miércoles, 7 de octubre de 2009

2 de octubre no se olvida...

Este viernes se recuerda en muchos lugares por parte de organizaciones políticas y sociales los acontecimientos represivos que culminaron con la terminación de Movimiento Estudiantil de 1968, dejando un saldo de muertos, heridos, frustrados, encarcelados, reprimidos, perseguidos, desilusionados, asesinados. Muchos de los actores creíamos que los caminos para ser escuchados era el de las movilizaciones llevando banderas reivindicatorias y que en esas movilizaciones de miles, apoyadas por millones, la autoridad y el gobierno entenderían y estarían de acuerdo en el diálogo y la conciliación dando respuestas y soluciones a esas demandas populares… creímos en las negociaciones y por ello pactamos, el día primero de Octubre aceptábamos enviar a un grupo de compañeros con Andrés Caso y Jorge de la vega que eran los negociadores del presidente y, con ellos, acordamos que se realizaría el mitin en Tlaltelolco el día dos de Octubre para poder informar a los compañeros que iniciábamos las negociaciones, que se crearían las comisiones para discutir los seis puntos del Pliego Petitorio, que regresábamos a nuestras escuelas… pero como siempre, los intereses del gobierno y los intereses generados por los grupos del poder en la sucesión presidencial donde se diputaban la presidencia de la República el Secretario de Gobernación, Luís Echeverría, el jefe del Departamento del Distrito Federal, General y licenciado Corona del Rosal, el secretario de la Presidencia, el Dr. Martínez Manaotu, provocaron la traición, alentaron la represión y generaron esa tragedia que no se olvida…

No podremos olvidar que en este proceso intervinieron muchos grupos: los ligados a los centros del poder que contaban con las relaciones suficientes con funcionarios y políticos que guiaban a muchos en los acuerdos dentro del Consejo Nacional de Huelga, los distintos grupos de la “izquierda mexicana,” principalmente de los grupos troskistas, maoístas, anarquistas y sobre todo, los transas del Partido Comunista Mexicano que, al pactar con Luís Echeverría, fueron los principales instigadores de las divisiones entre los representantes estudiantiles y fueron los que, finalmente, llegaron a cosechar los beneficios de este proceso y de la represión, al serles reconocidos “sus derechos políticos “ y legalizada su organización que les han permitido a muchos de esos viejos comunistas ,hoy, escondidos en los faldones de distintas organizaciones desde las derechas hasta las izquierdas, ser políticos ligados al poder y beneficiados por sus migajas ya que, muchos, han logrado enriquecerse, siendo las comparsas de los procesos electorales que vemos, se disputan, violentamente, para continuar en ese reparto del pastel y de los presupuestos, hasta el límite de los escándalos provocados por los “dirigentes” que se embolsan los dineros de las transas y se llevan hasta la ligas…

Otros, se quedaron en la frustración y el resentimiento, viven aún en el pasado, anclados, rumiando sus penas y lamentándose de los tiempos en una parálisis que, en muchos casos, llega a la paranoia o termina en el alcoholismo y la soledad. Otros, siguen explotando los festejos y cada año se muestran como los “dirigentes” cuando en ese movimiento, profundamente democrático, todos los que llegamos a los Comités de Lucha y al Consejo Nacional de Huelga, solamente teníamos el nivel de representantes y éramos los conductos para llevar los acuerdos de las asambleas de cada escuela o a las escuelas, los acuerdo tomados en el Consejo… pero como siempre, muchos oportunistas, muchos que ni siquiera han sido importantes actores de los acontecimientos, otros que se ocultaron en sus casas o en los exilios pactados con los políticos, son los que, ahora, siguen explotando para su beneficio aquel maravilloso movimiento estudiantil. Hoy, ni siquiera son capaces de levantar las voces de indignación y de protesta ante las brutalidades generadas por el gobierno de la ultraderecha mexicana donde la política privilegia solamente las acciones represivas y permite que se fortalezcan, no las políticas sociales, sino a las policías, se dilapiden millones de millones de los presupuestos para aumentar esas fuerzas represivas que no garantizan la seguridad y la tranquilidad de los mexicanos sino que, solamente, sirven para sostener en el poder a un grupo de políticos voraces, corruptos, intolerantes, ineficientes que sostienen las complicidades con los norteamericanos y entregan los recursos sociales, políticos y económicos a cambio de la protección paramilitar y violenta de sus fuerzas; dejan que la explotación de nuestros recursos y gentes sean, solamente, para el beneficio de unos cuántos en contra de los intereses de las mayorías.

La política actual, solamente está sustentada en la fuerza policiaca y paramilitar, donde lo grave es que, con esa enorme fuerza paralela, se está dejando al Ejército Mexicano débil e incapaz de sostener aquel compromiso que hiciera uno de los últimos Secretarios de la Defensa, cuando sostuvo que jamás se volverían a prestar los soldados mexicanos para reprimir al pueblo en sus protestas, ante o contra, de los políticos incapaces o corruptos que provocaban los descontentos sociales. Por eso mismo, por ese compromiso que hace algunos años sellaron los solados mexicanos que tienen profundas raíces populares, conciencia nacionalista, lealtad institucional y compromiso social es que, los norteamericanos, privilegiaron a los grupos de policías entreguistas y a los gobiernos de la derecha, para que fueran ellos los promotores de las nuevas políticas represivas, aumentando la fuerza de policías que se comportan como el brazo armado y represivo en contra de los intereses populares, para servir de sostén a los grupos mafiosos de la política nacional. Es el mismo esquema usado contra Salvador Allende en Chile, cuando un grupo de militares reaccionarios ligados con los grandes intereses de los norteamericanos y utilizando a la enorme fuerza paramilitar y policiaca de los Carabineros, derrocaron a un gobierno que fuera electo por la voluntad de los chilenos y que respondía a los intereses populares y no a los del grupo privilegiado de empresarios, financieros, inversionistas extranjeros y políticos amafiados de la derecha, así, se destruyeron, encarcelaron, asesinaron y torturaron a miles de chilenos que se oponían a esa política entreguista y que exigían que el gobierno fuera del pueblo, para el pueblo y sostenido por el pueblo… hoy, vemos que los golpistas y represores vuelven a la escena nacional… cuidado, la represión , la cárcel y los asesinatos, están cerca, se huele la violencia y la represión...

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