miércoles, 7 de octubre de 2009

La violencia en Oaxaca


No tengo la menor duda de que Oaxaca será convertida en el próximo proceso electoral en una arena de conflictos donde los intereses políticos, de grupo, de caciques pueblerinos, de tribus políticas, de delincuentes iluminados, saldrán a manipular a los grupos indígenas y, en todas las regiones del estado, estallarán conflictos donde se muestran los resentimientos de la marginación, discriminación, analfabetismo y atención a todos los sectores sociales de la entidad. Hoy, existen conflictos variados por posturas y demandas manipuladas de muchos grupos, desde los empresariales, de los grupos que controlan las organizaciones políticas, las educativas, las comerciales y las rurales. En fin, en ese mundo de complicidades, de tolerancias, de incapacidades, de corruptelas, de extorsiones políticas, de compra de voluntades, de enorme corrupción política y social de grupos y “dirigentes”, se generan los próximos estallidos que pretenden controlar al gobierno estatal para su beneficio personal y no como una forma de atención y de servicio para los oaxaqueños.
Muchos son los que hablan de esa extraña alianza pactada por los grupos de derecha y de izquierda, cuando sabemos que no existe una concepción ideológica y un programa que los defina, sino que se encuentra conformada por políticos que se escudan en las siglas de varias organizaciones según sea su conveniencia y por ello, además de los chapulines que sirven de rico alimento y son una delicia gastronómica, en la política vemos a los chapulines que brincan de un sitio al otro de acuerdo a cómo se den las condiciones para comprar o vender mejor su postura y la voluntad y movilización de sus grupos y, los oaxaqueños marginados, los que son la inmensa mayoría de ese noble y luchador pueblo, siguen en las mismas condiciones de marginación, pobreza, resentimiento social y político, de discriminación por sus mismos liderazgos y por esa clase gobernante ligada a los grupos caciquiles de todo tipo y de todo nivel.

En este escenario, seguramente, la violencia y las confrontaciones se darán muy pronto, sobre todo, cuando los grupos políticos que han gobernado, pretenden recuperar los cotos de poder para seguir mamando del presupuesto estatal y federal y continuar con su enriquecimiento personal y de grupo, robando los recursos , pobres recursos, que deberían servir para mejorar las condiciones de marginación, pobreza, desempleo, desnutrición, analfabetismo, aislamiento, salud, vivienda y es así que los verdaderos oaxaqueños, los que diariamente salen en busca de empleo y son expulsados por el hambre, la marginación y el desempleo, dejando familias y dan sus luchas, heroicas luchas para enviar los recursos ganados a sus familias ven frustrados sus esfuerzos y es así, como por ese esfuerzo de miles de oaxaqueños en ese exilio forzado, son los que en verdad sostienen la economía y evitan la desesperación política y social de toda la entidad y aún esto, en los Estados Unidos o en muchos estados del país donde brindan su esfuerzo y trabajo, se les viene negando y los grupos que deben velar por el buen uso y utilización de los recursos públicos para mejorar niveles y condiciones de vida, ahora, se confrontan para seguir medrando y mamando presupuestos y explotando a los oaxaqueños para su interés personal.

Narcotráfico, inseguridad, explotación, desempleo, falta de servicios públicos, ventas de lotes a los pobres por parte de los pocos ricos de la entidad son las políticas de vivienda que llenan las ciudades de chozas miserables, demagogia y manipulación, servilismo oficial y de grupos, es lo que genera la intolerancia de grupos porque, en cada movilización, no solamente se promueve la represión, se exige como solución a conflictos que, al final, terminan con las compras y ventas de voluntades y posturas, con las dádivas a los jefes y con las concesiones a económicas por medio de explotaciones, nóminas confidenciales, gasolineras, predios, casas, taxis y en ese control por medio de la compra-venta que ha hecho de la política oaxaqueña una muestra de que, efectivamente, la única actividad rentable en la entidad es la política, porque es en la política donde se han logrado las enormes fortunas, escandalosas fortunas que vemos se muestran en esas mansiones y construcciones, sencillitas y cursis, de los políticos que de la noche a la mañana se han enriquecido al comprar y de vender posturas políticas y manipulación de grupos…

En fin, los ex gobernadores, hoy, son los que promueven esa confrontación que encubre la violencia y la desestabilización que veremos y sufriremos en Oaxaca, ellos y sus grupos, sus cómplices y sus “seguidores”, serán los que confronten y violenten y ellos estarán en sus cómodas oficinas y lujosas residencias entre comilonas y borracheras, repartiéndose las ganancias de los conflictos y siendo los canales de intermediación para llegar a las conciliaciones y tranquilidad, después de reparto del poder y de posiciones de control a sus “cómplices”. Mientras tanto, seguirán emigrando hombres y mujeres, dejando viejos y niños en el abandono y la soledad, para tratar de buscar empleo y poder enviar a sus familias algo de dinero que es robado por esos funcionarios y políticos manipuladores, ineficientes, vividores y corruptos que han padecido desde hace mucho tiempo. Y es por ello que moviendo a sus publirrelacionistas, esos manipuladores políticos que no se resignan a cumplir con su sana distancia después del ejercicio del poder y de haber mamado y enriquecido de los recursos públicos, quieren seguir siendo los grandes caciques que determinen el presente y el futuro de los millones de oaxaqueños marginados y empobrecidos, que hacen milagros para la sobre vivencia. Por ello, vemos que, como primer signo de la violencia que viene, se comienzan a dar las posturas y las confrontaciones manipuladas de esos políticos por medio de los publirrelacionistas y de los medios de comunicación, donde sabemos, muchos de ellos, solamente sirven a los grupos y no cumplen con su obligación de informar oportuna e imparcialmente a los ciudadanos… pero en fin, no creemos que sea cierto eso de que: los pueblos tienen los gobiernos y los políticos que merecen, los oaxaqueños, no merecen esto que vemos, porque es un pueblo luchador y al que debemos respeto y admiración por sus esfuerzos para la sobrevivencia y defensa de sus tradiciones. Los pueblos crecen cuando sus políticos no están o duermen.

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