lunes, 6 de septiembre de 2010

Dictadura paramilitar en el país

Las autoridades realizan una intensa actividad para el combate de los piojos. Efectivamente, en muchas comunidades tenemos una gran plaga que afecta a los niños y es la de los piojos, pero como siempre, los mexicanos, reconocemos que los funcionarios, policías, banqueros, políticos y demás fauna nociva, están ligados a los “piojos”. Efectivamente, los mexicanos, consideramos “piojos” a todos aquellos que en vez de servir se convierten en parásitos sociales y éstos los tenemos identificados dentro de la fauna que hemos mencionado. Es la fauna del poder.

Para los banqueros y especuladores financieros que son los amos y señores del poder político y económico, los funcionarios, los políticos y los policías que se encuentran a su servicio como simples sirvientes, son puros “piojos”, incluyendo al mismo presidente que sigue siendo un servidor de esos grupos que son el verdadero poder en el país.

Claro que, para los políticos, los policías y los funcionarios, el resto de los mexicanos, el “infeliciaje nacional” está compuesto de puros “piojos” y es así como nos tratan y dan de patadas en los traseros cuando ellos tienen que ser los que nos sirvan, nos convierten en servidores, empleados y lacayos de ese grupito que es el que controla el poder por medio de terror y de la fuerza, de la represión.

Para los policías, en lo oscurito, en la intimidad, dicen que los piojos son los bandidos, los narcotraficantes y los delincuentes de cuello blanco, sin embargo, en la realidad, ellos, se convierten en los “piojos” de esos grupos porque finalmente son socios o cómplices y terminan siendo lacayos, de tal suerte que la sociedad sigue en calidad de “piojos”.

Es curioso, pero la confusión, el terror, el miedo y el horror se quedan cortos ante la represión que ejercen los grupos del poder en contra de la mayoría de los mexicanos, en esa realidad de “piojos” y de lacayos. Hoy, cuando caminamos por las carreteras del país, nos topamos a cada rato con los “retenes” que son escandalosos, intimidantes, curiosamente, solamente se utilizan para intimidar a las familias y a los ciudadanos que transitamos por esos caminos, pero a los delincuentes se les protege, no se pueden explicar las razones y las formas en que, con toda libertad, se mueven los delincuentes, si no es con la protección de los policías y de los grupos de paramilitares que conforman los grupos de liquidación de gentes, tal como en su tiempo lo hicieron utilizando a la famosa Bragada Blanca con el pretexto de buscar y desmantelar a los grupos de la guerrilla, pero al final, se convirtieron en los grupos de liquidación que proporcionaban los sicarios para que sirvieran a los grupos delictivos o bien, para que se eliminaran a los “enemigos del sistema”, bajo el criterio de que era mejor liquidarles que meterlos a la cárcel donde podían mantener una política de denuncia. Hoy, se hace este mecanismo para eliminar a los grupos políticos en varios estados con el pretexto de eliminar y confrontar a los grupos de delincuentes que operan en esas regiones, pero en la realidad, las autoridades, los policías y grupos paramilitares que sirven al poder político en el país, no buscan eliminar a los delincuentes y garantizar la paz y la seguridad para los ciudadanos, buscan a los grupos de ciudadanos o grupos políticos que se manifiestan en contra del gobierno, de sus personajes o de los políticos en el poder, que denuncian las arbitrariedades y los robos de los políticos y de los funcionarios o de las ligas que mantienen con los maleantes y los narcotraficantes, porque no se podrá negar que en la actualidad, en muchos puntos del país, la realidad es que existe un fuerte grupo de mafiosos que son los que controlan por medio de la narcopolítica.

Digan lo que digan, a pesar de los “golpes de pecho” y de “tragar hostias todo el día”, los funcionarios, políticos y policías siguen cagando diablos y son parte de esa estructura del poder que hoy se refleja en el narco control del país a pesar de las declaraciones que haga el presidente en sentido contrario, porque una cosa son las palabras y los discursos y otra es la realidad. Si la “entrega” o detención de Edgar Valdez, “la barby” dio el marco para justificar el “informe del presidente” y se calculó adecuadamente el impacto publicitario, al paso de los días se nota más cómo, este sicario y asesino norteamericano, es el perfecto policía “incrustado en las organizaciones” y, por medio de él, los norteamericanos, dieron rienda a la “guerra entre las bandas” y, con sus declaraciones, van obteniendo muchos datos que comprometen a políticos, policías, funcionarios y banqueros en todo el país y esta es la mejor forma de mantener la incondicionalidad y el control político del grupo en el poder. Por medio de este asesino, los grupos del poder, alentaron la guerra entre grupos que ha constado al país más de 28 mil asesinados y más de 18 mil desaparecidos y con ello se cambió el rumbo, para fortalecer a los grupos de la policía e imponer un estado dominado por la policía política incondicional al poder, para reprimir a cualquier ciudadano o grupos político que pretenda demandar la libertad, independencia y derechos de los mexicanos… es decir, estamos gobernados por una dictadura paramilitar, quieran o no reconocerlo. Y el que proteste es asesinado con el pretexto de una lucha entre narcos… así de sencillo, malévolo y perverso.

No hay comentarios: