miércoles, 26 de agosto de 2009

El retorno político de Carlos Salinas de Gortari


Sin duda existen en la política los que tienen conciencia de que en esa actividad, los amigos, son de mentiras y los enemigos son de verdad y eternos… esto, lo puede sentir la familia de Carlos Salinas de Gortari ya que desde el trágico suceso, en el accidente donde perdiera la vida una de las empleadas de los padres de Carlos Salinas de Gortari, Guadalupe Juárez, por el disparo de un arma de fuego, de inmediato, ante la posibilidad de que el padre de Don Carlos, Don Raúl Salinas lograra ser uno de los candidatos a la presidencia de la República, sus enemigos, se encargaron de difundir ampliamente esa tragedia provocada por los juegos de dos infantes, Raúl y Carlos y es lógico que durante su gestión como Secretario de Programación y Presupuesto, Don Carlos Salinas de Gortari, sufría las embestidas del poderosos sindicato petrolero y en forma especial las de su “líder”, Joaquín Hernández Galicia, quién patrocinaba a unos “escritores” para que documentaran este hecho y lo generaran como un escándalo, logrando escribir un librito, editado en Estados Unidos y patrocinado por La Quina: “Un Asesino en la presidencia”. Es lógico que no estuviera documentado con claridad sino que se pretendía lastimar y distorsionar toda la verdad.

Ante el descubrimiento de esta publicación, algunos enviados del entonces Secretario Carlos salinas de Gortari y de Don Fernando Gutiérrez Barrios, se entrevistaron con Don Joaquín Hernández Galicia para que entendiera que este no era el mejor camino para evitar que Carlos Salinas de Gortari avanzara a la candidatura y menos que se distorsionaran los hechos y se generaran las mentiras que lastimaban a toda una familia. Sin embargo, el dirigente petrolero se negaba a ceder y utilizando enormes recursos financieros del sindicato movía sus piezas para que la publicación fuera enorme y se distribuyera en todo el país. Ante esa realidad, los servicios de inteligencia de Don Fernando Gutiérrez Barrios, habían logrado detectar hasta el lugar donde se editaría y por esa razón, con su estilo suave y fino, le mando decir a don Joaquín Hernández Galicia que sería bueno el que no se publicara dicho libro para no confrontarse más con el entonces Secretario Salinas de Gortari y que, si era necesario, él, absorbería los gastos que hubiera realizado para esta operación política, tratando de evitar un mayor enfrentamiento entre el sindicato y el posible candidato, sin embargo, Don Joaquín, alentado por un grupo de consejeros y de políticos ligados y comprometidos con la candidatura de Cárdenas, continuaban con la operación, así que los enviados de Gutiérrez Barrios le dijeron que no había querido ceder y evitar que se publicara y distribuyera el librito. Con preocupación le explicaban que habían realizado su mejor esfuerzo, así que Don Fernando Gutiérrez Barrios, les dijo, no se preocupen “deben tener claro que: CONSPIRACIÓN DESCUBIERTA ES CONSPIRACIÓN ABORTADA” y efectivamente, así sucedió, porque cuando un grupo de supuestos trabajadores petroleros pretendían distribuir el libro frente al edificio de la Suprema Corte de Justicia, de inmediato, llegaron los policías políticos de la época y les decomisaron los libritos y les explicaron que sería mejor que se fueran del lugar, así, se evitaba que este libro fuera distribuido, sobre todo, porque no se ajustaba a la verdad y estaba lleno de resentimiento y odio en contra de una familia y esto es lo que no se vale en la política, porque tarde o temprano, cuando las ofensas se convierten en ofensas personales, los odios y las venganzas son terribles, y tenemos la prueba de muchos sucesos durante la época de Don Carlos Salinas de Gortari.

Las venganzas le llegaron de tal forma que desestabilizaron al país y provocaron, digan lo que digan las investigaciones que jamás dirán la verdad de los acontecimientos, amparados en que son “secretos de Estado”, muchos crímenes y desapariciones, al grado que, a nuestro juicio, creemos que el crimen de Luís Donaldo Colosio, hombre bueno y líder de importancia en este país se gestó para lastimar y eliminar todo control posterior que pudiera alcanzar el poderoso Carlos Salinas de Gortari y, si sus enemigos se confabularon para desvirtuar la atención pública y generar la idea de que él estaba interesado en eliminarle, por “discursos y actos que se especularon”, creemos que no lo fue, porque al que primeramente lastimaba y perjudicaba más en su posición y en su futuro político era al propio presidente Carlos salinas de Gortari.

En iguales condiciones se puede ver el asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, ya que no existen dudas de que este importante Cardenal, además de la enorme influencia que tenía ante su grey y ante sus pares en el colegio cardenalicio y entre los sacerdotes mexicanos, había jugado un importante papel para establecer las relaciones entre el Vaticano y el Gobierno Mexicano, por esa razón, el Nuncio Apostólico, Jerónimo Prigione, sostenía una estrecha relación y un enorme afecto y cariño por el Cardenal ya que le había sido de enorme utilidad para dar este paso tan importante para la Iglesia Católica Mexicana al reestablecerse, oficialmente, las relaciones y las representaciones diplomáticas entre México y el Vaticano. Todo esto, logrado, gracias al talento político y a la visión que tuvo, en su momento, Carlos Salinas de Gortari.

Sin duda, la relaciones entre el Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y Carlos Salinas de Gortari eran de primer nivel ya que coincidían en una etapa histórica para el país, por esa razón, las acusaciones posteriores que hicieron sus detractores y enemigos con el fin de pretender involucrarle en este asesinato carecían de valor, pero dejaban entrever que existían fuerzas política de enorme peso y poder que estaban determinadas a eliminar a quién les sirviera, con el fin de restar toda fuerza política al presidente Salinas de Gortari. Cuando se habló de que existía un portafolio de documentos que fue robado del vehículo del Cardenal en el aeropuerto de Guadalajara, Jalisco, donde sus enemigos decían que tenía las “pruebas de la involucración en asuntos del narcotráfico”, en verdad, lo que podría traer y que seguramente desapareció por esas manos asesinas, eran documentos donde se tenía la relación de bienes, negocios, inversiones, deudas y dinero, propiedad del clero mexicanos que, por las condiciones anteriores, se tenían que tener bajo la administración de “encargados” que aparentaban ser los propietarios de esos bienes y recursos, con el fin de que sirvieran para los gastos de la Iglesia Católica y, al reestablecerse las relaciones, no tenía caso continuar ocultándolos para que siguieran administradas por personas o empresas que le habían servido con lealtad a la iglesia y a los sacerdotes, pero ahora, tenían que ser reportados como propiedad de la Iglesia y porque se garantizaba el respeto a esos bienes y recursos con los que anteriormente no podían disponer, con libertad .

Sin duda alguna, al que menos le hubiera servido el asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, era a Carlos Salinas de Gortari, sin embargo, realmente, le perjudicaban porque se generaban mentiras, se perdía credibilidad en su gobierno y en su persona y se generaban las dudas, de tal suerte que le podían aislar, al final de su mandato.

Confrontados con poderosos grupos de poder y de intereses, nacionales y extranjeros, la familia y Carlos Salinas de Gortari, han logrado poco a poco ir eliminando las intrigas y las acusaciones penales que pesaban contra miembros de su familia y cercanos colaboradores, por ello, el que Justo Ceja, quién fuera uno de sus cercanos amigos y colaboradores lograran después de once años, eliminar las acusaciones que se habían fraguado en su contra, en ese momento de conspiraciones y enredos políticos, debe de ser bueno para el ex presidente, por ello, ahora, juega fuerte a la política y su retorno, porque: “lo que no mata, fortalece” y él, es un político fortalecido que tiene juventud y ganas para continuar en el medio… así que, seguirá, ni quién lo dude… por esto mueve sus piezas y coloca a sus amigos, los fieles, los que no le fallaron…

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