jueves, 7 de octubre de 2010

Colaboración

Pues bien, a mis amigos lectores les comparto mi alegría al poder presentar en EL CLUB DE PERIODISTAS PRIMERA PLANA, que dirige el periodista Raúl Gómez el libro :QUE HABLEN LOS PRESOS Y, POR SUPUESTO QUE ADEMÁS DE SER UN GRAN HONOR, ES UNA GRAN ALEGRÍA Y DICEN LOSVIEJOS SABIOS QUE, LAS ALEGRÍAS, MÁS QUE LAS TRISTEZAS, SE DEBEN COMPARTIR CON LOS QUE QUEREMOS Y RESPETAMOS Y LA VERDA ES QUE QUIERO Y RESPETO A MIS LECTORES Y A MIS AMIGOS. Así que damos gracias a la vida por todo lo que nos ha brindado ya que vemos que las experiencias son parte del conocimiento y parte de nuestro crecimiento.

Cada vez que alguien me pregunta sobre mi experiencia en la cárcel, les digo, con todo respeto que, la cárcel, me formó en muchos sentidos pero además me brindó la gran oportunidad que pocos tenemos en la vida: el saber quién es nuestro amigo y quién es nuestro enemigo, no porque queramos buscar a los enemigos para “cagarnos en ellos”, como dirán los españoles, al contrario, simplemente es bueno el saber quiénes son, para mantenernos alejados y para dar gracias al Creador por la prueba que nos permite hacer, cuando ponemos en práctica el don del perdón y del olvido. Pero además, nos formó en el carácter, aprendimos a ser tolerantes con muchas cosas que nos fastidian y que son inevitables, finalmente, podemos modificar lo que podemos pero no lo que no está en nuestras manos y conciencia. La cárcel, nos brindó la prueba para tener paciencia, saber consumir el tiempo que para muchos es terrible, soportar la soledad, saber que solo uno es capaz de poner a prueba todo lo que tenemos en la vida, consumir los recuerdos ingratos y gozar los gratos, saber que existe una esperanza, siempre, en los momentos más negros y oscuros de la vida, que no hay nada irremediable que no podamos soportar, tener la convicción de que el presente es lo que cuenta para formar el futuro y sobre todo, entender que somos capaces se sobrevivir en condiciones terribles; la depresión, el “carcelazo” que consume a muchos, no es más que un mal momento y los malos momentos se pueden superar. Supimos, por la cárcel, que nuestra acción, lucha y convicciones eran buenas y por tanto teníamos la esperanza de salir en libertad, solo porque jamás pudieron encarcelar nuestras conciencias, las nuestras y las de miles y miles de ciudadanos que rogaban y rezaban por nosotros y nuestras familias, por su solidaridad, por ese grito de: DOS DE OCTUBRE NO SE OLVIDA, a pesar de que muchos oportunistas, lo utilizan y lo manipulan para vivir de los presupuestos de los partidos y de las canonjías que la política les brinda al convertirse en un gran negocio como lo es hoy en día.

En fin, la cárcel, cuando se sabe entender como una experiencia en la vida, como una gran prueba de vida, forma y construye, es cierto que LO QUE NO MATA AYUDA A VIVIR, FORTALECE. Claro que no todos pudimos entender esto, muchos, solo recibieron las frustraciones y los resentimientos con los que mueren cada día, porque los odios y los resentimientos no apoyan la formación y la vida, destruyen, corrompen el cuerpo y el alma. Así mueren cada día muchos de aquellos compañeros de este proceso y movimiento, otros, se refugiaron en la política, la vieron como una oportunidad y negocio, como una forma de vida y está bien, es parte de lo que querían, es lo que buscaron y encontraron… ahí la llevan y arrastran, son parte de la élite del poder, no hay duda y es, por esa razón, que tal vez muchos se revuelcan en el remordimiento. El saber qué hacer con tú vida, qué hacer con tu conciencia es vital para los nuevos tiempos y nuestro desarrollo, es responsabilidad de cada uno y la debemos asumir, es lo que debemos y podemos hacer, es lo que podemos controlar y hay que controlarlo, así, les puedo decir que vivo tranquilo, en paz, con la conciencia limpia al saber que lo que hice lo hice con la mejor intención, que siempre han sido buenas y de buena fe, limpias, sin compromisos sucios ni componendas trágicas y en lo oscurito, no continué en la política porque entendí que, en la política, solamente sobreviven los SOCIOS Y LOS CÓMPLICES y no quiero ser socio de nadie ni cómplice de ningún grupo, perverso político, ni funcionario.

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