Hay frases y gritos que impactan y llegan al corazón,
a la conciencia. Las madres de los hijos desaparecidos, gritaban con voz
llorosa: “LA JUSTICIA NO TIENE MADRE, LAS VÍCITMAS SÍ”. Y es cierto, miles de
madres y padres sufren por la angustia de no saber nada de miles de hijos
desaparecidos durante el sexenio de Felipe Calderón, unos, hablan de más de
treinta mil y otros, nos dicen que fueron más o menos 18 mil, pero en la
realidad nadie se atreve a juntar a los padres de familia cuyos hijos son
reclamados como desaparecidos en esa injusta y loca “guerra contra el
narcotráfico” operada por Felipe Calderón y sus esbirros, por instrucciones de
los policías norteamericanos que para esto se las gastan y ganan muchos
millones de dólares protegiendo a los grupos delictivos de su país, vendiendo
armas y equipos y ligando su estrategia criminal y violenta con los policías
locales de un país cuyo gobierno, en ese momento, era un gobierno entreguista…
y ahí están las consecuencias, además de los más de sesenta mil asesinados, los
miles y miles de desplazados, de huérfanos y viudos, se reclaman por las calles
a los desaparecidos, cuyas historias son variadas: desde los levantones
operados por los propios delincuentes con protección o por las policías y los
grupos paramilitares que ellos armaron y operaron, con protección oficial…”Vivos
se los llevaron, vivos los queremos”… y nadie sabe si lo lograrán… pero ahí están
con los corazones abiertos y la esperanza y la fe puesta en un nuevo gobierno
que, al parecer, entiende mejor la forma de tratar a los ciudadanos y no
doblegarse ante los norteamericanos…
Documentar
las historias de desesperación de las miles de madres que reclaman a sus hijos
e hijas, sería una labor titánica, pero brutal, desesperada, llena de lágrimas
y de malos tratos, así lo declaran la mayoría cuando cuentan la forma en que
llegaban a poner la solicitud de búsqueda o la demanda para que iniciaran las
investigaciones, los policías y los funcionarios de la procuradurías,
recibiendo las instrucciones de sus jefes y protegiendo a delincuentes y policías
cómplices y socios de los mismos, les decían que: a lo mejor se fueron de
fiesta y que andan con los novios en la juerga o en la drogadicción, que a lo
mejor les gustó más la prostitución que el estudio y las reglas de su casa, en
fin, todo era lastimar más, mucho más a las madres y padres que llorosos y
desesperados llegaban en busca de sus hijos y en reclamo de justicia y atención… ahí, los llevaban de
un lado al otro, los hicieron ver a muchos muertos en las planchas de las delegaciones,
sufrieron al identificar las ropas o ver los huesos y deshechos de cuerpos
rescatados a punta de pala mecánica de los entierros clandestinos, en fin, la
vida no les ha sido ni sencilla, ni agradable, la sufren cada día, pensando en
que horror o terror sufren o sufrieron sus hijos y ven a la justicia no solamente ciega sino
insensible por medio de las policías y por medio de las autoridades y funcionarios
que ven un nuevo nicho de negocio y piden dinero para ayudar en la búsqueda… y
así, miles de familias se van destruyendo y consumiendo, mientras la esperanza
y la fe viven y buscan a los que, tal vez, a lo mejor, ojalá, estén vivos,
porque: Vivos se los llevaron y vivos los siguen reclamando sus seres queridos
que no les olvidan…y continúan llorando todo el día y rezando para ver si se
genera el milagro….”LA JUSTICIA NO TIENE MADRE, LAS VÍCTIMAS SÍ”… es una verdad
y por esa verdad muchos reclaman justicia y al no encontrarla en el país, la
reclaman en los tribunales internacionales y acusan a funcionarios incluyendo
al ex presidente Calderón, de genocidio y delitos de lesa humanidad… finalmente,
en Guatemala, la justicia, tarde, pero llegó, en México, se espera lo mismo…
ALLÁ en
Guatemala, el dictador Efraín Ríos Mont, quién encabezara, por instrucciones de
los Estados Unidos, las masacres de muchos inocentes en todo el país bajo el pretexto
de que protegían a los grupos guerrilleros comunistas, durante 17 meses que
gobernó gracias a un “golpe militar”, ha sido encontrado culpable de genocidio
y de crímenes de guerra para ser sentenciado por una valiente jueza, Yasmin
Barrios, a 80 AÑOS DE PRISIÓN y, durante la lectura de esta sentencia, el
dictador, dejó a un lado la sonrisa de impunidad con la que se presentaba en
todo el juicio. Poco a poco se fue conociendo la verdad, las torturas, las
masacres, los asesinatos, los robos, violaciones, atropellos a los derechos y
garantías de miles y miles de guatemaltecos que durante ese guerra, perdieran a
más de doscientos mil amigos y familiares… pero, no cayeron ni en el conformismo
ni en el olvido, se dieron a la tarea, por años, de llevar la demanda de
justicia y de castigo por esos crímenes a todos los niveles de la justicia
guatemalteca y a los tribunales internacionales y, un buen día, como por
milagro, se genera la justicia y se lleva a juicio a muchos de los
delincuentes, torturadores, asesinos y represores de todo un pueblo y es así
que la esperanza y la fe en la justicia se revive en México al pensar que
también, si no se deja en el olvido esos atropellos y crímenes que cínicamente
se han clasificado como “daños colaterales” por los policías y políticos de un régimen
entreguista y represor como el de Calderón, también, veremos en la silla de los
acusados a muchos de ellos que hoy se burlan y gozan de sus fortunas logradas
por medio de esa guerra criminal en contra de los ciudadanos mexicanos…
Al paso
del tiempo se han venido conociendo las verdades, las traiciones, las torturaras,
los complots que generaron el
encarcelamiento y la muerte de cientos de mexicanos inocentes, porque así lo
ordenaron los espías gringos o bien, así lo determinaron los políticos y
policías mexicanos para eliminar a muchos políticos y gentes que consideraban
peligrosa o que les generaba problemas al descubrirles en sus transas y
violaciones…
Así sucedió
en Guatemala, se fueron descubriendo poco a poco esas violaciones a los
derechos y garantías de los guatemaltecos, esos horrores, terrores y
represiones en su contra y se fueron documentando hasta alcanzar que se hiciera
justicia, tal como vemos en otras partes de América donde los genocidas y
criminales, después de años, se les lleva a las sillas de acusados para
ponerles ante la justicia y, por qué no pensar que esto mismo puede suceder en
México, sobre todo cuando se ha documentado y visto claramente la forma en que
se utilizaban a las policías y a los famosos “testigos Protegidos” que no son
más que delincuentes bajo protección de los políticos, funcionarios y policías
en el poder, para incriminar a inocentes o levantarles falsos o generarles conflictos
y problemas que les llevaron a la cárcel y ,algunos, hasta la muerte… ahí están
miles de casos documentados de tales violaciones y crímenes… solamente no hay
que perder la fe ni la confianza… algún día les llegará la hora de presentarse
ante la justicia para recibir su castigo…ya está a la venta: “MEMORIAS DE
VIDA:ES UNA PROVOCACIÓN. EL 68 VISTO A LOS 68”, SOLICÍTELO A: socrates_campos8@yahoo.com.mx. Un
libro de denuncia.
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