jueves, 2 de septiembre de 2010

Suspendamos los festejos del despilfarro


DICEN LOS TRABAJADORES DE MEXICANA que el presidente Calderón le permitió a Gastón Azcárraga “darse vuelo” y volarse los recursos y ganancias de Mexicana y a los trabajadores, en vez de apoyarles, los manda a “volar” hasta la china…
Y además de los 28000 asesinados por la Guerra de Calderón en el país y del recuento de los mafiosos muertos, asesinados, entregados y encarcelados, debemos contabilizar más de 18 mil “desaparecidos” de los grupos de trabajadores migratorios de Centro y Sur América y que sus familiares no saben si están secuestrados, lo lograron, fueron asesinados en Estados Unidos o quedaron a lo largo del territorio nacional, no saben si son explotados o están secuestrados en los centros de prostitución o muertos… tampoco, pocos se atreven a consolidar las cifras de los penales,  de los pobres pobres y de los de extrema pobreza, de los grupos de NINIS que suman más de siete millones, de los desocupados, de los que no tienen casa, de la pérdida del poder adquisitivo, de la marginación, la falta de educación y atención médica y claro, no hablemos de la perdida de soberanía ni de la entrega de recursos naturales y financieros a los extranjeros, socios y cómplices de los políticos, tampoco hablemos de las complicidades con el crimen organizado y los delincuentes comunes y políticos, de los funcionarios y transas en general que hacen los policías, paramilitares y funcionarios de la “inteligencia” y “seguridad”…
El periodista Jacobo Zabludovsky en su columna de El Universal dice, con toda la razón: “Se incendia el circo y el dueño en vez de salvar a los enanos vende boletos para la siguiente función. El símil con el gobierno mexicano no es justo porque los dueños saben dirigir sus circos, menester difícil si los hay, mientras que a nuestro gobierno se le hace bolas el engrudo y en medio del desbarajuste prepara los eventos más disparatados y costosos para celebrar las fechas patrias.”
“Llegamos a escasos dos meses de ellas descubriendo que los encargados de preparar las conmemoraciones resolvieron su problema contratando a dedo, sin licitación alguna, empresas especialistas en mojigangas que se llevarán cerca de 3 mil millones de pesos (dos mil 971 para ser exactos). La partida mayor se la adjudicó a un señor Birch que anda por el mundo ofreciendo su “show”, maquillándolo según el comprador. En México fundó una compañía llamada instrantia Producciones para firmar los contratos. Otros 14 por un total de 447 millones de pesos se le darán, también sin licitación, a TURISSTE que, según la Auditoria Superior de la Federación, no tiene atribuciones para organizar eventos. Todo esto se viene sabiendo apenas, en medio del siglo tenebroso, gracias a la labor de algunos reporteros”.
Y continúa: “A la carencia de imaginación y talento se une el despilfarro del dinero de los contribuyentes. La corrupción deja un tufo que envuelve todo este negocio. Es hora de detener el gasto ofensivo y el espectáculo que no por ser grandote deja de ser chafa…Estamos en medio de una de las tragedias colectivas más dolorosas de los últimos tiempo. Las inundaciones han causado muertes y pérdidas materiales en la mitad de la República. La ayuda, como siempre, ha sido lenta y escasa… ante la realidad y el peligro de que empeore, un gobernante sensato debería evitar todo festejo superfluo y todo gasto inútil”…
“Deben cancelarse hoy las fiestas especiales del Bicentenario de la independencia y el Centenario de la Revolución. Debemos ajustarnos a la austeridad republicana, a la medianía cívica de la que habló Juárez y a la que ajustó su vida y la pública durante su gobierno. Celebremos como un pueblo maduro, no como aquelarre de nuevos ricos o de negociantes irresponsables. No podemos exagerar en las fiestas como si olvidáramos el sufrimiento de cientos de miles de familias. Y no hay que olvidar que las aguas cubren tierras castigadas por guerras contra el crimen organizado y narcotraficantes cada vez más violentos y todas las plagas ancestrales que empiezan con la extrema miseria de 40 millones de mexicanos”
“… Los funcionarios encargados de rescatar a las víctimas de las inundaciones se han quejado de falta de recursos. Somos convalecientes de una intensa y larga crisis económica, nos acechan tiempos difíciles también en lo económico. No celebre jolgorios escandalosos en medio de la desolación. Dedique ese dinero asignado al despilfarro a favor de quienes lo necesitan…”
Seguramente el presidente no lee lo que escribimos los reporteros y analistas, bueno, ni le importa, pero es lo que dice Don Jacobo el sentir de los mexicanos, de las mayorías. Sabemos que los festejos y el despilfarro es para dar lustre y espacio a los hombres y mujeres del poder, para sentirse como “Maximilianos y Carlotas”, mientras el pueblo se desgarra entre la violencia, la inseguridad, la represión, la desesperación, la desocupación, la miseria y el abandono… y bueno, así empiezan los movimientos de protesta que llegan a la violencia…

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