sábado, 22 de agosto de 2015

Manlio y Carolina, pareja dispareja

Realmente, cuando uno ve cómo se realizan las operaciones políticas en el PRI, debe reconocerse que hay oficio político y que en algunas cosas se “pasan de lanza” como dicen los chavos. Por ejemplo, el mismo presidente de la República le puso salsa y sal al asunto del cambio de dirigencia del PRI, creo varias expectativas y generó los datos suficientes para que unos y otros sufrieran infartos, o bien, pensaran que sus “gallos” eran los buenos, por ejemplo, de pronto, sin venir al caso, comienzan a desarrollar y placear al jefe de la Oficina de la Presidencia Aurelio Nuño, y para que no se anduvieran adelantando a las posibilidades reales, también se mencionaba a Cesar Duarte y al secretario de Agricultura, se venía presentando a Manlio Fabio Beltrones, como un sólido político que podía, incluso, dejar al partido y encabezar una nueva protesta para convertirse, decían sus críticos, como el “Bronco” de Sonora, y pudiera, inclusive, generar un rompimiento en la unidad priista, como si a todos se le olvidara de qué clase de madera está hecho la fuerza política de Manlio, surgido a la política de la mano de Don Fernando Gutiérrez Barrios que, con lealtad e institucionalidad, supieron superar los peores momentos del país, incluso, superar en el caso de Don Fernando, la traición y el golpe orquestado por Manuel Camacho Solís y Córdova Montoya, que le desbanca en los momentos en que el país entra en una enorme crisis de credibilidad y de desprestigio, con crisis económica y política ante los asesinatos del Cardenal Posadas Ocampo, Luis Donaldo Colosio y de Ruiz Massieu. Más de cuarenta años de militancia en el PRI, suficientes para mostrar su talento y experiencia, su lealtad institucional, y pareciera como si los intrigantes de palacio no entendieran que eso pesa más que cualquier intriga política destinada a destruir a un político de tal nivel.
         Es lógico que el grupo “Atracomulco” no puede dejar de poner a sus “colas” para supervisar la forma de operación de un político como Manlio Beltrones, y por esa misma razón, salen sobrando las declaraciones de la diputada Carolina Monroy del Mazo, “de que no llega a la secretaría general del PRI por el parentesco con el presidente Enrique Peña Nieto ya que en el estado de México todos conocen su paso por la TV mexiquense, gracias, precisamente a ese parentesco”, a pesar de no saber nada de medios de comunicación a donde incluso no llegaba más que de vez en cuando en los tiempos de quincena.
         A lo mejor, por tales razones, los políticos no conocen la realidad, porque en la comodidad de sus despachos y con los sueldos y negocios que logran hacer para salir de pobres por varias generaciones, no se enteran ni siquiera que ,por ejemplo en “México conseguir un préstamos de menos de siete mil pesos puede constarle al jodido que lo solicita pagar hasta 677 de puros intereses, si los bancos son unos rateros, por alguna razón decían que, si uno tiene una pistola puede asaltar a un banco, pero si uno es dueño de un banco, puede asaltar a muchas personas. Dicen los bancos que en un microcrédito es mucho más el riesgo de que no paguen, porque los que lo solicitan son los muy jodidos y se olvidan que, los jodidos, son los mejores pagadores. Por ejemplo, hace algunos años, estando desayunado con Don Pedro  Hernández Maldonado, presidente del Consejo de Administración de Banamex y papá de Roberto Hernández, uno de  los amigos le pregunto que, quienes eran los que pagaban mejor y él, sin pensarlo mucho dijo: “Pues los pobres, ellos, cuando tienen un crédito no quiere perder la confianza y hacen hasta lo imposible para pagar, en cambio los ricos como tienen recursos y pueden comprar o contratar abogados, la hacen más de tos y de trabajo, con ellos, es mejor llegar a las negociaciones y que paguen cuando menos el capital y se les perdonan los intereses, pero algo es algo. Los pleitos con los rico pueden representar años en los juzgados, y así, lo mejor es negociar con ellos, son los peores pagadores”.

         “En esas instituciones el crédito promedio va de 6 mil 400 a 7 mil pesos, según la red de microfinancieras Prodesarrollo y el CAT ronda entre el 103.5 y 677 por ciento del préstamo, mientras que en las tarjetas bancarias va de 35.5 a 112 por ciento”, en tales condiciones, no nos explicamos cómo pueden los jodidos despegar en sus actividades si tienen que pagar esos intereses leoninos a los prestamistas, y las autoridades hablan mucho de que hay que estar en el sentido emprendedor. Seguramente, para los políticos y para los funcionarios, para los bancos y banqueros, para los especuladores financieros, para los policías y para los empresarios, esto no representa un problema, ellos pueden conseguir incluso préstamos con bajos intereses o logran poner y colocar sus recursos en esos préstamos, de tal suerte que los que siguen pagando con sangre el desarrollo de este país, son los millones de jodidos que están en el desempleo, en el empleo informal, en la desnutrición y la pobreza, en la marginación, y esos millones de injodibles, son más de 56 millones de mexicanos, por esa razón es indignante que esto esté sucediendo, mientras se juega a la política…

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