martes, 18 de agosto de 2009

Vacaciones del poder y el infeliciaje

“LOS HOMBRES SE BURLAN DE LO QUE NO ENTIENDEN”. GOETHE.
“NO PODEMOS DIRIGIR EL VIENTO, PERO PODEMOS AJUSTR LAS VELAS”. ANÓNIMO.

En realidad, cualquier padre amoroso y responsable quiere que sus hijos estén protegidos sobre todo ante problemas de salud, bienestar social, espiritual, físico, contra la violencia y debe cuidar seriamente en los tiempos actuales que la violencia, no afecte en nada a cualquier miembro de su familia. Cualquiera de nosotros comunes humanos, miembros del infeliciaje nacional, quisiéramos que nuestros hijos pasen unas alegres, seguras y buenas vacaciones. Algunos, pretenderíamos estar con ellos en alguna playa o en algún centro turístico, comiendo en los mercados, recorriendo a pie varias zonas de interés, tal vez, descansando un poco del viaje en algún hotel modesto o si no se pude, cuando menos, en un lugar seguro de la playa o del cerro, con tal que los escasos recursos económicos alcancen y viajaríamos en aviones del todo pagado en la tarifas más modestas, en camiones y trataríamos de entender las rutas de los camiones para llegar sin gastos de taxis a las zonas de interés.

Muchos mexicanos rogaban y rezaban para que esto fuera una realidad en este tiempo de vacaciones a pesar de los “operativos implementados por todo tipo de autoridades” que, dizque se preocupaban porque pasáramos unas vacaciones sencillas y sobre todo seguras, sin la preocupación de la violencia o la inseguridad. No han sido pocos los policías que aseguran que todo está con “bandera blanca” que se “cumplieron los objetivos” y ya sabemos lo que significan las declaraciones de este tipo por parte de las autoridades que solo se preocupan para que los jefes se paren el cuello y los que mandan crean que han realizado adecuadamente su labor.

Todos nosotros tenemos la idea de que, primeramente, los hijos, deben conocer su país, nuestro país, entender su historia y sus luchas, sus sueños y sus esperanzas, sus riquezas y sus alegrías, sus desesperanzas y sus miserias, su marginación, su pobreza, entender las raíces de nuestro pueblo, de nuestra cultura para que de ellas nos nutramos y podamos crear y construir alas largas de libertad. Todos los mexicanos, ricos y pobres, creemos o deberíamos creer que nuestros hijos en vez de salir a los Estados Unidos y Disneylandia o cualquier otro sitio de moda y de espectáculos, donde solamente conocerán la cultura del gasto inútil, del despilfarro, del maquillaje, del hot dog y de la hamburguesa, de la mota y la coca, de los refrescos y de la ostentación, deberían conocer nuestros costumbres y nuestros sitios que llenos de historia y de amor, de esperanzas y de sueños son la base con la que nos presentamos ante el mundo en los tiempos actuales donde los valores se dejan a un lado y, todos, estamos sumidos en la desesperación, en la violencia, en la inseguridad y en la desconfianza de los unos para los otros. Así que entendemos también que, en los tiempos difíciles, en los que cada uno tendría que ser ahorrativo con sus gastos personales sobre todo cuando vemos las serias críticas que recibe el presidente de los Estados Unidos, Obama, por lo que se considera un gasto enorme en sus vacaciones, al recorrer varios puntos de interés con sus hijos en los sitios históricos y vacacionales de los Estados Unidos, ahora, podemos entender que el mismo presidente, Felipe Calderón, con toda seguridad, no tiene tanta confianza y ni les hace caso a los informes de sus policías y cuerpos de seguridad ya que prefiere que sus pequeños hijos, con todo lo que pueden generar de críticas por sus vacaciones, primeramente se encuentren en sitios seguros, donde difícilmente se pondría en riesgo la seguridad de cualquiera de los pequeños del presidente y de doña Margarita Zavala. Tal vez, ellos, cuentan con recursos que les permiten gastar un buen dinero ya que a donde enviaron a sus pequeños hijos, es a un campamento de verano en CULBER¨S, EN CULBER INDIANA, una selecta y lujosa escuela militarizada de los Estados Unidos, con la seguridad de que, cuando menos, recibirán una atención y seguridad que con realismo no le pueden ofrecer en México y claro, como buen padre, Felipe Calderón, tal vez, estuvo haciendo ahorros y gasta para estas vacaciones, un promedio de DIEZ MIL DÓLARES, POR NIÑO, independientemente de los gastos de avión, y las pequeñas compras que seguramente traerán de ese viaje, donde acompañados por dos oficiales del Estado Mayor Presidencial que vestían no uniformes del ejército mexicano sino de la seguridad escolar del campamento, les acompañaban con ojo avizor en cualquier lugar y ellos, los niños, felices pero alertas a cualquier conflicto, portaban, dos silbatos para cualquier emergencia. Así que cuando doña Margarita Zavala llega por sus hijos, con ese amor de madre que todos le admiramos, no podemos menos que reconocer la protección y seguridad que procuran a sus hijos, pero tenemos que pensar que efectivamente, ni el presidente, le tiene mucha confianza a la seguridad en nuestro país ya que, de otra manera, con su “patriotismo” y su valor civil, seguramente, les hubiera enviado a realizar un recorrido por los lugares históricos, donde la huella de los tiempos y de nuestros ancestros son vitales y fortalecen el alma mexicana, pero entonces, con seguridad, por la falta de seguridad y de garantías, se hubieran tenido que movilizar no a dos acompañantes del EMP, sino a una tropa que escandalizaría a los mexicanos que nos la tenemos que jugar al salir a la calle para trabajar o para llevar a nuestros seres queridos a vacacionar y conocer nuestras bellezas naturales e históricas en el país.

Muchos, pensarán que estamos criticando al presidente por ese exceso que cualquiera de nosotros mostraríamos por la seguridad de nuestros hijos, al contrario, tal vez, pueda hablar por envidia, porque él tiene la información y los recursos para darles la seguridad a sus hijos y nosotros, batallamos, en los dos sentidos. Quisiéramos que todos los niños mexicanos gozaran de salud, alegría, paz, seguridad, educación y contaran con una buena alimentación y un gran hogar… pero las desigualdades sociales son así y la realidad social y económica define a nuestro país como uno de los más inseguros y pobres del mundo actual, cuando no debería ser así, sobre todo, cuando en este gobierno se han autorizado cientos de millones de pesos y dólares, se han permitido violaciones a los derechos humanos y a las garantías individuales y constitucionales con tal de dizque mejorar la seguridad y la de nuestras familias , pero no es así, solamente vemos que se han dilapidado millones y millones de pesos, que en vez de profesionalización de las policías, vemos políticas represivas e intolerantes de mayor nivel en contra de la sociedad, que en vez de que la seguridad brinde condiciones para mejorar las inversiones y promover el empleo, genera mayores niveles de inseguridad, de represión e intolerancia de tal nivel que, los pocos inversionistas mexicanos, prefieren sacar sus dineros y salir a vivir a lugares donde la seguridad de sus seres queridos está garantizada y por ello, cientos de millonarios mexicanos, ahora, viven con seguridad y tranquilidad en los Estados Unidos, mientras en nuestro país aumenta la inseguridad a tal nivel que, el propio presidente con su familia, tiene que optar por enviar a sus hijos a un campamento de verano a los Estados Unidos en vez de darles un recorrido por nuestros sitios históricos y bellezas naturales, en México, sobre todo, porque pesa en el ánimo del presidente, como lo pesaría en cualquiera de nosotros, la inseguridad y la violencia que en cualquier momento nos puede lastimar…

Mientras, en la UNAM, inician cursos, el Rector señala que: “ingresan 85 mil nuevos alumnos, pero seis de cada uno que ingresaron no pudieron hacerlo… sólo el 27% de los jóvenes en edad de cursar estudios superiores puede hacerlo… más de siete millones de jóvenes ni estudian ni trabajan”… mientras tanto, algunos privilegiados, como nuestros hijos y los de algunos funcionarios, pueden estar en vacaciones con alto nivel de protección y seguridad, con un futuro económico seguro que les permite tener muchas oportunidades para ser buenos ciudadanos… pero… otros, NO.

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