viernes, 29 de abril de 2011

Reflexiones sobre la vida y el tiempo

Hace mucho tiempo es poco lo que me preocupa la critica de algunos mal intencionados, no dejo que me intimiden las miradas ajenas, porque estoy seguro de que al paso de los años, solamente lo que uno debe decir es lo que siente y lo que en realidad piensa. No estamos para pomposidades, para dar gusto a algunos que se sienten ofendidos por lo que decimos o escribimos, somos lo suficientemente valientes para escribirlo y dejar, con nuestro nombre, lo que decimos, así no les guste o les moleste. Hace mucho tiempo, pero mucho, aprendí, que solamente podría ser siendo lo que soy ,y lo que hago, lo hago con todo el cariño y el valor que tengo; no le tengo miedo a la muerte ni a la cárcel ni al olvido ni a la soledad y esto es también bueno cuando se pretende pelear por lo que uno piensa, siente y valora, en lo que cree. Hace mucho tiempo aprendí que al único al que no se le puede negar algo, es aquel que nada pide y que, para ser libre, no debería tener muchas cosas para cargar en mi mochila y en mi vida, en tales condiciones, cuando he tenido que trabajar para alguien, lo he hecho con la convicción de que puedo hacerlo porque me gusta, y cuando no me gusta, lo puedo dejar, no tengo apegos en la vida por nada ni por nadie, es la verdad, estoy convencido.

Hace algunos días, en la reflexión que hago, me preguntaba sobre lo que en verdad tiene valor en la vida, y de pronto supe que no hay más valor que ser y dejar ser, por ello, cuando alguien me preguntaba si no tenía intención de dejar de trabajar y dedicarme a la milonga, al ocio constructivo, a ver pasar las cosas y tener la tranquilidad para no hacer nada, le decía que no, si quiero la vida tengo que ser productivo, tengo que decir lo que siento, lo que amo, lo que quiero, pero sobre todo, tengo que dar a conocer experiencias que tal vez no son nada ni importan a muchos, pero que para mí, lo son todo y me importan mucho, así que, efectivamente, quiero tener un tiempo para comenzar a escribir muchas coas de mi vida, las experiencias, pomposamente algunos las llaman vivencias o dicen que forma la autobiografía, la realidad es que muchas de esas experiencias simplemente se dieron, estuve en el momento adecuado y en el lugar preciso para que se dieran buenas o malas, pésimas, con errores, pero de buena fe ,y finalmente, ni eso cuenta, la buena fe, porque al final de todo, lo que se marcan, son los goles de la vida, lo que deja cada acto y cada paso por ella. Y bueno, me he decidido a escribir las experiencias, tal vez no tengan mucho orden, finalmente, no soy gente ordenada ni la disciplina a marcado mi forma de ser, soy un anarquista nato, no creo en las instituciones que limitan a los hombres ni a su desarrollo ni a su libertad, no creo en la represión como forma de ser, ni creo que las camisas de fuerza puedan limitar los pensamientos y las ideas, ya lo he dicho y comprobado muchas veces, nos pueden encarcelar y matar, pero no pueden dejar que pensemos lo que queremos, ni vivir conforme queremos y seamos. Las convicciones nos dan ruta y por supuesto, nos marcan caminos, no todos se recorren, a veces se toman brechas que dan cambios en la ruta y en el final del camino, pero simplemente se sigue caminando, nos guste o les guste a los demás. Así es la vida, no hay más.

Cuando vivimos la violencia y la sufrimos en carne propia, no tenemos más que dar gracias por estar con vida, nadie determina que queramos ser reprimidos o violentados en nuestros derechos y garantías, pero así se dan las cosas, por ello, cuando vemos a miles de familias sufrir porque han perdido a un ser querido en esta guerra de Calderón que dicen, de pronto, que estaban relacionados con los delincuentes o son parte de los “daños colaterales”, como simples números y estadísticas, sabemos lo que sufren y sienten, sabemos de los odios y resentimientos que se van acumulando y el odio a los políticos y funcionarios que son responsables de tales tragedias, lo sabemos, lo entendemos. También, entendemos los odios y resentimientos que se acumulan por miles de familias que son violentadas en sus derechos y garantías, por delincuentes o por instituciones, funcionarios, policías o políticos, los resultados, son iguales, a pesar de que digan que no lo son y que los verdaderos causantes de tales desgracias son los delincuentes y que ellos funcionarios, policías o políticos ,no son más que “defensores” de libertades que no existen ni de democracias que no funcionan… y también, entendemos a miles de familias que buscan a sus familiares y seres queridos que de pronto, sin más, desaparecieron, unos, por levantones de delincuentes o de policías o paramilitares, otros, porque estaban en grupos de delincuentes y los demás, porque estuvieron, dicen, cínicamente los policías, en el lugar menos indicado en el momento menos indicado y así, aparecen en fosas clandestinas que “curiosamente” nadie sabía que existían, y cuando se encuentran, jamás dan con las identificaciones y dicen que son, tal vez, indocumentados que fueron secuestrados para enrolarlos al crimen, como si los enrolamientos a fuerza, teniendo armas y viendo lo sanguinario de los procedimientos, no hubieran sido usadas, esas armas, para defenderse de los atacantes y secuestradores y no para sostener una vida que no es vida, porque termina con la muerte. Ya no podemos creer en la s versiones y las mentiras de los policías y funcionarios, de los políticos, los que dejan que todo suceda en la impunidad, porque tienen complicidades y sociedades con los grupos criminales, porque de ahí son ellos mismos, de ahí se nutren y se mantienen en el poder… y entendemos a miles de gentes, culpables o inocentes, que son llevados a las prisiones para justificar a los policías, y la realidad, la ,cuando al final de procesos donde se gastan miles de pesos por familia, salen libres por falta de méritos o bien porque no hay pruebas o culpabilidades reales, porque fueron inventadas en venganzas o porque no pudieron pagar lo que solicitaban los policías que de esto hacen sus fortunas, por medio de las corruptelas, las complicidades, justifican sus ineficiencias y mienten a sus jefes, para sostenerse en el poder real, en el que los enriquece… los entendemos, hemos vivido esas injusticias y esas canalladas… y la realidad es que, ni el presidente sabe de esto, porque lo sostienen engañado, dentro de la burbuja que le aísla en el poder. Pero esto no le justifica: si no sabe, malo, si lo sabe y deja hacer, peor, la cosa es que un político y funcionario tiene responsabilidades, y la historia y la realidad, un buen día, les cobra por esas traiciones o ineficiencias o engaños que dejaron hacer o hicieron… y los tiempos de su mandato, cuando muere el rey, vive el rey, pero el nuevo, y tiene que enfrentar la soledad de lo que le dieron en el poder, por esto, Calderón, debería de ver con seriedad lo que sucede, porque no falta mucho para que se de cuenta que, finalmente, aún si ha sido de buena fe, el país está en un baño de sangre y hay muchas manos manchadas de sangre de culpables, pero también, de mucha sangre de inocentes…por esto, debemos parar, para ver la realidad y que no lo sigan engañando, en la burbuja del poder. La realidad es que, los policías, no son confiables…

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