le dije de inmediato: “No lo creo, este fue un movimiento espontáneo al inicio de parte de los jóvenes y que fuera manipulado para llegar a la represión y la violencia cuando intervinieron los grupos enfrascados en la sucesión presidencial adelantada…”. “Pues yo creo, me replicó, que efectivamente así fue como usted dice, pero mi visión es que además, este movimiento lo alentaron los “políticos huevones que estaban en la banca”… me dijo el viejo general, carcajeándose, y me explicaba: “La verdad, mi querido amigo, es que el conflicto real, no el movimiento de ustedes como jóvenes que era limpio y sincero, lo generaron los viejos políticos que no tenían nada que hacer y querían mantenerse mamando del presupuesto y, esos, estaban en la banca. Si hubieran estado activos, no se ponen a hacer chingaderas, estuvieran trabajando. Finalmente, usted, debe recordar que las “lealtades y las insurrecciones empiezan en la panza, se generan y alientan con el hambre, la miseria y la marginación”… y hoy, la miseria, la marginación y la discriminación es lo que impera y por esa simple razón se esperan serios conflictos sociales y políticos y, por eso, vemos el incremento de la violencia y el que veamos que el gobierno y los políticos en vez de implementar políticas sociales y económicas destinadas a brindar educación, salud, seguridad, empleo, destinan los recursos económicos a implementar y aumentar a los grupos de la policía, porque piensan que solamente con la fuerza bruta podrán contener los conflictos y detener las movilizaciones y las protestas… son tan perversos y tontos que no aprendieron de los conflictos sociales de los últimos tiempos: la represión no es la solución…
Si hablamos de más de siete millones de jóvenes que no pueden estudiar ni tienen oportunidad de trabajar, y no es como dicen los políticos que no trabajan ni estudian porque no quieren. Tendremos que pensar que en los estados y en las ciudades están agrupados en miles de pandillas y bandas y que es en las mismas donde dan rienda suelta a sus conflictos, pasiones, resentimientos; miles de esos jóvenes están metidos en las adicciones, miles de ellos tienen un alto resentimiento social, saben que no tienen ni presente ni futuro y que, por tanto, les da igual morir hoy que morir después, vienen de familias desintegradas, donde la marginación les ha marcado, donde han visto la violencia intrafamiliar, donde la viven cada día y minuto a minuto en las calles y se tienen que forjar y eliminar el miedo y el terror o de otra manera no sobreviven; solamente conocen la violencia como forma de ser y de poder ser reconocidos en su núcleo social y en su nivel de banda o de pandilla. Ahí están los ejemplos de cómo los jóvenes marginados, no los maestros ni los estudiantes que dicen participaron en el conflicto de Oaxaca, lograron tomar y aislar la ciudad, ellos, bajaron de las colonias marginadas y ellos fueron algo y fueron reconocidos, porque no tuvieron temor de enfrentar la represión ni confrontarse con la policía que no sabía cómo responder ante la violencia del tipo guerrillero que se desató, por la visión política equivocada de un gobierno represor y de políticos aislados de la realidad social que vive una sociedad marginada, empobrecida, reprimida y discriminada como es la oaxaqueña por parte de las pandillas políticas y de las mafias que controlan no solo la política, sino la economía y el destino social de miles de jóvenes que no saben más que sobrevivir entre la violencia y la lucha diaria, que no tienen más destino que la marginación y la pobreza o perderse en las adicciones… así, a un paso, estamos de que las condiciones sociales, políticas y económicas se generen de tal suerte que pueden provocar los grandes conflictos sociales que no podrán sofocar los grupos de la policía, porque no es con la represión como se controlan esos movimientos y menos con la visión corta de los represores en un gobierno que no tiene capacidad de entender lo que es la realidad y la violencia que la misma genera.
Por ejemplo, en la actualidad, tenemos que reconocer que millones de mexicanos están en el borde de la miseria y en las puertas de la hambruna, en todo el norte del país, además de la crisis generada por la violencia en esa guerra en contra del narcotráfico que solamente ha generado muerte, desempleo, desolación, hambre, hoy, enfrentan la sequía más brutal de tal suerte que los gobiernos de Zacatecas, Coahuila, Durango, Chihuahua, Sinaloa, San Luis Potosí y Baja California han advertido de una “SUPEREMERGENCIA ALIMENTARIA”; “si no se atienden vastas regiones afectadas por la sequía en el país con la consecuente afectación para millones de personas”. Para medio enfrentar la emergencia se requieren, más de veinte mil millones de pesos para generar un Fondo de Emergencia; según el gobernador de Chihuahua, César Duarte, la sequía que afecta la entidad ha provocado la muerte de más de 180 reses y perdidas por mes de 5 mil millones de pesos en el ciclo agrícola al perder más de 105 mil toneladas de frijol y en más de cien mil hectáreas donde el maíz se siniestró” .
Y esta crisis se manifiesta en los robos de granos, por ejemplo, en Tamaulipas, “en el último año se han robado 28 mil toneladas de maíz, lo que equivale a proveer de tortillas al DF durante un mes”. En Tamaulipas, Michoacán, Chihuahua, Guanajuato, Sinaloa, Jalisco las condiciones en los robos de granos es de tal magnitud que los industriales y comerciantes demandan acciones rápidas para evitarlos y, por tanto, el desabasto de granos en muchos estados del país… mientras tanto, el presidente cree que con represión, aumento de policías y bobadas de discursos, podremos detener la miseria, el desempleo, el hambre que amenaza a muchas regiones en todo el país. Y los robos de maíz manifiestan los robos por hambre y miseria, no solamente se roban los camiones o el transporte en ferrocarril, también en los almacenes y esto muestra que el hambre está presente en muchos lados. Cuando se roban alimentos no es solamente por el negocio, sino por la tenencia de la demanda y es que no hay qué comer.
Y es lo que nos muestra la realidad, en las calles no hay comercio formal, hay comercio informal y no solamente porque este lo controlen las mafias, sino porque la gente no tiene o no le alcanza para comprar ropa normal, tiene que recurrir a los mercados de pobres y este, está en el comercio informal, lo mismo sucede en esos sitios con los alimentos o los medicamentos o los discos y ropa robada o pirata. No es que la gente quiera comprar cosas baratas y de mala calidad, cuando no tiene para más, recurre a estos productos porque son los que están en el mercado y es así que también, en los mismos, se comercializan drogas y, con la droga, se genera la organización que alienta la violencia, el robo, el secuestro, la drogadicción, la prostitución… y ahí vamos, rumbo al despeñadero…
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