Nos comentan los viajeros frecuentes al Sur de los Estados Unidos que hoy se pueden observar miles de mexicanos vagando por los centros comerciales, reunidos en los café y restaurantes, tratando de hacer una nueva vida que les es difícil en sus lugares de origen. La violencia y la falta de seguridad en las fronteras de México obliga a muchas familias pudientes a emigrar para brindar seguridad a sus hijos y tratar de invertir algunos dineros que les son vitales. Es más, los norteamericanos que no son tontos, prefieren que emigren a esas zonas los profesionistas a los que ellos no han tenido que pagar por su capacitación y experiencia, las familias que tienen recursos y que compran casas, salvando, de esa forma, la deteriorada economía que se colapsó en el sector inmobiliario, de tal forma que hoy, las viviendas que anteriormente se vendían a precios de remate, alcanzan precios altos y son compradas por esas familias desesperadas. El gobierno, hoy, les brinda para alentar esa emigración, las visas de “inversionista”, que tienen que ser renovadas cada año y que exigen inversiones mínimas de quinientos mil dólares y el empleo para no menos de diez gentes, con lo que ellos, sin tener que invertir más, ahora, tienen inversionistas pequeños que son, en cualquier país, la base de la ocupación masiva, del comercio y la industria , pero en México les exigimos pagar por los contratos, les pedimos “mordidas” para que hagan las peticiones de inversión o les ponemos mil trabas para que puedan abrir algún negocio y todo para que la gran burocracia y los políticos puedan recibir parte del dinero de las corruptelas de sus empleados en esa larga cadena que vemos aflorar en los pasillos del IMSS y que llegan, como sabemos, a muchas secretarías de Estado y por qué no decirlo, a los más importantes funcionarios y políticos que han logrado hacer de la política y de la administración pública, el mejor de los negocios… para ellos y sus grupos de poder.
Hoy, en muchos municipios de la frontera Norte de México, vemos cientos de enfrentamientos y de balaceras, por supuesto que no hay medio de comunicación que se atrevan a contar toda la verdad, la cruda verdad de lo que está sucediendo, porque en las mismas mueren por igual malandrines que gentes inocentes que tuvieron el pecado de “estar en el lugar inadecuado en el peor de los momentos” dicen, cínicamente, las autoridades y los políticos que ocultan los cientos de muertos y heridos que se ven en la región y por si esto fuera poco, el campo, antes productivo y próspero, hoy, no está sembrado y lo que se encuentra no se cosecha porque no hay seguridad; la venta de casas y propiedades ha caído y todo está a precios de remate y nos comentan ,que existen “financieros” que le apuestan a esas compras de remate porque están convencidos de que cuando termine la “guerra de Calderón”, los precios aumentarán y, como siempre, en este y en otros países, cuando existen crisis es cuando los multimillonarios hacen los mejores negocios. Además, los colegios particulares como el Tec. de monterrey y otros, igualmente caros, están siendo abandonados por cientos de estudiantes que hoy son recibidos en las universidades y colegios de los Estados Unidos y, por supuesto, como han publicado algunos diarios del Norte, vemos fotos de familias que se refugian buscando seguridad para sus vidas, porque han perdido esperanza, confianza, fe y propiedades…
Hace algunas semanas estuve por Ciudad Juárez y es triste ver que en el llamado Centro Histórico la destrucción es igual a cualquier zona de Irak y la destrucción económica de la región es terrible, la moral es brutal y la desesperación es impresionante, sin embargo, en las principales avenidas pudimos ver decenas de camionetas cargando policías que se cruzaban en una bien organizada exhibición, porque cuando la gente solicita su auxilio y demanda la presencia de los policías en algún lugar, no llegan y cuando llegan solamente hacen el “teatro” para demostrar que hacen algo, mandar aburridos e ineficientes informes y levantar muertos, hacer declaraciones y hacer tangos y, como las prostitutas viejas, de viejas, les da por dar consejos… pero la violencia sigue, las muertes de inocentes continúan, los robos, el trafico de gentes, armas, drogas, vehículos, mercancías aumenta y claro, se aumenta la desesperación, se destroza la economía, aumenta el desempleo y se alienta la emigración de los que pueden generar riqueza y se van los mejores hoy en día…mientras, más rollos , demagogia y corruptelas, es lo que vivimos.
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