Mientras miles de familias sufren por las tragedias generadas por las lluvias, otras miles, sufren por las ineficiencias de funcionarios y políticos, por las complicidades de los policías, políticos, empresarios, especuladores financieros, banqueros y funcionarios públicos, por sus transas, por sus corruptelas y, sin duda, por todas esas condiciones que han logrado generar el repudio y el hartazgo de los mexicanos en la política y en los políticos. Si hacemos una encuesta, veremos que una gran mayoría de mexicanos no asistió a votar porque no confía en la política, en las organizaciones y porque está convencida de que los hombres del poder han logrado establecer la gran mafia que ha convertido a la política en un gran negocio, al igual que lo ha logrado con el cuento de la inseguridad.
No faltan las voces que, por ejemplo, en Oaxaca, ante la derrota de Ulises Ruíz en el proceso electoral, aseguran que recibió tal tipo de amenazas que lo podrían llevar a las investigaciones y posible consignación por varios delitos que aceptó “comportarse adecuadamente y no hacer las transas que todos conocemos y que eran las únicas posibilidades de lograr introducir los votos suficientes para ganar o hacer ganar a Eviel Pérez Magaña y a otros candidatos y candidatas a presidentes municipales y diputados”. Dicen, porque de decires y especulaciones se hacen las verdades y los chismes que, uno de sus grandes fallos lo alcanzó cuando se declaraba que sería el próximo Presidente del PRI y que estaba destinado a ser el operador político de Enrique Peña Nieto, a la presidencia de México, entonces, sí generó dudas y rencores y, Diódoro Carrasco, hoy, operador del PAN, movía a sus gentes y cuadros, recursos financieros y relaciones con los grandes especuladores financieros en la entidad para “derrotar” a Ulises, no a Eviel ni al PRI con el cual había logrado establecer relaciones de “acción concertada” para este proceso. Por su parte, las gentes de José Murat Casab que tienen poder en la entidad, mucho poder y cuadros disciplinados, también se cobraron las deudas y ofensas del gobierno de Ulises y del mismo Ulises Ruíz por lo que, enriquecidos políticos que le traicionaron, están temblando, ante las posibles investigaciones que se generarán después de esta derrota.
En fin, mientras los políticos se revuelcan en los detritos de la política, miles de familias sufren no solamente por esas transas, complicidades y corruptelas sino por las tragedias generadas por las lluvias y la inseguridad, sabemos, provocada por los propios policías que han gastado más de ochenta mil millones, de los cuales, mucho se han embolsado importantes funcionarios y políticos para dar mediocres resultados, además del baño de sangre generado en el país, con más de 23 mil asesinados en la “guerra” que nadie aprobó realizar a Calderón. Por ello, lo que ha hecho este gobierno panista es militarizar al país y generar un clima de terror y represión en todo México, tal como Telcel es territorio. Vivimos sumidos en el espionaje, en la represión, en los retenes, en las “operaciones clandestinas”, en las balaceras y enfrentamientos, donde, los inocentes, son los paganos y las víctimas. En fin, la tragedia invade al igual que la desolación, desesperación, terror, inseguridad y miedo, a miles de familias por una o por otra razón, más de cuatro millones de jóvenes ni estudian ni tienen empleo, las pandillas aumentan en todos lados y las condiciones de inseguridad pública no son atendidas, ni las causas que las generan, eso sí, Calderón y sus “policías de élite”, están empeñados en su guerra y en los negocios que les generan esos conflictos a pesar de que la gente siga jodida y desempleada. Ante esta tragedia, comparable a la destrucción generada por el terremoto del 85, podemos decir que miles de familias tendrán grandes pérdidas y por ello se generará un enorme descontento social y, el gobierno calderonista no está capacitado ni preparado para atender socialmente las necesidades generadas por la tragedia, para dar empleo y vivienda, muebles y enseres a las familias que lo han perdido todo, pero, aumentó a las policías y, la respuesta a las demandas populares y la descontento social que se genera en la actualidad, tendrá, como respuesta, la violencia y la represión por parte de la policía política que no detiene a ningún mafioso, pero está capacitada para la represión social… ya lo veremos.
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