viernes, 1 de abril de 2011

Con chumina: los merolicos al poder

Hace muchos años, cuando de niño recorría o pasaba por La Alameda Central de la capital, casi siempre me detenía por un rato para ver operar a aquellos “merolicos”: los que decían: Chumina, animal del demonio y manipulan una víbora a la que explicaban que podía adivinar la suerte y por medio de este truco, de inmediato, sacaban algunos productos milagro para decir que si uno amanecía con la boca con sabor de centavito, si no podía retener los líquidos en la noche y se “hacía en los chones”, si al llegar al punto culminante con la señora, amante o prostituta no podía o se le bajaba, existía un producto que maravillaba… y así, de tarde en tarde, manipulando a “Chumina, animal del demonio,” vendía productos a los paseantes o a los inocentes o desesperados.

Muchos políticos son iguales a los “merolicos”, prometen soluciones y claro está que, al final del tiempo, ellos, solucionan sus problemas y algunos o casi todos acumulan fortunas que superan la imaginación y que hacen segura su vida y la de varias de sus generaciones. Bueno, algunos cambian de profesión y, de merolicos y demagogos, pasan a formar las filas de los empresarios o de gatos de empresarios o de banqueros y especuladores. Casos hay de muestra en cada estado y en todo el país.

Después, los famosos “merolicos” ya no podían trabajar en las calles y los parques, la policía y los bandos de las autoridades no les permiten eso, pero en muchos tianguis y en muchos mercados populares lo hacen con facilidad y ofertan los productos milagrosos que con una untada, una toma o una solución resuelven casi todos los malestares y deja uno de depender de los médicos. Hoy, con la tecnología de los medios de comunicación y los espacios o tiempos muertos que, finalmente, están consumiendo energía y nadie ve los tristes programas o los cursis, mediocres y pésimos episodios de telenovelas o de programación que a nadie interesa, pero que los dueños pagan poco o nada por las mismas, usan esos espacios, donde miles y miles de televidentes sumidos en la desesperación, en las preocupaciones, en los malestares y en el estrés no duermen o de pronto, con las pesadillas, pierden el sueño y para pasar el rato en vez de leer, hacer ejercicio o simplemente platicar con su pareja o con la vecina si es que le dejan hacerlo, se pone a ver la tele y es así que, un grupo de empresas especializadas en los fraudes y en los engaños, con merolicos de televisión, anuncian PRODUCTOS MILAGROSOS que curan todo, lo arreglan todo, le dejan con el cuerpecito de niño o de niña, con la cinturita de avispa o de obispo próspero porque no sirven para nada, ofrecen aparatos con los cuales en pleno descanso y huevonería puede perder cientos de kilos y estar con cuerpo de mis o mister México, se puede arreglar las articulaciones, les crece el pelo, les quita las arrugas y les da fuerza y vigor para que sorprendan a su pareja con una nueva relación y una eterna luna de miel… en fin, por este medio y utilizando su tarjeta, con pagos diferidos, le sacan el dinero, lo engañan y lo defraudan y para esto, pues no hay nada, total, la desesperación y la desesperanza hacen débiles a las gentes y buscan solución a sus males y problemas y por ello caen con esos fraudulentos y les roban o nos roban el dinero. Hoy, el Senado, que dicen sus anuncios y sus merolicos, que siempre nos escucha, pone límites a los productos milagrosos y sus anuncios en la televisión… hacen todo un escándalo, pero la realidad es que los merolicos continuarán vendiendo los productos y los defraudadores, especuladores y dueños de las empresas continuarán ganando dinero a montones.


Y así: “Tragando santos en las mañanas y defecando diablos por las noches” muchos medios hablan de que hay que frenar la violencia y evitar los fraudes o los robos, impedir la pérdida de valores y de luchar en una guerra contra delincuentes y narcotraficantes y hacen y se dan golpes de pecho y manifestaciones sobre el tema, para presentarse como “hermanitas de la caridad”, cuando venden de todo, no como en el mercado, sino como en las “casas no santas”. Así que, su programación está llena de violencia, de tarugos, de maldades, de viciosos, de drogas, de prostitución, de pérdida de valores, su programación tiene todos los elementos subliminales que hacen más tarados a los mexicanos, los envician, les llenan de necesidades a la hora de la tragazón y les venden toda clase de productos chatarra para que engorden, total, en las madrugadas o en el día también les venden productos milagrosos que les bajarán de peso o les curaran lo tarado y pendejo. Así, en este juego perverso y mediático, con esos engaños, con esas falsas presentaciones como si fueran “mecenas” o “hermanitas de la caridad” nos roban, nos defraudan y nos engañan, claro, aliados con los políticos, con los policías, con los empresarios, con los especuladores financieros que de la noche a la mañana se enriquecen y dan algunos pesos de los muchos millones que nos roban para “obras de caridad” y no faltan los tarados que les rinden pleitesía y los adoran, porque ellos saben manipular a las gentes y saben que no hay quién se resista a las limosnas y a los regalos, cuando deberían saber que, al aceptarlos, les están vendiendo su “alma al diablo”, pero en fin, somos inocentes, tarados, pendejos o simplemente idiotas que dejamos que nos roben, nos engañen, nos defrauden y les aplaudimos porque son gentes poderosas y políticos que andan en la cima del mundo y dueños de bancos o de financieras que dan dinero nuestro, porque el que roban y defraudan es el dinero nuestro, para “obras de caridad” y ahí estamos como idotas aplaudiendo y venerando a los mismos que todos los días nos joden vendiendo, comprando, especulando o simplemente defraudando con impunidad…

Igual cosa tenemos que ver cuando nos leen las cartas, nos dan los remedios para todo mal, para que nos amarren y nos desamarren, para que podamos vencer a los enemigos y a los envidiosos, para que no nos hagan daño las fuerzas malignas de los brujos negros o bien, para que por medio del Tarot nos saquen con quién nos hace pendejo o pendeja la pareja o el novio o el amante, para que nos digan cuándo llegará la princesa o el príncipe que nos sacará de la casa y de la pobreza, cuando podremos dar el braguetazo como lo dan los embajadores cuando se ligan a una vieja o divorciada con lana, para que nos mantenga y podamos cumplir con las obligaciones propias de nuestro sexo y que somos empresarios o especuladores o políticos exitosos…, en fin, de todo hay en el mercado del señor y no hay duda que la imaginación, hace que de la saliva se logren acumular millones. Por esa razón hay que pararse todos los días temprano, antes del amanecer, es mejor probar que se puede encontrar uno a un pendejo desvelado que a uno que a descansado. En fin, siempre existen inocentes, tontos, crédulos, desesperados, enfermos, engañados y con ellos se pueden hacer toda clase de negocios y ganar dinero, esto es lo que hacen muchos medios de comunicación y se presentan como “hermanitas de la caridad”, se retratan con los obispos y cardenales, con los curas del pueblo, con los médicos famosos, con los artistas, con los políticos, con los policías y bueno, muchos, hasta con los delincuentes famosos para que vean que no en todos lados existe discriminación.

Y bueno, como los senadores, que no protestan porque nos violan la soberanía, porque nos espían, porque meten armas para que matemos mexicanos, siempre, con un sentido del deber, prohíben la venta de productos milagrosos y nos salvan… bueno, es un decir, porque no nos pueden quitar lo desesperado, la angustia, la enfermedad, la pobreza, la desocupación, no nos pueden brindar decencia y alegría, valor y lealtad a la patria, no nos pueden dar dignidad para defendernos y armas para combatir la pobreza , la desocupación, la miseria, la marginación, la enfermedad, la ignorancia, no, ellos, nos dan armas pero no a nosotros para defendernos sino a los delincuentes y policías para que nos maten y asesinen… pero eso sí, prohíben la venta de productos milagrosos… y nos salvan,..de momento…rápido y furioso…

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