Escuadrones de la muerte

Durante esta famosa “guerra de Calderón” en contra de algunos grupos del crimen organizado, se ha especulado sobre la existencia de “ESCUADRONES DE LA MUERTE ” que operan con policías, delincuentes, policías extranjeros y “testigos protegidos” con el fin de estar encubiertos y, con el pretexto de combatir el crimen organizado, liquidar a los enemigos de determinados capos que están ligados con importantes policías, banqueros, empresarios, políticos y funcionarios nacionales y extranjeros que son parte de la real y verdadera delincuencia organizada, para dar la seguridad en el manejo de los cuantiosos recursos que se obtienen con este proceso, no solo del tráfico de drogas, sino del de armas, vehículos, gentes, mercancías, órganos, productos químicos, licores, productos piratas y el manejo de la prostitución en todos sus niveles y formas, bueno, nos comentan que, existen grupos especializados para dar satisfacción a los degenerados que les gusta hacer el amor con animales o por métodos sado- masoquistas…

 

Los “escuadrones de la muerte”, sin duda, existen, y se han utilizado para liquidar o provocar a los grupos del narcotráfico en el país para que se enfrenten unos contra otros, así, además de las infiltraciones que realizan con “testigos protegidos” que en realidad son delincuentes protegidos y al servicio de los policías para violentar las garantías y derechos de los mexicanos, para inculpar a los que no son bien vistos por los hombres del poder, es que se viene conociendo más este tipo de grupos y los asesinatos que realizan en muchas partes del país, también, hacen secuestros, extorsiones o robos para aterrorizar y atemorizar a los ciudadanos que les son críticos o molestos. Esto, sin duda, no lo aceptará el gobierno, pero existen tales grupos al margen de todo control y leyes y gozan de protección e impunidad total, como en su tiempo lo gozaron los grupos de la Brigada Blanca , los Halcones y otros más que, han sido los grupos especiales para eliminar a los enemigos de algunos políticos o policías e incluso, fueron los que llevaron al extremo, en el control de la DFS y la PJF el control de los grupos del narcotráfico en el país, el trafico de armas, gentes y mercancías ya que, de esta forma, fueron premiados y garantizaron el silencio y las indiscreciones en contra de los políticos y funcionarios que les manejaron.

Es tal la certidumbre y tales los asesinatos, desapariciones y brutalidades que han venido cometiendo que, el Senado de la República, exige que se rinda un informe sobre el tema. Se cuenta y no son simples rumores que, por ejemplo, en algunas zonas de la frontera con los Estados Unidos pasan policías del extranjero o sicarios protegidos, aliados con policías mexicanos que se prestan a este juego perverso y criminal para que, disfrazados como miembros del ejército, persigan y liquiden a los famoso vigilantes de los grupos criminales o a los criminales y delincuentes identificados en vez de llevarlos ante la justicia, para que se sigan los procedimientos. Este tipo de asesinatos al estilo de los grupos de los Escuadrones de la Muerte se hacen para que, los demás, “no sigan con su ejemplo,” cuando en realidad, con esa brutalidad y robos que cometen, afectan, en la mayoría de los casos, a los ciudadanos inocentes o a los que abiertamente se oponen a que se sigan violando las garantías y derechos de los mexicanos, así, por ejemplo, en el crimen de uno de los periodistas en Ciudad Juárez, para justificar la ineficiencia, complicidad y corruptelas de sus policías, el vocero de la presidencia declaraba, antes de realizar cualquier investigación que: “el asesinado, había sido liquidado por estar “ligado con la delincuencia organizada””, cuando el día de ayer, se ha detenido a los sicarios y se sabe que el grupos de la Línea ordenó la muerte de los compañeros periodistas. Pero con total cinismo, el gobierno y sus voceros, ni siquiera dan explicaciones y piden disculpas por esa brutalidad con la que acusaban a los asesinados.

 

Pretender hacer una respuesta mediática en vez de encontrar la verdad y la justicia es lo que hace que el gobierno, los funcionarios y policías, pierdan credibilidad y la confianza de los mexicanos. La experiencia histórica de la brutalidad de los “escuadrones de la muerte, de las brigadas Blancas” y de este tipo de sicarios paramilitares que solamente obedecen consignas y no responden a la justicia y a la ley, hace que la sociedad tema y desconfíe de la autoridad, porque en el pasado, con los “resultados de las investigaciones sobre este tipo de crímenes políticos generados desde la brutalidad de algunos funcionarios en contra de sus críticos, todo quedó en una farsa y no se realizaron las investigaciones ni se eliminó la impunidad en contra de los responsables a pesar de las pruebas aportadas por los familiares y amigos de las víctima de esa represión conocida como la “guerra sucia” o los acontecimientos de 1968, 1971 y otros más. Si esto se demuestra que acontece y los políticos y hombres del poder o no saben o están en este complot contra la sociedad, la población en vez de apoyarles, desconfiará más y, el costo político, será mayor en su contra. Si un gobierno en vez de buscar la alianza social aporta solamente la brutalidad, la represión y el terror en contra de la población, jamás lograrán apoyos sociales y solidaridad real. Sin pueblo, no hay gobierno y, sin gobierno, no hay poder real, hay dictadura paramilitar, pero no democracia, con libertad y honestidad.