sábado, 16 de abril de 2011

¿Todos somos culpables?

Y bueno, qué esperábamos de Tamaulipas o en Tamaulipas, donde como señalara Joaquín López Dóriga y le reclamara Morales Canseco, diciendo que San Fernando es un gobierno fallido y bien fallido y donde Morales Canseco, en forma desesperada le decía que no era cierto, cuando las evidencias son totales, cuando el crimen en contra del ex candidato, Rodolfo, hermano del actual gobernador, lleva 9 meses sin aclararse, cuando está en la impunidad, vemos cómo crecen las cifras de los asesinados y enterrados en las fosas clandestinas que, en este país y en este año, han dejado al descubierto cerca de mil asesinados en más de cien fosas, pero además, descubrieron la impunidad y la ineficiencia, por un lado, la impunidad de delincuentes, algunos se atreven a señalar que en esas impunidades están ligadas las de algunos “escuadrones de la muerte” oficiales que operan para sacar la “sopa” y dar ejemplos de lo que les puede suceder a los delincuentes y cuando los policías o paramilitares encargados se pasan y mueren los “sospechosos”, y en tales condiciones ni modo que les den “sagrada sepultura” y obtengan los papeles legales, así que se van, como muchos más en este país de impunidades, a las fosas clandestinas y bueno, la ineficiencia, pues la vemos todos los días: aumenta el tráfico de drogas a los Estados Unidos y en el país, aumentan las ventas y el consumo de drogas en todo México, aumentan las policías en número y en gastos y aumenta su ineficiencia para garantizar la seguridad de los mexicanos; aumentan las declaraciones y se paran las acciones; se aumenta la prepotencia y la violencia de los cuerpos represivos o de seguridad y se lastiman más los derechos y garantías de la sociedad, en fin, aumentan los reclamos presidenciales a las críticas de su política y de sus políticas y aumenta el enojo, la falta de credibilidad y de confianza de todo un pueblo que, tal vez ,tuvo dudas en cuanto a su elección, pero no tiene dudas en cuanto a su fracaso… en fin, estamos quieran o no aceptarlo los políticos, ante un fracaso y ante gobiernos fallidos, muy fallidos.

Si la intención real de los famosos operativos Rápido y Furioso era además de introducir, distribuir y venderles armas oficiales de Estados Unidos, por medio de funcionarios y agentes norteamericanos a los grupos de la delincuencia en México, dizque para seguir una ruta de y para los grupos, la realidad es que solamente lograron aumentar la violencia y son cómplices, quieran o no aceptarlo, esos policías y funcionarios norteamericanos y los mexicanos ligados a ellos, de la muerte y asesinato de cientos y tal vez miles de mexicanos, sobre todo, cuando con esa impunidad se siguen realizando esos operativos y lo más curioso es que existen informes confidenciales de agentes norteamericanos y mexicanos en el sentido de que, algunos sectores del gobierno y de las agencias de seguridad de Estados Unidos, pretenden genera la violencia “preventiva”, dicen ellos, para descubrir la capacidad real de operación de esos grupos criminales y convencer a ambos gobiernos en el sentido de que pueden crear una zona de seguridad para ambos países en una franja donde no puedan ingresar, con facilidad, los mexicanos e indocumentados y, por tanto, pasar los traficantes y es por ello que iniciaron con el famoso MURO DE LA TORTILLA, a poner las bases para crear esa zona libre de violencia, dicen ellos y de peligro, que solamente beneficiaría a los gringos y destruiría la soberanía y las libertades de los mexicanos, por ello, ellos, han empujado el tráfico de armas para generar y aumentar la capacidad de fuego de los grupos delictivos y poder establecer bases esos proyectos…

Y si los funcionarios y policías mexicanos que conocen y tienen las relaciones y se supone, intercambian información de “inteligencia” con ellos, sin el control ni la vigilancia de ninguna autoridad en el país, dejan que les pasen tal cantidad de armas y no se enteraran, entonces, quiere decir que solamente les utilizan como a simples rameras y no les dan trato de iguales, ni siquiera, de policías mediocres. La razón es simple, los norteamericanos siempre han señalado que los policías, los políticos, los funcionarios y los banqueros mexicanos, no son confiables, pero eso sí, para los “nuestros”, ellos, los gringos, lo son totalmente, de tal forma que les permiten hacer y violentar leyes y soberanía con impunidad… como vemos, el trato no solamente es desigual, sino de “chachas” que solamente pueden cuidar el patio trasero y donde tiran la basura los “señores”.

Y quieran o no aceptarlo, los mexicanos, los políticos, los funcionarios y los policías entreguistas, mediocres e ineficientes del país, la realidad es que ellos alcanzaron sus objetivos y han generado la violencia de tal forma que, ahora, el “gobierno”, tienen que aceptar sus ayudas, consejos y apoyos para resolver lo que ellos mismos han propiciado y la realidad es que en los Estados Unidos, continúan las mafias norteamericanas llevando cantidades enormes de drogas a sus millones de drogadictos, pero con ello, ahora, no salen los dólares que es lo que les preocupa a los gringos, su salida de capitales y miles de millones de dólares, siguen reciclándose en la economía norteamericana, ellos, ahora, producen muchas drogas y no dependen de los traficantes latinoamericanos, por ejemplo, en mariguana son autosuficientes en las producciones locales o de alta tecnología que han desarrollado y por tanto no sufren desabasto y menos la salida de dólares a México, que era el principal productor y tampoco comparten utilidades, es lo mismo la cocaína y otras drogas que son substituidas por las elaboradas en laboratorios, total, los drogadictos, no solo son considerados enfermos sino productos desechables… y pueden morir, ya que no son productivos ni confiables en la sociedad, de acuerdo a criterios y normas en los Estados Unidos…

En fin, lo que ellos venden bien y saben producir con eficiencia y bajos costos son las armas y los equipos de vigilancia y de protección, por esa razón nos venden armas, ellos, ganan con el negocio de la muerte, por ello exigen que gobiernos, como el nuestro, en vez de invertir en la educación y en el desarrollo tecnológico que les puede hacer competencia, aumenten su capacidad de fuego, armamento y de equipo, que las policías aumenten sus presupuestos que finalmente terminarán en los bolsillos de los traficantes o productores de armas y de equipos para reprimir o matar o bien, para traficar a los grupos delictivos, tal como lo han hecho, con impunidad y cinismo…

Y mientras todo esto sucede, los políticos se pierden en explicaciones y demuestran mediocridad e ineficiencia en todos sus actos y acciones, dan a conocer su verdadera forma de pensar y en dónde están sus intereses y confianzas, así que el mismo presidente autoriza, sin aprobación del Senado de la República, el sobrevuelo de aviones de espionaje y todos se quedan tan campantes ante la violación de nuestra soberanía autorizada por un funcionario público que debe acatar leyes y responder a los intereses del país no a sus especiales convicciones y preferencias. Nadie protesta, ni diputados, senadores, policías, agentes y funcionarios de aduanas, de seguridad, militares y marinos, por el tráfico de armas que, oficialmente, los policías y funcionarios norteamericanos pasaron ilegalmente al país y con las cuales han asesinando a cientos de mexicanos y a agentes y ciudadanos norteamericanos por lo que se descubre este tráfico ilegal de armas, de manera oficial y aborta en parte la intervención de los agentes norteamericanos en nuestro país, ya que en el suyo, no les permiten a los policías mexicanos actuar, porque no son “confiables”, los utilizan como informantes, gatos o agentes de desecho a los que se puede culpar por las transas, complicidades y corruptelas de ambos grupos, tal como lo hicieron, con el “general Noriega”, en Panamá, que lo utilizaron para eliminar a Torrijos y vender drogas, para después, meterlo a la cárcel, como traficante de drogas que, ellos alentaron… y patrocinaron.

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