sábado, 22 de agosto de 2015

Muertos solamente los enterrados

 Hace algunos años, platicando con Alfonso Martínez Domínguez, al que había sacado feamente Luis Echeverría del poder en el gobierno de la Ciudad, implantándole la responsabilidad del “halconazo” del 10 de junio de 1971, le decía yo que si se consideraba un político muerto… él, con su sonrisa,  me dijo algo que después comprobé cuando llega al poder López Portillo y lo hace gobernador en Nuevo León: “No Sócrates, en política, los políticos muertos, solamente son los que están enterrados”. Así, podemos recorrer muchos estados y en ellos vamos descubriendo a los políticos que no están muertos, simplemente sobreviven, y de pronto, aparecen con el poder y con plena salud, este es el caso de Alberto Esteva, en Oaxaca, donde dando muchos palos de ciego no parece acomodarse en el manejo del poder y de muchos lados ha sido expulsado y parecería que estuviera muerto, pero la verdad es que sigue sobreviviendo, y después del sonado fracaso como Secretario de Seguridad Pública, donde fuera desplazado, aparece como importante funcionario asesor del gobernador, Gabino Cué, y hoy, aparece apuntando y apuntalado ya como un próximo Secretario de Transporte, y dicen sus allegados que esto, se debe a que el actual Secretario que ha desempeñado un buen papel en esa dependencia, debe ir a corregir al PAN porque es un partido que desde que sale se descompone y pierde a la mayoría de su militancia de tal suerte que hoy, además de poder, también se encuentra dividido, así se ve solamente a Carlos Moreno como el único que puede, medio poner a operar al PAN para el próximo proceso electoral donde se elegirá al gobernador, así que, Alberto Esteva, después de “muerto”, resucitará como flamante Secretario…
         Hoy en día, muchos políticos dan por muerto a Manlio Fabio Beltrones, señalando que no está en el ánimo del presidente por la sencilla razón de que disputo la presidencia de la República con él, pero que, por esa razón, lo llevan como acompañante a Francia de donde podría ser un magnífico embajador, pero, por filtraciones de sus allegados a la prensa nacional se conoce que él no aceptaría ese puesto, porque entonces estaría fuera tres años y esto le impediría ser nuevamente considerado como un buen prospecto a la presidencia, ya sea institucionalmente o bien, aprovechando la experiencia en Nuevo León, desatar los leones para ser un “bronco independiente” a nivel nacional. Y bueno, en tales casos se escuchan muchas cosas, la realidad es que no hay político muerto en este país, a menos que esté enterrado….cosa que no sucede con Manlio, así que no se debe descartar para “la Grande”…
         Todos sabemos que en política lo que cuenta son las relaciones, el poder del dinero, la fuerza en las bases de las organizaciones políticas, las relaciones con los medios de comunicación y, en el caso de la presidencia, las buenas relaciones con el que realmente ordena y manda en el país: Los Estados Unidos. Hoy por hoy, no somos los mexicanos los que elegimos, sino los que votamos; las operaciones se hacen por medio de los medios internacionales de comunicación de tal suerte que, de pronto, aparecen publicaciones y películas donde van comprometiendo o limpiando a los políticos que les sirven a sus intereses, sino es  así, aparecen como corruptos, narcotraficantes o loquitos…

         Hace apenas unos días, aparecía una entrevista con Francisco Labastida, y en ella explicaba cómo se le utilizó para que fuera un contendiente sin poder, dinero, ni organización, donde solamente se le utilizó como comodín para que  Vicente Fox diera la impresión de llegar al poder en un proceso democrático que, previamente, estaba arreglado, y que como lo he publicado en varios artículos y libros, decimos que Ernesto Zedillo arregló el triunfo de Fox, para que en su arreglo jamás se investigara el gran fraude nacional donde por medio del “Fobaproa” se despojó a los mexicanos de sus ahorros y de su dinero, al salvar a los bancos y banqueros que fueron los que llevaron al triunfo a Fox, con la aprobación de los Estados Unidos, y hoy, podemos ver a los expresidentes que son los sirvientes de las compañías o de las universidades desde donde siguen controlando el poder político y económico en el país. Así que quién me diga que los mexicanos elegimos a los presidentes, está loco o es un perverso que nos pretende engañar, la única realidad es que hoy en día la elección y el beneplácito para nominar al que gane en el país la presidencia, la dan en los centros de poder de los Estados Unidos, y en forma especial, en los controles monopólicos financieros….así tenemos que entender que las cosas de la sucesión se darán en tales condiciones, y es por ello que se debe observar a los posibles candidatos en sus relaciones, compromisos y dependencia con los poderes de Estados Unidos. Lo demás, solamente es una farsa que se lleva porque debemos entender que, los que votan no hacen los cambios ni los determinan, los hacen los que cuentan los votos y manipulan a la información…es la realidad.

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