martes, 6 de julio de 2010

Ganó el hombre, no la alianza.

En Oaxaca, digan lo que digan, no ganó la Alianza, ganó la personalidad y la entereza de Gabino Cue, su constancia, su firmeza. Hace algunos días me encontré en un restaurante a mi amigo Graco Ramírez, y este, confiado, me decía que en Oaxaca ganarían con toda seguridad, en aquel momento le manifesté mis duda ya que muchos “aliados de Gabino” mantienen una postura oportunista, dogmática y resentida no solo con la vida sino con muchos sectores que nada tienen que ver con la política ni con el gobierno.
De lo que no tengo duda es que los grupos que conforman la ALIANZA, ahora, tendrán la oportunidad de exigir sus COTOS DE PODER y si no dejan, permiten que Gabino integre su gabinete y establezca su proyecto de gobierno como él lo debe hacer, sin las presiones internas y los enemigos emboscados generados por el oportunismo político, será difícil de gobernar en Oaxaca, sobre todo si los ex gobernadores no entienden que no son sus tiempos ni deben de meter las manos para imponer a sus cuadros y tomar las venganzas utilizando a Gabino, cuando ellos mismos se generaron sus enemistades y se crearon sus intereses que finalmente los confrontaron con el actual grupo en el poder. No pueden usar a Gabino como la mano del chango para arrebatar los frutos o robarlos. Finalmente, si tienen cuentas pendientes, deben dar ellos la cara con los que consideran los traicionaron desde el poder o no les respetaron sus transas o sus cotos de poder. Si queremos un cambio en Oaxaca debemos exigir que Gabino Cué pueda gobernar con libertad y nombrar a sus cuadros con total independencia y no sean, los nombramientos, la exigencia del pedacito de poder para los operadores políticos o para los grupos que conforman la Alianza.
La realidad es que la gente se manifiesta porque independientemente de los actores políticos está cansada de las famosas “obras” que dieron al traste con cientos de pequeños negocios y con la molestia de muchas gentes. Todos sabíamos que en la remodelación de la capital lo que se generó no era una nueva visión urbana, sino un gran negocio, de tal suerte que nadie sabe lo que costaron esas obras y a donde fueron a parar miles de adoquines que tienen alto valor histórico y comercial, de lo que si sabemos los que habitamos en Oaxaca es que, muchos políticos y muchos contratistas, se “hincharon” de ganancias y, muchos de ellos, son ahora prósperos “contratistas” porque los negocios están ligados a la política de tal suerte que esto es lo que se debe cambiar para llevar seriamente la prosperidad y el desarrollo a los grupos marginados en la entidad.
En Oaxaca, Puebla y Sinaloa, no ganaron las alianzas, de esto estoy convencido, la política de escándalos, negocios, transas y prepotencia de los gobernadores en estas entidades son las que dieron la fuerza para el cambio, en estados donde gana el PRI, también, lo hace, arrebatándoles el poder a la oposición gracias a esa ineficiencia, complicidad y corruptelas de los gobiernos que estaban en el poder y esto nos demuestra que los partidos poco valen actualmente, lo que la gente busca es a los políticos que puedan mostrar capacidad de organización, visión en el cambio y  entereza para lograrlo.
Ojala, Gabino Cué, no gaste su tiempo y su energía en buscar “venganzas”, sino en imponerse la tarea de alcanzar los cambios que se requieren. Por supuesto que esto no implica que no deba investigar el destino de los recursos públicos y de llevar ante las autoridades a todos aquellos que se han beneficiado con el manejo de los presupuestos que se fueron a sus bolsillos y cuentas bancarias y no se destinaron a los programas a donde deberían. Hay, sin duda, muchos ofendidos por este gobierno y no son pocos los gobernadores anteriores que sienten que han sido “traicionados” por los actuales políticos y funcionarios que están en el poder y por ello, Gabino, no debe permitir que esta corriente de venganzas y liquidación de ofensas y de entuertos le arrastre, porque él sabe, efectivamente, con quienes cuenta, cuáles son de verdad sus aliados y cuáles los oportunistas, la vida y el tiempo le han brindado esa gran oportunidad que pocos políticos tienen. Muchas derrotas anteriores le mostraron la calidad y la verdad de los que operan cerca de él y de su grupo, sabe cuáles son sus compromisos  y cuáles son las fuerzas reales que operan cada partido o grupo, sabe, por supuesto que, tendrá que lidiar con muchos políticos que aterrorizados entienden que pierden el poder. El miedo es brutal y puede generar tragedias y esto no lo debe de perder de vista Gabino, hoy más que nunca, su seguridad debe ser eficiente y, por supuesto que, el gobierno federal, debería tomar cartas en el asunto para evitar cualquier tragedia con los candidatos que hoy alcanzaron el triunfo en el proceso electoral. Se debe aprender de la tragedia que genera el asesinato de Rodolfo Torre en Tamaulipas, porque este camino de violencia no puede seguir afectando la vida de los mexicanos. Hoy, simplemente, nos queda preguntarnos: hasta dónde llegó el acuerdo entre Ulises Ruíz y algunos priístas, con el presidente Calderón, de tal suerte que este se opuso, en su inicio, a la Alianza en Oaxaca y desataron especulaciones y escándalos…¿efectivamente, estaban los acuerdos en la política?...pues que poca… con razón estamos como estamos…

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