Cada día me convenzo de que somos un pueblo agachón, miedoso, temeroso, cobarde, insípido, mal intencionado y si bien considero que todos buscamos lo mejor para nosotros y nuestras familias, me parece indignante que nos preocupemos más por ver que sucede con “la furia española”, ver que los “reyes de España”, al igual que en tiempos pasados, siguen dando pan y circo para tenernos idiotizados y ellos, haciendo sus negocios y transas y, no digamos nada por el NUEVO AUMENTO DE LA GASOLINA. Como si esto no nos afectara, pues muchos piensan que porque ganaron las “alianzas para las transas”, tienen asegurado su futuro, la seguridad pública, ya no sucederá nada, podrán vivir en paz y en calma, cuando los horrores y los temores comienzan. Así piensan que, porque ganaron los panistas aliados con los perredista, ya no tienen obligación de, cuando menos, mentarles la madre a los hombres del poder y del gobierno por este nuevo aumento, creen que con la “democracia” vivirán mejor, tendrán asegurado el empleo, los precios no aumentarán como aumentan gracias a la escasez, los especuladores y acaparadores en todas las zonas donde las lluvias han dejado infinidad de males y donde han cobrado varias víctimas y la pérdida de bienes y muebles, vehículos y documentos a miles de familias…
Y, mientras esto sucede y el presidente en actos demagógicos y de impacto publicitario recorre varias zonas afectadas, los gobernadores en funciones y los electos, hacen maniobras para dejar a los mismos hampones en las funciones públicas y en el manejo de presupuestos y contratos. Total, la política es un gran negocio y no la forma de gobierno de las mayorías por las mayorías, este cuento de la democracia no nos da libertad ni garantiza la justicia social. Es más de lo mismo, son los mismos mafiosos con diferentes uniformes pero, finalmente, son los mafiosos del poder, no importa a qué partido pertenezcan.
Además del gasolinazo por el cual nadie protesta y todos aceptan como un hecho consumado, debemos entender que en el régimen panista, los “demócratas,” han aumentado el desempleo entre los jóvenes a tal nivel que es escandaloso no solamente este desempleo sino también la muerte violenta de cientos y miles de ellos. Para muestra, debemos señalar que el desempleo de los jóvenes aumento un 38 % en los dos últimos años y eso que, Felipe Calderón, “el guerrero o el guerroso”, se declaraba que sería el “presidente del empleo” y, los únicos empleos que han aumentado son el de los policías, los vigilantes privados, los amigos y los compadres, los miembros del PAN y la clase política que goza del poder y de sus beneficios, “la cifra de integrantes de la población económicamente activa de entre 20 y 29 años que no contaban con trabajo pasó en el primer trimestre de 2008 a 942 mil… en tanto la cifra de jóvenes subempleados se elevó de 642 mil a 899 mil.”
“La encuesta del INEGI indica que uno de cada tres puestos de trabajo perdidos en México durante la crisis corresponde a los jóvenes… Entre el segundo trimestre de 2007 y el primero de 2010 alrededor de 1.3 millones perdieron su empleo por conclusión de contrato sin que hubieran renovado… en 2007 Calderón y su pandilla ofrecieron el programa del primer empleo, para dar oportunidad a los jóvenes para tenerlo, pero este programa fracaso… en fin, ante esa realidad tendríamos que reconocer que se acercan movilizaciones de protesta y de demanda, pero ya vemos que esto no es así, esta, es la lógica de los que tienen dignidad y vergüenza, pero la mayoría no la tiene y se mantiene sumiso, conformista y acobardado…por esto, tenemos los gobiernos y a los gobernantes que nos merecemos…
Tal vez, los “gobernantes o gobernícolas”, no se dan cuenta de que los jóvenes están a punto de explotar, que las manifestaciones, las pintas, los graffiti, la violencia, los gustos por la acción violenta, los robos, sicarios y demás, se tiene alta participación de los jóvenes, no tienen esperanzas ni tienen futuro, su presente es violento, difícil, desencantador, con malestar social, con carencias económicas, con separación familiar, con drogas, con embriaguez, con desocupación, con desesperanza, con desamor. La realidad es que difícilmente se dan cuenta de que las pandillas aumentan por calles, barrios, colonias, sectores y que en todas éstas manifestaciones se van dando las formas de organización que, por ejemplo, en Oaxaca, con la APPO, se llegó al manejo y operación de lo que se puede considerar las guerrillas urbanas en la guerra de ciudades y, en tales condiciones, las fuerzas de policía y las represivas se inmovilizaron y se produjo la acción de algunos grupos revolucionarios que llegaron a operar y dirigir a los medios de comunicación en radio, televisión y escritos de todo tipo, incluyendo las pintas y el volanteo. La organización juvenil pasó de ser una organización de resentimiento a una organización revolucionaria en todos sus sentidos y manifestaciones y este será, el rayo de esperanza que puede generarse en el país. Así, de la protesta sin sentido, se pasa a la protesta con sentido social y político y, en este caso, se pueden dar los cambios por la vía violenta a la que tanto temor manifiestan los mafiosos del poder en el país. Por ello, los triunfos electorales, en algunos casos, han frenado este desarrollo y han servido para evitar la violencia política.
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