No hay la menor duda de que el tiempo es la madre de la verdad, por el tiempo se ha venido conociendo la realidad del país, por este tiempo se ha visto los fracasos de la política, la economía, la educación, la seguridad y ante esto, no hay duda, de que el mismo tiempo hace que muchas manchas se borren o que de un día al otro se generen los perdones y los olvidos para muchos funcionarios y políticos. Por esta razón a nadie extrañó que a muchos años de distancia apareciera Carlos Salinas de Gortari, el “duende del mal” para muchos ilusos y para muchos “políticos mexicanos” que se esconden de los escándalos y todo el día tragan santos para defecar diablos, se mostrara ante las cámaras en el IFE y esto, sin duda, marca su retorno a la política, porque quieran o no reconocerlo es un ente político y uno de los que mejor conocen la política mexicana incluyendo a los muchos políticos que le han atacado y pretendieron eliminarle del escenario político nacional. El tiempo le ha permitido conocer quiénes son sus amigos y quiénes son sus enemigos.
Y con este retorno, como cosa de magia y de pasiones, sabemos que la familia y los amigos de Diego Fernández de Cevallos, ha pagado el rescate de más de veinte millones de dólares y que se espera que en los primeros días de noviembre retorne al seno familiar, donde se le espera con alegría y confianza. No sabemos, pero es de esperar que Diego salga nuevamente a la palestra política y que aclare lo que realmente ha sucedido porque no faltan las especulaciones y los chismes que aseguran que, este secuestro, está relacionado con las venganzas políticas y con el manejo que de las fuerzas de “seguridad” hacen algunos políticos para eliminar a sus enemigos en la política nacional. Y esto no sería raro, sobre todo, cuando hemos visto que cambian muchas declaraciones, pero no cambian los estilos y las formas de hacer las venganzas políticas en el país, utilizando la fuerza paramilitar que está en manos de poderosos clanes políticos y que, además de generar el control de la agenda política nacional, sirve como el palito para castigar o eliminar a todos aquellos que no están de acuerdo con las grillas, negocios, corruptelas y complicidades que se generan desde el poder…
Si después del 68 se logró eliminar del Código Penal el artículo 145 y 145 bis que generaban el delito de disolución social, hoy, con el pretexto de la guerra contra el crimen organizado, que solamente es un reacomodo de fuerzas y de grupos para continuar con el negocio, se hace este mismo juego para poder eliminar a los enemigos de los políticos por medio de las “denuncias anónimas o de las declaraciones de los testigos protegidos que no son otra cosa que delincuentes que se utilizan por parte de las autoridades para acusar a los que el poder quiere eliminar o a los delincuentes que estorban o se oponen al control de la “delincuencia organizada en el poder” por parte de políticos, funcionarios y policías que la controlan …
Sin duda ,no se podrá negar, que muchas acusaciones en contra de familiares y amigos de Carlos Salinas de Gortari se hicieron al amparo de esa política que utiliza a la “seguridad” para tratar de eliminarle, pero el tiempo y los buenos abogados, frustraron dicha posibilidad y hoy se renueva su compromiso de la acción política, con su nuevo nivel y, por supuesto, con el poder inmenso de sus muchos aliados del poder económico que tienen el control de la economía nacional. Digan lo que digan, el grupo Salinas de Gortari, tiene organización y fuerza, sabe el valor del tiempo y del silencio, de la espera, conoce los caminos que llevan al poder y las relaciones nacionales e internacionales que se deben controlar para garantizar dicho poder, si vemos, con serenidad, tenemos que reconocer que Salinas de Gortari es uno de los que lograron los cambios que debe tener México para su verdadera modernización y que si se desviaron los caminos, no se han desviado los objetivos ni las metas y, por esa razón, desde los altos niveles de la política económica de la globalización, se le reconoce como el hombre y el político que puede controlar el camino que debemos seguir como país y por el cual debemos transitar si no queremos ser destruidos por la ineficiencia, las corruptelas y las desviaciones y mareos del grupo del poder que, en la actualidad, solamente destruye al país con falta de equilibrio y por falta de mando y credibilidad… estamos en el “filo de la navaja” y si no cambiamos de rumbo y de mando naufragaremos en este mar de inseguridad y de desequilibrio, convirtiendo al país en un “gobierno fallido”, de verdad…
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